Las fiestas de San Juan reactivan la economía local

EDS
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A mes y medio del Pregón, la ocupación hostelera ronda ya el 70% para el fin de semana. El comercio ya tiene los primeros encargos festivos

Los vecinos dicen 'sí' en el Catapán a las fiestas de San Juan

Dos años sin fiestas de San Juan han minado el ánimo de los sanjuaneros pero, además, han hecho un agujero en la economía local. Este año, con permiso de la autoridad (sanitaria) y si la pandemia no lo impide, habrá fiestas de San Juan por decisión de los vecinos, que dieron el 'sí' el pasado domingo en la asamblea del Catapán. Con ello, la maquinaria sanjuanera se ha activado de nuevo. 

A mes y medio de que desde el balcón del Ayuntamiento los jurados de este 2022 proclamen el pregón que dará el pistoletazo de salida a los cinco días más esperados del año soriano [de los últimos tres años], la hostelería de la capital roza ya una ocupación media de entre el 50 y el 70% para esos días, si bien algunos hoteles de la ciudad como el Alfonso VIII han colgado ya el cartel de 'no hay habitaciones' para el fin de semana. 

Algunos restaurantes tienen ya completo su salón para el Viernes de Toros, y en comercios como Saldos Muñoz hace ya días que cosen los nuevos trajes regionales que los sorianos estrenarán este año, al tiempo que preparan el modelo peñista para atender las necesidades de los cerca de 4.000 sorianos que se visten de blanco esos cinco días. 

En las empresas de distribución de alimentos y bebidas se viven con «incertidumbre» los preparativos sanjuaneros, conscientes de que la pandemia manda y de que, tras dos años sin fiestas, los negocios sorianos están «un poco fuera de juego» para calcular pedidos. Aún así, se empeñan en la «compleja» búsqueda de mano de obra para reforzar sus plantillas de cara a fiestas, y al verano. 

En negocios como Confecciones Eduji o Graffiti aún no ha llegado el estrés que impone el tic tac del reloj cuando se acerca el momento de entregar los pañuelos y camisetas a cuadrillas y peñas, pero desde hace ya semanas notan que San Juan se acerca porque, después de dos años, han vuelto los pedidos festivos y «la ilusión» presanjuanera ya se nota en el ambiente de trabajo.

Son solo algunos ejemplos de negocios sorianos que, de algún modo,  están vinculados a la celebración de las fiestas de San Juan. Charangas, autobuses, tiendas de flores, de alimentación, de pinturas, zapaterías, cárnicas, bodegas, peluquerías, carpinterías... el listado podría continuar y extenderse de forma importante porque, de forma directa o indirecta, prácticamente toda la ciudad late al pulso de las fiestas. Y, tras dos años sin palpitar, San Juan ha vuelto a reactivar -al menos, en parte- la economía sanjuanera. 

DOCE cuadrillasCOMO MÍNIMO, 23.000 EUROS DE GASTO 'OFICIAL' CADA UNA

En Soria no existe hasta la fecha ningún estudio que permita conocer con exactitud la repercusión económica de las fiestas de San Juan. No obstante, algunas cifras puedan ayudar a entender su alcance. Solo el Ayuntamiento de Soria moviliza cerca de 800.000 euros cada año en contratos vinculados a las fiestas. Ahí entra la compra de los novillos de La Saca y del Viernes de Toros, la feria taurina, las orquestas, los fuegos artificiales, las tajadas... Obviamente, no todo este dinero queda en Soria porque algunos pliegos (como los toros) tienen que contratarse fuera por falta de empresas sorianas que puedan optar a los mismos pero, aún así, un buen pellizco revierte en la ciudad. 

Las que apuestan -generalmente- por que el gasto se quede en Soria son las cuadrillas. Hacer cumplir los usos y costumbres les obliga a desembolsar importantes cantidades de dinero que, no obstante, fluctúan de forma notable según barrios. El hecho de que algunas cuadrillas apenas alcancen los 800 vecinos y otros doblen esta cifra es determinante, tanto como la cantidad de colaboradores que conforman el equipo que saca adelante las fiestas en cada local. 

Los libros de cuadrilla son los encargados de reflejar año tras año las cuentas de cada barrio y, de la consulta de algunos de ellos, se desprende que, como mínimo, una cuadrilla gasta 23.000 euros cada San Juan. Es el dinero que destina a acondicionar el local, a comprar el vino, las botas, el queso y el bacalao repartido en el Catapán, la merienda de la Compra, el moscatel, el anís y las pastas que alegran las dianas, las flores que adornan cada jornada, los autobuses para ir a Valonsadero, el cachirulo y las banderillas del Viernes de Toros, la música que sonará ya desde el Catapán y no cesará durante los cinco días de San Juan, los pañuelos que se reparten entre los vecinos, el chorizo, el pan y el huevo que se entrega el domingo con la tajada, y la caldera. 

A esos gastos 'oficiales', que se sufragan con la cuota que pagan los vecinos (el último San Juan rondó los 27 euros) y con la subasta del Sábado Agés, hay que sumar otros gastos 'extraoficiales' que no aparecen reflejados en el libro de cuadrilla pero que también hay que asumir para poder cumplir con los vecinos. 

Movilizar a las entre 40 y 100 personas que colaboran con los jurados para que las fiestas puedan salir adelante supone un coste a mayores en concepto de comidas, bebidas, cocinero, pañuelos, camisetas... Y a eso hay que añadir otros gastos como los detalles para las piñorras y piñorros que les acompañan en los desfiles, así como cuestiones más personales que como los trajes que lucirán los jurados en los actos sanjuaneros. 

Es complicado disponer de un dato exacto de lo que representa todo esto porque, de nuevo, varía sustancialmente según cuadrillas y según la generosidad de los alcaldes de barrio pero, por lo general, «es dinero que se queda en Soria», comparten varios jurados salientes consultados por este medio, que especifican que esos costes se suelen asumir con la cuota que abonan los simpatizantes [gente que entra en fiestas en la cuadrilla pero no es vecina del barrio] y por el 'bolsillo' de los propios jurados ya que «la ayuda que ofrece el Ayuntamiento de 6.000 euros no alcanza». En ocasiones (las menos), el equipo de colaboradores salda gastos a escote. 

las SEIS peñasMÁS DE 3.800 PEÑISTAS QUE SE VISTEN, HACEN RONDAS... 

En el último San Juan, el de 2019, las seis peñas de San Juan congregaron a 3.811 peñistas que pagaron una cuota anual de unos 100 euros (entre 200 y 300 los nuevos socios). A este dinero hay que sumar otros ingresos, como el dinero por la venta de lotería,  la recaudación de los chiringuitos de Valonsadero o la ayuda municipal (3.600). Obviamente, cada peña maneja su propio presupuesto pero, según recalca la tesorera de El Desbarajuste, son asociaciones sin ánimo de lucro, por lo que, «todo lo que se ingresa, se gasta» y, «en su mayoría, en  negocios de Soria». «De lo que mueve la peña, posiblemente el 80% repercute en Soria», estiman desde la Poca Pena, desde donde calculan que este año los gastos subirán un 10-15% respecto del último San Juan celebrado por la subida de precios. En las próximas semanas las peñas sorianas se reunirán para analizar la situación y decidir las cuotas de los socios y el ingreso de nuevos de cara a San Juan 2022.

Pero, a mayores de lo que movilizan las propias peñas, hay que sumar el gasto que cada peñista realiza a nivel particular para dotarse de ropa blanca, renovar el chaleco y fajín... 

FIESTAS, «motor económico»PERO, TAMBIÉN, «NECESARIAS» POR «SALUD SOCIAL»

«Nuestras fiestas son parte del pequeño motor económico de la provincia», considera el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Soria, AlbertoSantamaría. Y, más allá del aspecto económico, destaca que «nos reactiva como sociedad». 

A su juicio, «las fiestas de San Juan tradicionalmente -y este año con más motivo- marcan un antes y un después en la economía y en la sociedad» soriana, y «se necesitan por salud económica pero, también, por salud social, porque animan el consumo y son una inyección para los negocios pero, también, porque es un aliciente para la convivencia, para recuperar la ilusión, para dinamizar la ciudad...», justifica. Aunque el presidente cameral reconoce que es «muy difícil» saber con exactitud la repercusión económica, no duda de que el hecho de que «se triplique la población» esos días resulta clave, especialmente para algunos sectores. En este sentido, estima que «en hostelería las fiestas pueden suponer más de un 30% de la facturación». «Porque San Juan no es una semana, empieza en mayo y dura hasta junio», explica. 

Las fiestas son un impulso a sectores como la hostelería y la restauración, pero Santamaría pone el énfasis en que, «al final, es una cadena» y, «de forma directa o indirecta», son numerosos los negocios y servicios que se ven afectados por la actividad sanjuanera. Pone de relieve especialmente el efecto en «el pequeño comercio, que es además el que más necesitado está pero, también, el más preparado para atender las demandas» relacionadas con San Juan. 

comercio local SAN JUAN, CLAVE EN UN AÑO CON EL CONSUMO CONTENIDO

En esta misma línea, el presidente de la Federación de Empresarios de Comercio de Soria (FEC Soria), Adolfo Sainz, considera «importantísimo» que, tras dos años  de suspensión, se recuperen este 2022 las fiestas. «Primero, por lo que supone mentalmente recobrar la normalidad y, segundo, por el aspecto más económico, porque San Juan supone muchísimo para el comercio de la ciudad», justifica. «Los jurados y las peñas compran ropa, comida, manteles, pintura para los locales, flores... Se trabaja muchísimo directamente pero, también, de forma indirecta, ya que la gente de fuera que viene también consume y, al final, es dinero que se queda en Soria y que acaba revertiendo luego en otros sectores, porque esto es un círculo», explica. Eso sí, para que esto ocurra lanza un mensaje:  «Debemos entender que son las fiestas de la ciudad y que es importante que cuadrillas y peñas apuesten por el comercio cercano. Hago un llamamiento para que se acuerden del comercio local, porque también somos vecinos y también entramos en fiestas», sentencia. Invita así a «consumir en casa», máxime en tiempos en los que el comercio soriano necesita un respaldo porque, alerta el presidente de FECSoria, «con el tema de la inflación, el consumo está bajo mínimos». «Hay muchas ganas de fiesta y se ha ahorrado mucho en estos dos años, pero viene una época difícil y hay cierta preocupación real de que puede hacer contener el gasto», aventura, instando de nuevo a consumir en el comercio de cercanía.

El ánimo incentiva el consumo y, con la situación sanitaria más controlada, San Juan de fondo y la climatología remando a favor, las ventas se alentan. Lo saben bien en tiendas como Saldos Muñoz, donde celebran el sí a las fiestas porque, reconoce su propietario, Jesús Muñoz, «cualquier noticia alegre repercute positivamente en la mentalidad y en el ánimo de las personas y, solo el hecho de que haya fiestas, ya es positivo». 

En Muñoz trabajan varios aspectos relacionados con San Juan. Confeccionan trajes regionales, venden  ropa para las peñas, petos y camisetas para grupos de amigos, textil masculino para vestir a jurados, cuatros y secretarios en los desfiles, mantelería para las mesas de las cuadrillas... y, todo ello, ha hecho que desde hace ya unos días «se note el ambiente festivo y los mensajes positivos». «Los comerciantes somos optimistas por naturaleza y las expectativas para San Juan 2022, por tanto, son positivas», confía Muñoz, quien es también vicepresidente de FEC Soria. 

En Confecciones Eduji todos los años nutren a algunas cuadrillas y peñas sorianas de pañuelos, camisetas, polos, forros...  bordados o serigrafiados con sus logotipos. Para ellos San Juan, más que en términos económicos, lo valoran en términos de «ilusión». Porque aunque supone «mucho trabajo» y «un punto de estrés», «trabajar para fiestas supone mucha ilusión, por lo que representa, porque es siempre trabajo nuevo, porque tienen su punto de innovación, de creatividad, de emoción», destacan desde la empresa soriana. En síntesis, trabajo por y para los sorianos.

En cuanto a la repercusión económica en su negocio, esta empresa especializada en vestuario laboral reconoce que San Juan no determina de una forma especial su facturación. Entre otras cosas porque, por su capacidad de diversificar, los años que no han podido trabajar para San Juan han hecho otras cosas, como por ejemplo mascarillas o EPIs, en pandemia. No obstante, insisten, más allá de los números es una cuestión emocional, por lo propio, por apoyar lo nuestro y, precisamente por ello, lanzan también un mensaje defendiendo que «las cosas se hagan en Soria». Porque no es lo habitual pero se han dado casos de jurados que han encargado los pañuelos a empresas de otras provincias, incluso a Portugal.

ocupación media:

70%LAS RESERVAS ALCANZAN YA    EL 70% EL FIN DE SEMANA

Bares, restaurantes, hoteles... son probablemente los negocios que más notan la celebración de fiestas en su facturación anual. A mes y medio del pregón, «las reservas hoteleras para el jueves rondan el 50-60% y, para viertes y sábado, el nivel de ocupación roza ya el 70%», indica el portavoz de la AsociaciónSoriana de Hostelería y Turismo (Asohtur), Pablo Cabezón, quien concreta que el perfil del cliente es «gente sola, parejas o grupos para despedidas». 

Son cifras de reserva ya elevadas pero la idea es que se llegue a la plena ocupación porque, «aunque quizá este año no es normal al cien por cien, hay buenas perspectivas». Eso sí, Cabezón también lanza un mensaje al cliente y pide que «haya más consumo que otros años, ya que venimos sufriendo dos años de restricciones» y todavía «estamos por debajo del movimiento que había antes de la pandemia».  

más demanda, más precio ALGUNOS HOTELES ESTÁN YA AL COMPLETO

En establecimientos de referencia en la ciudad como hotel Alfonso VIII conocen bien lo que representan las fiestas porque, además, ellos toman el pulso desde tres ámbitos: la cafetería, el restaurante y el hotel. 

En el hotel, «garantizas que estás cuatro o cinco días lleno». Eso, en un establecimiento de 88 habitaciones, es «muy importante», destaca desde la dirección del hotel Gonzalo Irigoyen, quien concreta que a estas alturas está ya todo el hotel reservado para viernes y sábado y, para el resto de días, el nivel de reserva es también alto y se espera llenar. 

San Juan garantiza una buena ocupación hotelera durante un periodo de tiempo más largo de lo habitual [en Soria generalmente hay una alta ocupación en fines de semana pero las reservas suelen caer entre semana] pero, además, la ley de la oferta y la demanda se impone y, al llenar, el precio de las habitaciones sube. «Hay una tarifa diferente» y eso, obviamente, también repercute económicamente en el negocio, destaca Irigoyen, que estima que el precio de la habitación este año estará entre 20 y 30 euros por encima del pasado. 

Donde San Juan marca una diferencia clara es en cafetería y restauración, donde la actividad se multiplica de forma considerable. «El viernes se llegan a dar 140 comidas [en el restaurante del Alfonso VIII] y el resto de días también se trabaja muy bien; pero en la cafetería hay continuamente afluencia de gente desde el miércoles hasta el lunes, y eso no ocurre habitualmente», subraya Irigoyen. 

El resultado de todo ello es que «puedes incrementar tu facturación un 40-50% esos días con respecto a un fin de semana normal», estiman desde la dirección de Alfonso VIII. 

Cambia la actividad -que se intensifica- y cambia el perfil del cliente, inclinándose hacia «personas con cierta relación con Soria que vienen a las fiestas y saben a lo que vienen». 

Además de lo que genera el turismo sanjuanero, hay un negocio en torno a los trabajadores sanjuaneros. Varios hoteles y hostales de la ciudad hospedan, por ejemplo, a las charangas que acuden para animar las fiestas y, según algunos libros de cuadrilla, esto puede suponer un desembolso de entre 1.000 y 2.000 euros. 

manutenciónEL NEGOCIO ALREDEDOR DE LAS CHARANGAS

«Llevamos ya varios años acogiendo charangas y eso nos da ya cierta ocupación. Salvo La Vitorina, el resto de nuestros establecimientos son pequeños (de 4-5 habitaciones) y varios los ocupamos íntegramente por una charanga», explica Wilfredo García, propietario del Hotel La Vitorina, el hotel Centro, el Castilla, el Alba y el hostal Santa Bárbara. Además, «hay personas fijas» que reservan de año en año «para los días principales» y, aunque puede ser que«algún día» no se llene, «la ocupación media será alta», confía.

«Estos años sin fiestas se ha notado muchísimo porque estaba todo parado y, aunque fuimos establecimiento esencial, prácticamente no había demanda», rememora sobre lo pasado. Por ello, mira con ganas ya al próximo 29 de junio porque«la sensación es positiva, la gente está reaccionando muy bien» y, de hecho, los últimos festivos y puentes ya han sido una antesala «y ha habido una ocupación muy buena». 

baresSEIS DÍAS DE INTENSO TRABAJO PARA 'COMPENSAR' SEIS MESES

«San Juan es un aliciente importantísimo para la hostelería ya que, con la facturación de esos seis días, podemos salvar la catástrofe que soportamos de enero a junio, que no hay mucho trabajo», apuntan desde el bar Apolonia, ubicado en uno de los 'pulmones' de San Juan, la plaza Herradores. «Hay trabajo desde por la mañana hasta por la noche» y, de hecho, se necesita reforzar la plantilla, que «casi se dobla», apuntan. 

También en su hotel hay «ya reservas» y, de hecho, indican, «algunas se hacen hasta de un año para otro». «Sorprendido» por «el buen Catapán» del pasado domingo, «con muchísima gente pero muy tranquila», confía en que «San Juan sea bueno». 

restauraciónCOMEDORES LLENOS PARA EL VIERNES DE TOROS

También en los negocios de restauración miran expectantes a San Juan. En El Fogón del Salvador «más de la mitad del comedor» está ya reservado a partir del jueves, pero se espera llenar todos los días «con turistas y, esos días también, con más gente de Soria». «San Juan es importante para la hostelería, para el negocio y para la ciudad porque es un tirón y eso repercute al final en otros negocios», indican desde el establecimiento de la plaza del Salvador. 

En Garoa tienen ya lleno el comedor para el Viernes de Toros con «los mismos de cada año». Para el domingo, las reservas rozan el 40-50%, concretan desde el establecimiento de las inmediaciones de la plaza de toros. Allí el trabajo es intenso en el comedor pero, también, en la barra, lo que les obliga a reforzar plantilla. Precisamente por ello, porque los gastos se disparan, apuntan que San Juan supone«subir un poco la media diaria pero no es un beneficio extraordinario», máxime teniendo en cuenta que se viene «de un invierno muy largo». 

de día... y DE NOCHESAN JUAN REPRESENTA UN 12% DE LA FACTURACIÓN ANUAL

San Juan es una fiesta de día... pero también de noche, especialmente en la Zona. Establecimientos como Avalon o el Green hacen su negocio de día, sobre todo el Viernes de Toros en los que los alrededores de la plaza de toros es un hervidero, pero, cuando acaban las verbenas, también de madrugada. «San Juan es un empujón muy importante», reconoce Sergio Izquierdo, uno de los socios, quien estima que la facturación de fiestas puede llegar a suponer entre un 12 y un 15% del total anual. De hecho, ellos 'adaptan' el negocio esos días y sacan sus barras a la calle. 

Esas cinco jornadas suben los ingresos de forma notable, pero también los gastos. Ellos tienen que reforzar su plantilla, que prácticamente se triplica y pasa de entre seis y nueve personas de normal a 18-23 durante los días de fiestas.

«Todos los días se trabaja» en los bares de alrededor de La Chata. Cuando el sol aprieta, «se hacen rondas de peñas, de cuadrillas, la gente sale...», y hay además feria taurina, que también anima. Y, cuando cae la noche y «acaba la verbena, a partir de las 3.30  horas, la gente sube a la Zona», explica Izquierdo. No obstante, el Viernes de Toros es, con diferencia, su día grande. «Ese día se factura «cinco o seis veces lo que un día normal de fiestas», calcula Izquierdo. Eso sí, hace un apunte, «cada año es menos». El por qué seguramente lo entenderá cualquiera que haya vivido la fiesta esos días:«Cada sombrilla es un chiringuito» particular de un grupo de amigos. «Mucha gente se lleva su bebida», asume el propietario de Avalon y Green, quien aún así reconoce también que, si no ocurriera eso, «sería imposible dar abasto». Tras dos años sin fiestas, ellos se preparan ya para un San Juan histórico por lo que representa pero, también, por la ilusión que supone retomar el ánimo tras dos años en los que «se ha pasado mal», y no solo económicamente.