"Hay que ganar y dejarse de hostias", perdón por la expresión, pero ese era el contundente mensaje que daba Luis Carrión en la rueda de prensa previa al partido ante el Extremadura. Esa frase calaba hondo en afición y jugadores, y con ese ambiente saltaba el Numancia al terreno de juego de Los Pajaritos.

Confiaba el técnico en su dibujo habitual con cambios obligados. Adri Castellano volvía al centro de la defensa por la sanción de Bernardo Cruz y Escassi regresaba al centro del campo para acompañar a Erik Morán.

Pronto tuvo el Numancia la oportunidad de adelantarse en el marcador. Jugada de estrategia, como casi siempre. Curro raseaba un córner, Higinio no remataba limpio, Escassi lo intentaba y el rechace la caía a Admonio que perdonaba en el área pequeña. Los locales salían con mucho convencimiento y antes del minuto cinco, Álex Sola remataba por encima del larguero un potente disparo desde fuera del área, Iván Calero repetía jugada y Escassi llegaba a rematar un córner. Los rojillos salían en tromba.

La insistencia daba sus frutos en el minuto 12. Iván Calero castigaba la pasividad defensiva del Extremadura, flotaba demasiado al lateral que sacaba un disparo seco y cruzado que se colaba en la portería.

El gol tenía un efecto tranquilizante en el partido que perdía ritmo sin sufrir los de Luis Carrión. Pasando el ecuador de la primera mitad Higinio protagonizaba el primer contraataque del partido. Jugada individual por banda izquierda que acababa con un disparo que se marchaba alto.

El partido mandaba señales claras al Numancia para que se lanzase a buscar el segundo tanto. Por si acaso se lo recordaba el Extremadura con su primera ocasion. En el minuto 35 Dani Barrio despejaba un fuerte disparo al palo corto. Los locales se echaban atrás en los últimos minutos de la primera parte. El susto llegaba tres minutos después, Bastos fallaba un control cuando se quedaba solo delante de Barrio.

Lo pasaban mal los de Carrión que pagaban el esfuerzo inicial. La peor noticia eran la lesiones. Primero Álex Sola que debía dejar su sitio a Nacho por un feo gesto en su rodilla que invita a pensar que no podrá jugar más está temporada. Marc Mateu sufría una más que probable rotura fibrilar, puede que haya sido su último servicio al Numancia. Entraba Noguera justo antes del pitido final que daba ventaja al Numancia pero que perdía a su vez a dos jugadores determinantes.

Poco ritmo. Salía con más timidez el Numancia en al segunda parte, seguramente aún afectado por las lesiones de Mateu y Sola. Óscar Pinchi inauguraba las ocasiones con un cabezazo que remataba tras falta lateral, aunque no veía portería.

El tobillo de Higinio daba otro gran susto justo antes de lo que podía haber sido la sentencia. Un robo de Erik Morán lo convertía el centrocampista en una contra que regalaba a Nacho. El extremo definía muy centrado delante de Casto que sacaba con el pie lo que hubiese sido matar el partido.

Con el paso de los minutos la tensión aumentaba en una segunda parte con muchos parones, sin ritmo y con llegadas muy contadas. Nono daba la réplica del Extremadura en un saque de banda que caía al área. Su remate acrobático se iba por encima del larguero. No se arrugaba el Numancia y Calero lanzaba un centro envenenado que hacía intervenir a Casto. Mejoraba el Numancia en el último cuarto de hora e Higinio perdonaba de nuevo un mano a mano.

Durante unos segundos parecía que todo terminaba con un gol de Noguera, aunque en posición ilegal, no hacía falta ni utilizar el VAR.

A falta de dos minutos el tiempo se paraba en Soria. Una falta en la frontal del área hacia contener la respiración a todos los aficionados desde sus respectivos hogares, Airam superaba a la barrera pero el balón se marchaba a la izquierda de la portería.

En el descuento nueva contra del Numancia y Otegui fallaba una nueva ocasión clarísima. Los ocho minutos de prolongación fueron una agonía para los rojillos con varios balones al área de los visitantes y un paradón de Barrio a Airam.

A pesar de todo y dejándose todo, el Numancia se llevaba los tres puntos, sale momentáneamente del descenso y logra llevarse su segunda final. Hay vida, quedan cuatro partidos.