Dos años de espera. Más. Porque los hermanos Daniel y Natalia Andrés del Río se registraron para ser jurados de La Cruz y San Pedro, su barrio familiar, cuando terminaron las fiestas de San Juan de 2019. Tres días antes del confinamiento, recibieron las llaves del local, que visitaron en una ocasión antes de que llegara el oscuro confinamiento de marzo de 2020. Y han aguantado el tirón. Con algún momento de duda, reconoce la jurada, cuando la mitad de las cuadrillas se quedaron vacantes y la incertidumbre enturbió la posibilidad de que este año fuera el de la normalidad de los sanjuanes. Afortunadamente, aquella vacilación apenas quedó en un instante y, convencidos de que la ciudadanía, finalmente, respondería, siguieron adelante. Ni un paso atrás. Desde el principio, hasta el final. Desde el Nombramiento y El Catapán, aún más ilusionados si cabe, porque la respuesta de los sorianos ha sido «brutal». Sienten el apoyo del vecindario y cuentan casi con el mismo equipo que se comprometió con ellos hace dos años. Su hermana María Luisa y su cuñado Carlos fueron jurados de La Cruz y San Pedro en 2017 y en esta ocasión son los secretarios. Desde el domingo 1 de mayo, la maquinaria de la cuadrilla está en marcha y no se detendrá.
«Siempre he sido peñista, también presidente del Desbarajuste, y tenía la ilusión de ser jurado», confiesa Daniel. Y su hermana Natalia le prometió en 2017 que le acompañaría en el cargo. Ni en 2018, ni en 2019 pudo ser, así que, finalmente, dieron el paso en 2020, cuando la covid arrasó con cualquier previsión, plan o expectativa. Pasados estos dos largos años de tinieblas, en el interior de la Cuadrilla no se percibe que haya pasado una pandemia y mucho menos se sintió en El Catapán, que «fue brutal», destaca el jurado. Precisamente, esa respuesta multitudinaria del día del 'sí' a las fiestas ha supuesto un espaldarazo para constatar que los sanjuanes pospandemia serán los de la normalidad. Especiales también por eso mismo, porque la fiesta será la misma, la que todos los sanjuaneros de pro esperan con ganas.
«Solo hemos tenido que reactivar lo que habíamos apalabrado hace dos años [...] Y el 90% del equipo del principio se ha mantenido, salvo excepciones porque tienen niños pequeños o los están esperando...», cuenta la jurada. Toca organizarse para visitar a los vecinos, para que entren en fiestas. En este punto, los jurados de La Cruz y San Pedro sostienen que, más pronto que tarde, debe abordarse la redistribución vecinal entre las doce cuadrillas, para alcanzar un equilibrio entre los barrios antiguos y las zonas de expansión.
Y contando las semanas, los días, los minutos... para que lleguen los momentos más grandes de las fiestas, Daniel y Natalia ya cumplen el sueño de ser jurados de su barrio.