Soria ha logrado esquivar el peor verano de la década en lo que se refiere a grandes incendios forestales [aquellos que calcinan más de 500 hectáreas] pero, aún así, en lo que va de año la provincia suma más de un centenar de fuegos que han arrasado cerca de 220 hectáreas de terreno. 

Las llamas han engullido bosques, pastos, tierras agrícolas... pero, también, la estadística. Los cálculos del Sistema de Información Europeo de Incendios Forestales (EFFIS) indican que la temporada 2022 ha sido la peor del siglo, con casi 300.000 hectáreas arrasadas en España.Las temperaturas anormalmente altas en un verano en continua ola de calor, la falta de precipitaciones y la sequía acumulada han actuado como 'combustible'. Esta climatología extrema también ha imperado en Soria, con 59 días con máximas superiores a los 30 grados este verano. Como consecuencia, la provincia ha vivido en continua amenaza por riesgo extremo de incendios forestales prácticamente desde julio, una alarma que se prorrogó en la Comunidad hasta el 20 de octubre precisamente por las condiciones meteorológicas. Hasta esta semana se han lanzado avisos por peligro extremo de incendios en diferentes comarcas de Soria.

No hay aún datos oficiales ya que la Junta presentará el balance en unas semanas. No obstante, ha publicado dos partes diarios en época de peligro alto (julio a septiembre) y mensualmente ofrece un análisis estadísticos. De la consulta de todo ello se desprende que en lo que va de año se han registrado en Soria 124 siniestros que han arrasado con 214,35 hectáreas. La mayoría de lo quemado ha sido matorral y monte bajo (41% de lo quemado), si bien se han quemado cerca de 70 hectáreas de superficie arbolada (32%) y casi 60 de pastos y otro tipo de terrenos no forestales. 

De los más de 120 incendios forestales contabilizados en la provincia, la gran mayoría -ocho de cada diez- han quedado en conatos, es decir, han quemado menos de una hectárea. En muchas ocasiones, gracias a la rápida intervención de los agentes implicados en la lucha contra incendios pero, también, por la colaboración vecinal, que ha actuado en primer lugar para poner freno a las llamas. No obstante, ha habido más de una veintena de incendios de cierto calado y, en concreto, uno especialmente grave que puso en jaque a la comarca del Jalón. Ocurrió el 6 de agosto en Esteras de Medinaceli y se quemaron 73,87 hectáreas de matorral y 42,84 de sabina. Este incendio, por tanto, está detrás de la mitad de la superficie quemada en Soria este año.

Los datos dejan en evidencia que Soria ha conseguido esquivar los grandes incendios pero, no obstante, no ha quedado al margen del peligro.