«Madrid no era para mí, estoy mejor en Soria»

Sergio Recio
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El jugador del Laguna Negra Hockey Club Jorge Botija ha vuelto a la entidad para liderar el proyecto

«Madrid no era para mí, estoy mejor en Soria» - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

Jorge Botija regresaba esta temporada a la disciplina del Laguna Negra Hockey Club tras competir dos años con el Alcobendas tras irse a Madrid a estudiar. Este soriano de 20 años se veía obligado a abandonar Soria por un motivo ya de sobra conocido pero de esa aventura ha vuelto ahora un jugador mucho más maduro, «ha sido una gran experiencia porque jugaba en un equipo de mucho nivel que me ha hecho mejorar como jugador», asegura.

Aunque la temporada a nivel colectivo no va por buen camino con el equipo soriano luchando por el descenso, Botija se siente bien en Soria, «al final eso es lo más importante, poder vivir en casa y jugar en el equipo en el que he estado desde que tengo memoria». Porque el joven jugador es un apasionado del hockey desde que vio un partido por primera vez.

Amor a primera vista. Con siete años Jorge Botija vio por primera vez un partido de hockey patines, «estaba apuntado a las clases de patinaje del ayuntamiento y siempre me quedaba después a ver al equipo entrenar», era una rutina que se repetía día tras día. Decidió que esta disciplina era a lo que se quería competir el resto de su vida, «comencé a jugar y desde ese momento no he dejado de hacerlo nunca», de eso hace ya 13 años.

Con el paso del tiempo consiguió incluso atraer a sus amigos, «todo el que venía a verme se sorprendía por lo entretenido del juego». Botija destacaba entre sus compañeros y el club decidió que diese el salto al equipo absoluto a la temprana edad de 15 años, «era muy joven pero es verdad que no somos demasiados y era el momento de intentarlo». Lo que más destacaba era su atrevimiento, «aunque competía con equipos del País Vasco no me acobardaba».

Cuando cumplía 18 años debía abandonar Soria, el motivo era el habitual, los estudios, «muchos de mis compañeros tuvieron que hacer lo mismo». Aunque en este caso un giro en los acontecimientos aceleró su vuelta.

de nuevo en casa. Nunca fue Jorge Botija un hombre al que le atrajese Madrid, «la verdad es que nunca me ha acabado de convencer pero tenía que ir allí para estudiar, no me quedaba otro remedio. Se decidió por un Grado Superior de TAFAD, pero de alto rendimiento.

Allí lo segundo que hizo fue buscar equipo, «llegué al Alcobendas y pude jugar en su filial en la categoría de bronce del hockey español». La experiencia fue satisfactoria, «es verdad que era suplente pero cada minuto me servía para aprender , la competición era mucho más exigente y eso me motivaba a seguir para ser mejor».

Mientras evolucionaba en el deporte acababa unos estudios destinados al Grado de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, «me daba igual dónde pero era la carrera que siempre había querido y sabía que no podría ser en Soria». Pero precisamente a su ciudad llegó esta materia, «fue un auténtico subidón para mí, poder volver a casa y hacer lo que me gusta era una opción que tenía clara». Botija regresaba a Soria.

A su vuelta, casi antes incluso de ver a sus padres, se pasaba por el polideportivo San Andrés para regresar al Laguna Negra, «aunque el resto de mi generación no ha podido volver, la ilusión es la misma». Aunque juega con veteranos, todos aprenden de él, competir a un mayor nivel hacer que ahora pueda enseñar a mis compañeros y en ese camino estamos».

Jorge Botija sabe que su felicidad está en Soria, con su equipo y con unos estudios que el destino puso en su mano justo en el momento adecuado.