La elección de senadores será secreta y sin opción a votar no

SPC
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PP y Vox registran su primera proposición de ley conjunta, que prevén aprobar en septiembre, donde se elimina la posibilidad de rechazar a los candidatos para bloquear la designación

Raúl de la Hoz (c), Carlos Menéndez (d), y Ángel Ibáñez, ayer en las Cortes tras registrar la proposición de ley para reformar la designación de senadores. - Foto: Ical

Los tres senadores por designación autonómica –aquellos que se eligen en las Cortes tras cada periodo electoral– serán elegidos en una votación única, secreta y por papeletas en las que constarán el nombre y el apellido de todos los candidatos propuestos por cada grupo. Así lo establece la reforma de la ley de designación de senadores por la Comunidad, que data de 1987, aunque fue modificada en el 2000, que PP y Vox han impulsado de forma conjunta en lo que supone su primera acción legislativa en conjunto desde que el pasado 10 de marzo suscribieron el acuerdo de Gobierno.  

De esta forma, cuando la nueva normativa esté en vigor –va con cierto retraso frente a la previsión inicial, aunque ambos grupos esperan que esté aprobada en septiembre–, los candidatos serán designados siempre que tengan el número de votos válidos que obtengan, a diferencia del actual sistema por el que los tres senadores se votan en bloque y sólo cabe el 'no', el 'sí' o la 'abstención' para todos, y que requiere de una mayoría absoluta en una primera vuelta y simple en una segunda votación.

Un cambio legislativo que llega después de que el pasado 10 de mayo, el Partido Socialista amenazase con bloquear la elección de los senadores por designación autonómica al volver a incluir el Partido Popular a Javier Maroto –exalcalde de Vitoria y portavoz del PP en el Senado– como candidato por la Comunidad. «Queremos evitar la intervención política, hasta el punto y absurdo de que un grupo vota en contra de su candidato», explico Raúl de la Hoz, portavoz del Grupo Parlamentario Popular, en una rueda de prensa conjunta con su homólogo de Vox, CarlosMenéndez, tras registrar la proposición de ley conjunta.

En este sentido, consideró «evidente» que en esta ocasión el Grupo Socialista quería mantener «de forma ilegítima» el «statu quo pasado» para conservar así el reparto anterior –dos senadores del PSOE y uno del PP– una vez que las elecciones del pasado 13 de febrero cambiaron el reparto de escaño a favor de los populares en detrimento de los socialistas.

El portavoz popular apostó por una tramitación lo «más ágil posible» de esta modificación legislativa, para tenerla aprobada «a la mayor brevedad», aunque señaló que la próxima elección de senadores no se producirá «hasta dentro de cuatro años», negando cualquier adelanto electoral en el horizonte de las municipales del 2023.

«Vox cumple», sentenció Carlos Menéndez que quiso marcar de este modo la «diferencia» con el anterior socio del PP, Ciudadanos, al que recordó que llevaba una propuesta similar que, pasado el tiempo, no cumplió. No obstante, recordó que su apoyo a la votación de senadores «no era gratuita», aunque reconoció que han renunciado a cambiar el sistema de reparto de representantes, que les hubiera permitido en el futuro, si son tercera fuerza como ahora, tener un senador.

Otra de las modificaciones que introduce la reforma de la normativa autonómica es la posibilidad de la comparecencia «voluntaria» en las Cortes de los senadores, que lo podrán hacer a petición propia o a solicitud de un grupo o la quinta parte de los miembros de la comisión. No obstante, De la Hoz aclaró que no se puede incluir la obligatoriedad por una sentencia del Constitucional del año 2017.

«Cacicada de Mañueco»

La reforma de la normativa autonómica para designar a los senadores por la Comunidad fue calificada ayer como «una cacicada más» por el Partido Socialista, cuya viceportavoz en las Cortes, Patricia Gómez Urbán, recordó que en las últimas dos legislaturas el senador propuesto por el PP «era un castellano y leonés de toda la vida, de pro», que conocía «las costumbres y los problemas de Castilla y León» como era el vitoriano Javier Maroto. En este sentido, indicó que con el cambio de la ley, tanto el Partido Popular como Vox buscan que «no vuelva a suceder» lo que ha hecho el PSOE, que en ambas ocasiones votó en contra de esta designación.

Por ello, explicó durante una rueda de prensa en Salamanca que esta propuesta de las dos formaciones que sustentan la Junta «es otra cacicada más del Gobierno de Mañueco», porque hasta ahora los senadores por la Comunidad se tenían que elegir «con el acuerdo de todos los grupos y con una mayoría suficiente».

Y es que según Gómez Urbán, al PSOE le importan los castellanos y leoneses, «no se vende» y es capaz de poner en peligro la elección de su propio senador, el salmantino Fran Díaz, «a cambio de la dignidad» y de que no haya un senador que no conocer los problemas de la Comunidad ni cuantas provincias tiene. «Una vergüenza más de este Gobierno para poder eludir que no se necesite el acuerdo o la mayoría el hemiciclo y puedan nombrar a quiénes quieran y como quieran», concluyó la socialista.