Soria destina 4,5 millones a retenes en los montes

A.I.P
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La Junta cuenta con una docena cuadrillas forestales (dos durante todo el año) y la Asociación Forestal de Soria, con una media de quince y un centenar de trabajadores

Soria destina 4,5 millones a retenes en los montes - Foto: E.G.M

Las autoridades eluden hacer comparaciones territoriales cuando de catástrofes naturales se habla, más en un verano como el de este año, de sequía y calor extremos, nefasto para los bosques de Castilla y León y de media España. En un contexto especialmente adverso como el pasado periodo estival, Soria vuelve a ser ejemplo y se salva de las llamas [ver páginas siguientes]. El azar es un factor clave, cierto, pero sin la perseverancia en la conservación y el mantenimiento de los montes, quizás, la provincia también copara titulares sobre grandes extensiones calcinadas. No hay que olvidar que Soria cuenta con 620.830,77 hectáreas de superficie forestal (un 72% de monte arbolado, 446.997 hectáreas), según el IV Inventario Nacional publicado este año por el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico. Y cabe poner de relieve que casi siete de cada diez hectáreas son propiedades privadas (montes de socios, particulares y libre disposición) y el resto, montes de utilidad pública (MUP). Por ello, la intervención preventiva debe seguir la misma lógica, para que sea eficiente, sea cual sea la titularidad. Así, este año se movilizan alrededor de 4,5 millones de euros en montes públicos (2.460.000 euros) y privados (más de dos millones gestionados por Asfoso -Asociación Forestal de Soria-) en los distintos retenes dedicados a prevención de incendios en la provincia.

Tal y como especifica el jefe del Servicio Territorial de Medio Ambiente, José Antonio Lucas, son doce los retenes que desarrollan tareas de tratamientos silvícolas que permiten mejorar el estado de las masas arboladas reduciendo el riesgo de incendios forestales. «Son cuadrillas terrestres, normalmente compuestas por siete peones y un capataz, que en peligro bajo se reducen a cinco y uno. Son los 'Romeos', denominados así por la codificación americana. Estos retenes en peligro alto de incendios hacen trabajos más livianos o están en módulo de parada, dependiendo del calor, ya que existe un acuerdo entre la Dirección General de Patrimonio Natural y los responsables de jornada de cada día y en base a ello se establece la actividad [...] En la época de peligro medio-bajo es cuando es más relevante la silvicultura preventiva de incendios [...] De estos retenes, el que menos tiempo está son cinco meses y los que más, hasta doce. Hemos ido aumentando estos años y parece que va a ser más, lo que dará mayor estabilidad a los trabajadores», resume.

por comarcas. Los doce retenes de la Junta en la provincia (en las zonas de San Leonardo, Pinar Grande, Vinuesa, San Pedro Manrique, Covaleda, Ágreda, Almazán, Santa Cruz de Yanguas; El Burgo de Osma; Quintana Redonda; Bayubas de Abajo; y Almarza) han permanecido operativos hasta este jueves 27 de octubre. «La planificación se realiza semanalmente [...] Este año el peligro alto de incendios se declaró antes y ha terminado más tarde, han sido tres meses y medio, y casi un mes de peligro medio», subraya. De hecho, hay dos retenes que están operativos durante todo el ejercicio.

Cada uno de los equipos que trabaja en montes públicos gestionados por la Junta de Castilla y León tiene un presupuesto anual y en este 2022 suma la cantidad antes referida, 2.460.000 euros (los contratos se formalizan por varias anualidades).

Los trabajos silvícolas que desempeñan los retenes consisten, fundamentalmente, en clareos de masas de repoblaciones con una densidad sustancial (retirada de árboles); en podas de arbolado de cierta altura, en algunos casos hasta seis metros para evitar la continuidad vertical del fuego y «para que si un incendio viene por el suelo no se propague a las copas»; y en desbroces con los que se elimina la continuidad horizontal, lo que permite ralentizar el avance de las llamas, y también vertical porque, a veces, el matorral alcanza hasta los dos metros de altura. Por las condiciones meteorológicas de cada estación, en los meses de otoño y primavera se concentra la mayor actividad forestal.

Además de cumplir con el objetivo de 'limpiar' los montes como medida prioritaria de prevención de incendios, estos tratamientos silvícolas suponen, en buena medida, un reporte económico. En síntesis, lo que se conoce como ordenación de la masa forestal. «Una hectárea tipo de arbolado tiene 2.500 pies y cuando llega a la edad de corta, con 80-100 años, tiene que contar con 400 pies, por lo que la reducción de densidad se realiza en tres o cuatro intervenciones. La primera es cuando la masa es joven y las ramas se están tocando, lo que llamamos clareo, que tiene coste económico porque el producto obtenido no tiene valor comercial. Luego ya, después de dos o tres claras, el arbolado puede servir para postes, palets... y cuando son árboles más gruesos, para vigas de construcción, aserrío para tablón... En la corta final, la última antes de la repoblación, se obtienen productos de más valor, para chapados y vigas de grandes dimensiones», relata el responsable de Medio Ambiente.

en los privados. Asimismo, el jefe del área de Medio Ambiente hace hincapié en la tarea desempeñada por Asfoso (Asociación Forestal de Soria) en las últimas dos décadas, y pone el acento en dos de las líneas de ayudas a propietarios, por un lado, para silvicultura preventiva de incendios y, por otro, para desbroces silvopastorales (quinquenales) para limpiar pastizales. Se completan con las convocatorias de forestación de tierras agrarias y de planificación, aunque estas dos no tienen una incidencia directa en lo relativo a la prevención de incendios. «Asfoso está muy bien organizada y ayudamos a elaborar proyectos de ordenación y planes dasocráticos», matiza Lucas. 

Las cifras avalan este reconocimiento. Según explica el gerente de Asfoso, Pedro Medrano, en este ejercicio la entidad ha dispuesto de una media de 15 cuadrillas y un centenar de trabajadores, con una inversión próxima a los dos millones de euros. Por lo tanto, contando con lo desembolsado por la Administración autonómica en 2022 en la provincia, los retenes movilizan más de 4,5 millones en el presente ejercicio.

«Tenemos participando en procesos de conservación medio centenar de montes de socios, unos 500 propietarios individuales, 20 ayuntamientos y 65 ganaderos en extensivo, lo que muestra la magnitud del proceso participativo conseguido en torno a la superficie de gestión privada», abunda el gerente de Asfoso.

Igualmente, Medrano pone de manifiesto el «esfuerzo económico» que realiza la Junta de Castilla y León en las acciones para evitar los incendios forestales, a través de trabajos silvícolas, y los programas de ayudas a los que pueden acceder los propietarios forestales de régimen privado. «No siempre se cumplen los requisitos», advierte. Por ejemplo, los montes de socios abarcan una superficie de unas 180.000 hectáreas, pero algunos no tienen constituida su junta gestora, aunque Soria se diferencia de otras provincias en que ya cuenta con «muchos legalizados», por lo que es más factible conseguir ese apoyo económico para conservación. 

«En Soria hay otro problema y es que hay muchas fincas, de propiedad individual, muy pequeñas y están medio abandonadas, y tampoco pueden optar a los mínimos de superficie que exigen las líneas de ayuda. Ahí creamos agrupaciones de propietarios para que conjuntamente puedan acogerse a estos sistemas. Igual ahora tenemos unas 400 personas afectadas», sostiene el representante de Asfoso.

En definitiva, uno de los cometidos prioritarios de Asfoso es la organización de la propiedad, también en el caso de los dueños de montes que ya no residen en la provincia de Soria, por lo que se vuelca en la comunicación permanente con los sorianos de la diáspora. «Los montes se quedan aquí y si no están en buen estado, de nada sirve el resto de las políticas de conservación», significa.

También, Asfoso trabaja en acuerdos con entidades privadas (Correos, CaixaBank, Paradores...) para conseguir patrocinios que permitan «un mínimo» de gestión donde no pueden llegar las ayudas autonómicas.

soria, distinta. Así las cosas, tanto por la gestión pública y privada como por la conciencia social sobre el cuidado de los montes, se evidencia la distinción provincial en materia forestal. «En Soria hay varias diferencias que nos singularizan respecto a otras provincias. De toda la vida se ha hecho silvicultura preventiva, con fondos propios de la Junta y con fondos de mejora de los propios montes, de las entidades locales propietarias [...] Todas las administraciones en Soria están muy identificadas con los montes», subraya José Antonio Lucas.

Para el gerente de Asfoso la conservación de los montes es «de interés general para nuestro país, ya que genera retornos en los ámbitos  medioambiental, económico y social». «Donde se está perdiendo la gestión es donde aparece la enfermedad: incendios, plagas, inundaciones...», apostilla.

Por último, tanto el jefe del Servicio Territorial de Medio Ambiente como el representante de Asfoso resaltan el uso social del patrimonio forestal de Soria y, por consiguiente, la conciencia arraigada en torno a su cuidado. «Hemos dado mucha importancia a este uso del monte y tenemos 180 áreas recreativas (20% de Castilla y León). No solo son los ingresos económicos de la madera, más de 13 millones en utilidad pública en 2021, repartidos a los ayuntamientos propietarios. Todo esto también es único en España», finaliza Lucas.