Supone el eje vertebrador de toda la Comunidad y canaliza el tráfico que recorre la meseta Norte. Para Soria, representa una línea básica en la revitalización de su economía y es una de las infraestructuras más reclamadas históricamente desde el ámbito empresarial y social. 

La autovía del Duero, la A-11, se divide en ocho tramos en su vertiente soriana. El primero (la circunvalación de El Burgo de Osma) se inauguró en 2004. Quince años tardaron en llegar los dos siguientes. Santiuste-El Burgo de Osma y La Mallona-Venta Nueva se pusieron en servicio el pasado mes de abril y mayo, respectivamente, y sumaron 14,5 kilómetros de autovías en Soria. De los otros cinco que restan, tres están en obras y la previsión es que uno de ellos, San Esteban-Langa de Duero, pueda ponerse en marcha en «la primavera de este 2020» ya que «en estos momentos se encuentra al 93% de ejecución» y las obras avanzan «a buen ritmo». Los otros dos en ejecución deberán esperar todavía hasta 2021 para su apertura. Y aún quedan otros dos pendientes de diferentes trámites administrativos. 

«Todos los tramos [los tres adjudicados] están en obras y no hay incidencias dignas de reseñar como para que pueda haber retraso sobre la planificación prevista», asegura el subdelegado del Gobierno en Soria, Miguel Latorre, quien recuerda que la previsión es que «entre 2020  y 2021 se abran todos los tramos». Declina no obstante concretar fechas ya que, insiste, «siempre caben incidencias que pueden surgir durante la ejecución del contrato y que generalmente están vinculadas con inclemencias meteorológicas». En este sentido, apunta, «el último mes ha sido más problemático por las lluvias, pero las obras siguen su curso y no hay mayor incidencia en ninguno de los tramos». 

Los Rábanos-La Mallona: Es uno de los dos tramos sorianos que acumula mayor demora si bien, asegura Latorre, «no está parado». En estos momentos «está pendiente de actualización de proyecto», especifica. Para ello, «hay solicitada una orden de estudio para actualizar el proyecto a la legislación y a la normativa y está pendiente de aprobarse esa orden».

Una vez se actualice el proyecto, se «iniciarán las expropiaciones y el resto del proceso», anuncia, aunque reconoce que esa fase «depende de que tengamos ya un gobierno estable y se pueda empezar a planificar las actuaciones pendientes». «Confío en que, cuando haya nuevo equipo, esto se relance», sentencia Latorre. 

Venta Nueva-Santiuste:Es uno de los tramos más esperados ya que ahí se localiza el Temeroso. Fue adjudicado hace una década pero  sus obras se han paralizado en los últimos años por el hallazgo de una calzada romana. Una vez «desbloqueado el tema» tras la «aprobación de un modificado de cinco millones de euros», Latorre confía en que «este año se de el impulso definitivo a este tramo», e indica que «hasta ahora ha avanzado mucho el subtramo que no estaba afectado por la calzada romana, pero ahora ya se está trabajando en el tramo de la calzada». Según concreta, el nivel de ejecución de este tramo de 16, kilómetros es del 55%. La terminación contractual era para el último trimestre de 2020 pero, tras el modificado, se retrasará a 2021.

El Burgo-San Esteban: «De los tramos en obras, quizá es el más retrasado» respecto de la planificación inicial, admite Latorre, quien repara no obstante en que «se ha relanzado» tras «solventar la tramitación administrativa» y desde hace unos meses «hay ya movimiento de tierras y la idea es que este 2020 avance considerablemente». 

En este sentido, recuerda que ha estado parado durante cerca de dos años tras entrar en concurso de acreedores la adjudicataria, Assignia Infraestructuras, en 2016. «El administrador concursal, con el impulso de la Delegación del Gobierno, ha conseguido ya la subrogación a otra empresa, ASCH, y ya desde este otoño se está trabajando en ese tramo y son visibles los avances tras casi dos años paralizado», subraya. El nivel de ejecución en este apenas es del 25%. Inicialmente se esperaba para 2020.

San Esteban- Langa:«Es el más avanzado y, si no hay imprevistos, para la primavera se podrá poner en servicio», aventura el subdelegado, que destaca que ya está ejecutado el 93%. 

Langa de Duero-Aranda: «Se paralizó en 2016, cuando se rescindió el contrato con Corsán Corvian por un concurso de acreedores. En julio de 2019 ya se realizó formalmente el encargo para la redacción de la actualización del proyecto a INECO, que es un medio propio del Ministerio de Fomento», concreta sobre la situación del tramo que va más demorado. «La idea es que, en cuanto esté la redacción, se pueda reiniciar», asegura Latorre, que admite no obstante que dependerá de presupuestos.