Reducir el drama de la enfermedad de COVID-19 a cifras resulta frío, incluso deshumaniza, pero es la manera más objetiva de poder valorar realmente el efecto que el SARS-CoV-2 ha tenido en nuestra sociedad. Sin embargo, las cifras de la pandemia se han convertido en una información confusa, cambiante, laberíntica, y disponer hoy de datos precisos y fiables parece una utopía. Ni siquiera en el número de fallecidos las autoridades se ponen de acuerdo. El Ministerio lleva unos días sin reportar fallecimientos, mientras las comunidades (entre ellas, Castilla y León) sí que comunican muertes. La Junta ofrece unos datos, atendiendo las bajas de las tarjetas sanitarias. Los Registros Civiles aportan los suyos, teniendo en cuanta las certificaciones de fallecimientos. Y las funerarias tienen también su propio recuento, atendiendo los servicios prestados. En la teoría, todos deberían cuadrar. En la práctica, las cifras no encajan. Y, en medio de esta confusión, el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha dado a conocer esta semana un estudio dedicado a la estimación semanal del número de defunciones por provincias e islas durante el brote de Covid-19. La conclusión es que la pandemia ha provocado desde principios de marzo 48.000 muertes más que en años anteriores en España. En Soria, según los datos del INE, han muerto 582 personas desde el 2 de marzo hasta el 24 de mayo, es decir, 357 más que el año pasado en este mismo periodo (cuando perecieron 225 personas en esos tres meses). La media de los últimos cuatro años
Ciñéndonos a las fechas del estado de alarma, entre el 9 de marzo y el 24 de mayo la suma es de 550 personas fallecidas en Soria. La media de los años previos, justo la mitad:225.
un 65% más que en 2019. El número estimado de defunciones en la provincia durante las 21 primeras semanas de 2020 (hasta el 24 de mayo) asciende a 827 personas, lo que supone un aumento del 65,07% respecto al mismo periodo del año anterior, según los datos publicados por el INE y recibidos desde los registros civiles combinados con información histórica desde el año 2000 de la estadística de defunciones.
A nivel nacional, la variación anual estima un aumento del 24,1% (43.945 muertes más), lo que deja en evidencia la crueldad con la que la COVID-19 se ha manifestado en la provincia, que triplica este porcentaje. Los datos del INE contrastan con las cifras oficiales proporcionadas por el Ministerio de Sanidad sobre el coronavirus, que recogen a nivel nacional un total de 27.127 fallecimientos desde el inicio de la epidemia. Sin embargo, el INE puntualiza que «dado que estos datos reflejan la mortalidad sin distinguir causas, no se puede medir de forma exacta el impacto de la pandemia COVID-19, pero sí se observa un considerable aumento en el número de defunciones en España».
115 fallecidos en una semana. De acuerdo con este informe, la semana con mayor número de defunciones en Soria fue la 13 (que comprende del 23 al 29 de marzo). Murieron 115 personas en Soria, cuando el año pasado fueron 17, 18 en 2018, 26 en 2017 y 20 en 2018. Durante las semanas 12 a 16 (desde el 16 de marzo al 19 de abril) el incremento de defunciones fue siempre superior al 50% en la provincia.
La última semana estudiada, la del 18 al 24 de mayo (semana 21), y también en la anterior (semana 20, del 11 al 17 de mayo), han fallecido menos personas en Soria que en los años anteriores. En concreto, 16 personas en la semana 21 y 20 personas en la semana 19 este año, frente a las 25 que murieron en ese periodo de 2019, lo que evidencia, por fin, un cambio de tendencia en la mortalidad de la pandemia.
Esta estadística del INE, denominada ‘Estimación de Defunciones Semanales durante el brote de COVID-19 (EDeS)’, se publicará cada dos semanas, siempre en miércoles (salvo festivos) y ofreciendo datos con diez días de retraso.