Las autoridades de Pekín, la capital china, han informado de que ya no exigirán presentar test negativos para entrar en supermercados, centros comerciales y oficinas estatales en un intento por flexibilizar las medidas impuestas contra el coronavirus ante la ola de protestas registrada en varios puntos del país.
El Gobierno local ha indicado en un comunicado que ya no se solicitarán este tipo de pruebas para acceder a algunos espacios públicos y ha indicado que únicamente será necesario "escanear los códigos sanitarios antes de acceder a estos recintos" públicos.
Las nuevas medidas han sido implementadas ante las críticas vertidas por gran parte de la población contra la política de 'COVID cero' del Gobierno chino. Ahora, los usuarios del transporte público podrán también acceder a las instalaciones sin presentar test negativos. Tampoco serán necesarios para entrar en zonas residenciales o trasladarse a otras localidades.
Este tipo de prueba en masa ha sido esencial para el gigante asiático a la hora de rastrear los contactos de COVID-19 en plena pandemia. No obstante, algunos recintos seguirán manteniendo esta medida, como cafeterías, bares, karaokes, hospitales y guarderías, entre otros.
Las autoridades locales han puntualizado que los diferentes distritos de Pekín deberán mejorar el servicio de test y han recordado la importancia de utilizar mascarillas y reducir los contactos.