Los camiones cisterna de la Diputación Provincial de Soria no paran estos días. Las demandas de agua potable se han multiplicado en los pueblos, obligando a hacer hasta cinco salidas en un mismo día para abastecer las necesidades de la población del medio rural soriano.

Agosto está siendo sin duda el periodo más complicado. En lo que llevamos de mes se ha distribuido ya cerca de un millón de litros de agua en la provincia. Hasta el día 15 se habían suministrado 824.000 litros (293.000 hasta el día 8 y 531.000 en la semana del 8 al 15) y esta semana «las demandas han seguido en la misma línea», apunta la vicepresidenta de la Diputación, María JoséJiménez. Se esperan todavía unos días malos hasta que los pueblos se vacíen de veraneantes y turistas y las necesidades de agua se rebajen, por lo que es previsible que solo este mes de agosto se reparta tanta agua como en todo el año pasado, cuando apenas fueron necesarias 46 salidas de los camiones cisterna. Entonces se repartieron 1,2 millones de litros.

En lo que llevamos de 2022 los camiones han atendido ya más de un centenar de demandas y se han repartido ya más de dos millones de litros, prácticamente la mitad ha sido este mes de agosto.

La sequía sufrida este verano está obviamente detrás de esta situación pero, también, es el efecto del incremento de población por la época estival. Con todos los pueblos llenos y con algunos censos multiplicados hasta por diez, las necesidades de agua se han disparado, y no todos los depósitos dan abasto, precisamente en un año seco como este. Hay «falta» de agua porque los manantiales no cubren las demandas pero, además, la sequía ha traído consigo un problema añadido de «calidad». «Al bajar los acuíferos, los niveles de nitritos suben, y la calidad del agua baja. Al tener el acuífero menos producción, la contaminación es más concentrada y el agua no presenta la calidad adecuada para el consumo humano», explica Jiménez siguiendo las explicaciones que el propio presidente de la Diputación,Benito Serrano, dio esta semana tras la Junta de Gobierno. Entonces, el máximo responsable provincial reconoció que «cada día que pasa tenemos peores datos» por culpa de la sequía y asumió que se esperan «más peticiones» en el Parque de Maquinaria.

En algunos pueblos la demanda de agua ha sido puntual por una avería, por falta en un momento dado, pero en otros el problema se arrastra ya varios días. «Ahora el pueblo que está sin agua, como está lleno de gente, el depósito no da a basto y no le aguanta nada, por lo que hay que ir prácticamente a diario a llevarle agua», justificó Serrano. Calatañazor o La Alameda son dos de los pueblos en esta situación.

UN CENTENAR DE PETICIONES PARA LLEVAR AGUA. En lo que llevamos de año, los camiones cisterna de la Diputación han hecho ya más de un centenar de salidas para suministrar agua potable a los pueblos de Soria. La mitad han sido en lo que llevamos de agosto. 

En todo el año se han repartido más de dos millones de litros, cerca de uno corresponde al mes en curso. El año pasado se atendieron 1.278.500 litros pero un año antes, también afectado por la sequía, fueron 3.173.000. 

Gómara ha sido el pueblo hasta el momento que mayor aportación ha recibido (402.000 litros). Fue en julio por una avería.Este mes, Calatañazor está sufriendo graves problemas para atender a la población y han recibido ya más de 300.000 litros de agua.