Jorge García pone su trineo en marcha

Sergio Recio
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El musher de Ólvega comienza con sus entrenamientos de nieve en su propio municipio gracias al temporal. Con varios de sus perros en sus últimos años de competición, busca adaptar a sus nuevos cachorros

Jorge García pone su trineo en marcha - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

La llegada del temporal ‘Filomena’ causó estragos en toda la provincia de Soria. Todavía una semana después su resaca crea serias dificultades en muchos sorianos y en el mundo del deporte todos los eventos se tuvieron que aplazar una semana. Mientras muchos miraban el pasado sábado al cielo con preocupación y mucha resignación, a un olvegueño se le dibujaba una pequeña sonrisa, «he tenido mucha suerte porque es evidente que para poder entrenar necesito nieve, y en esta ocasión ha caído mucha». 

Comienza la temporada de invierno para Jorge García, el musher pasa ahora de tener que desplazarse a Santa Inés de forma esporádica y pendiente de las condiciones climatológicas, a poder realizar toda su preparación en su propia localidad, «entreno en el camino verde de Ólvega y la verdad es que es una zona que prácticamente no tiene piedras, con allanar un poco el terreno es ideal para poder realizar la preparación».

Entrenar cerca de casa tiene muchas ventajas, «para empezar, el no tener que desplazarme a Santa Inés con todas las molestias que eso conlleva y que siempre depende de que el tiempo lo permita, o incluso a otras provincias», reconoce. Para competir en esta superficie «al final tengo que hacer muchos kilómetros y esto me ayuda mucho a poder preparar con más tranquilidad todo lo que viene por delante».

Aunque por el momento poco o nada va a poder competir, «ya se ha aplazado la Copa de España y el Campeonato Absoluto y la primera fecha importante será el nacional de tierra que celebramos en Ólvega». Jorge García debutará el último fin de semana de febrero en casa y solo hay un objetivo, «quiero ganar». Ambicioso como el que más, lleva meses entrenando esperando que llegue ese momento.

Pretemporada. El mes de junio es siempre la fecha de inicio para los entrenamientos de Jorge García con sus perros. Es la pretemporada en la que todos los esfuerzos se destinan a la puesta a punto, «los primeros meses son de muchos calor y por eso acumulamos kilómetros, lo hacemos sin amarrar a los perros al trineo para que no se agoten físicamente».

La otra parte de la preparación va centrada en mejorar su potencia muscular, «solemos ir varios días al lago de Mina Petra para que naden, un ejercicio muy bueno para la fuerza». Posteriormente «atamos los arneses a un quad para que tiren de él, no importa la velocidad solo queremos que ganen masa».

Con la llegada del otoño las grandes distancias van reduciéndose, «es una forma de dosificar a los perros para que luego cubran los recorridos marcados sin grandes dificultades». Porque el mayor problema es su impaciencia, «una vez se atan al trineo se vuelven muy impacientes y la única forma de asegurar que no pierdan fuerza según avanzan las carreras es que ya estén acostumbrados a trayectos más largos».

Apuesta esta vez por el trineo de ocho perros, «el más espectacular», una especialidad que podrá verse en Ólvega el 27 y el 28 de febrero, «la motivación es grande pero conocer el terreno no te da una gran ventaja». El musher teme la distracción de sus perros, “siempre entrenamos en el recorrido que vamos a hacer en el Campeonato de España de Ólvega pero eso también puede jugar en nuestra contra. Se saben todos los giros y han pasado todo en ambos sentidos y el día de la competición puedes tener la duda que les haga decidirse por otro recorrido y el resto solo van a hacer ese porque no conocen otra ruta alternativa ni otro camino».

Contará con una combinación de perros veteranos y noveles en un proceso de trabajo y adaptación que ahora se antoja largo.

Cambios. Con el paso del tiempo algunos de los mejores perros de Jorge García viven ahora sus últimos años en competición. Luka, de 11 años, ya no se encarga de tirar del trineo, «ya se ha ganado la jubilación y ahora cuando entrenamos va suelta y sirve de guía para los nuevos cachorros».

El musher deposita toda su confianza en Bambú, «es mi mejor perro», reconoce, “es el que va delante, el que hace caso de todas mis órdenes, es mi cabeza dentro del equipo porque una vez que estamos en movimiento los nervios aparecen en el resto y él es el que pone la calma».

La preparación no ha sido sencilla por otros factores. Uno de sus canes enfermó, «eso ha frenado esa adaptación e incluso pensaba que no podría competir». En esta caso los aplazamientos de las competiciones han jugado a favor, «dará tiempo a que se recupere completamente y a su vez a conseguir que seamos competitivos».

Con tantos perros tirando del trineo el trabajo de coordinación es básico, «aunque es importante aclarar que lleves a los que lleves lo importante es que los de delante sean buenos, que si ven cualquier otro animal o una simple distracción, sepan que deben seguir su camino». Esta situación hace que por el momento no haya encontrado un relevo para Bambú, «cuando se jubile necesito que uno de ellos esté a su altura, ahora no es posible pero confío en que pueda conseguirlo».

Jorge García se encuentra en pleno proceso de transición para un cambio de generación, un trabajo duro en el que debe combinar el ser competitivo a corto plazo con unos entrenamientos que le aseguren seguir en los más alto en los próximos años. De momento puede aumentar su número de entrenamientos gracias a Filomena, lo hará en su casa, donde espera triunfar en el próximo Campeonato de España.