La plaza de las Mujeres acogió hoy una concentración contra las macroganjas, convocada por diferentes colectivos, y exigir a las administraciones que apuesten por la ganadería extensiva y familiar, ya que el actual modelo provoca "impacto en el medio ambiente, la salud y el medio rural".

Begoña Izquierdo, una de la portavoces de la Asociación Hacendera, subrayó que la concentración pretendía concienciar a la gente de los perjuicios que generan el modelo industrial, y exigió la moratoria para paralizar los nuevos y ampliaciones de las macrogranjas con el fin de disminuir las cabezas de ganado.

Diferentes colectivos, asociaciones y plataformas de Soria se sumaron a la iniciativa que desde el pasado lunes, 28 de noviembre, la Coordinadora Estatal Stop Ganadería Industrial, compuesta por más de 70 movimientos y organizaciones nacionales e internacionales, ha promovido para denunciar y visibilizar el rechazo que hay en todo el país a las macrogranjas, "por los peligros ambientales, socio económicos, y de salud derivados de este modelo".

La concentración en la plaza de las Mujeres de Soria estuvo coordinadas por las asociaciones y plataformas Asden, Asociación Hacendera, Asociación de Fuensaúco, Asociación Pueblos de Soria de desarrollo sostenible, Peroniel Limpio y Soria Verde (Cidones).

Los municipios que se sumaron a las plataformas son Cidones, Fuensaúco, Fuentetecha, Herreros, La Rubia, Muros, Narros, Noviercas, Peroniel, Ocenilla, Soria y Villaverde del Monte.

El colectivo calculó que en Soria hay 500.000 cerdos pero se pretende alcanzar el millón de cabezas, es decir, que se plantea la ampliación o construcción de nuevas granjas para llegar a esta cifra. "Esto es aberrante y se genera una burbuja. La mayor parte de la carne que se genera es exportada, sobre todo, a China", precisó Izquierdo, para insistir que el gigante chino ha superado la crisis porcina y construye "megagranjas" por lo que dejará de comprar a España.

"Este tipo de ganadería industrial se asiente principalmente en tres pilares: producir mucho, producir rápido y producir al más bajo coste económico, y todo esto sin tener en cuenta las consecuencias ambientales, sociales, salud y maltrato animal, entre otras", indicó.

Así, durante esta semana, del 28 de noviembre al 4 de diciembre, se han llevado a cabo actividades de denuncia y sensibilización en todo el país, con la intención de concienciar y poner freno a la concesión de licencias para la creación o ampliación de proyectos de ganadería industrial.

En el caso de la provincia de Soria, diferentes colectivos locales de municipios que "ya sufren una macrogranja o se proyecta construir o ampliar alguna", se han acercado hasta los terrenos de las mismas para llevar a cabo concentraciones de rechazo, con carteles como los que se han mostrado este jueves en la plaza de las Mujeres de Soria. Entre ellos, se podía leer 'Stop Ganadería Industrial',' Peligro macrogranja de cerdos, vacas o pollos/gallinas' y 'Ni en tu pueblo ni en ningún sitio'.

En la concentración han participado diferentes colectivos locales de los municipios de la provincia que sufren una macrogranja o donde se proyecta construir una.

Los colectivos advirtieron que la contaminación de agua por nitratos en España es "tan grave" y las medidas puestas en marcha "tan insuficientes", que han llevado a la Comisión Europea a abrir un procedimiento de infracción contra España en 2018.

"Ante la inacción de las administraciones, en diciembre de 2021 la Comisión decidió llevar a nuestra país ante el Tribuna de Justicia de la Unión Europea por incumplimiento de la Directiva de Nitratos, lo que podría terminar en una multa millonaria contra España", recordaron.

Así, los colectivos se suman a las demandas de la Coordinadora Estatal Stop Ganadería Industrial como "establecer una moratoria a la ganadería industrial de, al menos, cinco años: ni explotaciones nuevas ni ampliación de las existentes, así como reducir gradualmente la cabaña ganadera en intensivo hasta alcanzar un 50 por ciento menos en 2030".

Asimismo,  exigieron apoyo explícito de la administración a la ganadería extensiva como eje vertebrador del medioambiente y los ecosistemas, así como «fomentar la dieta de salud planetaria a través de la compra pública.

Otra de las demandas pasa por caracterizar y diferenciar a nivel normativo la ganadería extensiva de la intensiva, para que haya un etiquetado claro y homogéneo que permita a las personas consumidoras identificar la procedencia y modelo de ganadería de la carne y otros alimentos de origen animal que compran.