El exceso de velocidad es uno de los factores más recurrentes cuando hablamos de siniestro vial, solo por detrás de las distracciones y por delante del alcohol y las drogas. No en vano, alrededor del 30% de las muertes en carretera están causadas por un exceso de velocidad.

Los límites están claros, pero algunos conductores parece que se resisten a cumplirlos. Y eso que infringir la normativa en materia de velocidad (además de un accidente) puede acarrear multas de hasta 600 euros y la pérdida de seis puntos. La Dirección General de Tráfico pone  en España más de 13.000 multas cada día y, de estas, 8.700 son por exceso de velocidad detectado por un radar (fijo o móvil). En Soria, más de siete de cada diez denuncias de tráfico que se pusieron el año pasado fueron por superar la velocidad permitida.

Para tratar de poner freno a esta problemática, la DGT cuenta con una amplia red de radares fijos repartidos por todos los territorios, a los que se suman radares móviles, helicópteros tipo Pegasus y drones para controlar la seguridad de las carreteras españolas. Sabemos que están, pero levantar el pie del acelerador y cumplir los límites establecidos sigue costando a algunos. La DGT ha sacado a la luz el listado de los radares fijos y de tramo menos respetados para tratar de concienciar así a los conductores, disuadir estas conductas y reducir la siniestralidad al volante.

Un radar de Soria ha entrado en este 'negro' listado, según los datos facilitados por la Dirección General de Tráfico correspondientes al pasado año. Se trata del dispositivo de control de velocidad localizado en el punto kilométrico 141 de la autovía A-2, en la zona de Esteras de Medinaceli. El año pasado interpuso 12.376 denuncias.

El dato evidencia que el radar  soriano detectó a diario (de media) a 34 conductores que circulaban por esa vía de alta capacidad superando el límite de velocidad permitida, que es de 120 kilómetros por hora. Es una cifra demasiado elevada, si bien es cierto que hay que reconocer que está lejos del radar que menos se respeta en España, que se localiza en Valencia y el año pasado llegó a multar a 60.525 personas, es decir, 166 conductores cada día.

Cabe recordar que las velocidades máximas permitidas en las carreteras de España dependen tanto del tipo de vía como de los vehículos que las utilizan. Los datos de los 50 radares menos respetados evidencian que en autovía es donde menos se respetan los límites de velocidad.