Universidades y colegios cerrados, calles vacías, un metro tranquilo y mucha gente haciendo acopio de comida en los supermercados. El caos llega a Milán, así describe la situación Adrián Marino, quien estudió y formó parte del Campus Duques de Soria.

Hoy si que acudirá a su trabajo pero a partir del jueves la situación cambiará y dejará de asistir por decisión de la empresa. Le preocupa que todo esto afecte a su estabilidad laboral. 

A dos horas del foco principal vive Carlos La Orden, un traductor soriano que lleva residiendo en Bolonia once años, ahora ve como la alarma social llega a la ciudad en la que reside.  Aunque la normalidad reina en las calles se respira una calma tensa que si ha afectado a su trabajo, tuvieron que suspender un congreso en Milán que llevaban mucho tiempo preparando.

Calles vacías y acopio de alimentos en Italia

Habrá que esperar para ver como evoluciona la situación, pero al menos ellos consideran que la histeria colectiva que se respira es el problema real más que el propio coronavirus