La hostelería soriana, abocada a cierres parciales

S.Almoguera
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La inflación obliga a algunos hoteles y casas rurales sorianas a dar por terminada la temporada ante la subida de precios y un otoño «flojo»

La hostelería soriana, abocada a cierres parciales - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

Llueve sobre mojado. La pandemia ya dejó a la hostelería soriana «muy tocada», pero ahora la alta inflación y la crisis económica derivada de la guerra en Ucrania dejan a hoteles, restaurantes y bares en una difícil tesitura: o subir los precios o trabajar por un margen de beneficio muy bajo, señala el presidente de la Agrupación Soriana de Hostelería y Turismo (Asohtur), Pablo Cabezón. De momento, insiste, están optando fundamenalmente por la segunda opción. Pero, ¿hasta cuándo podrán aguantar el importante aumento de costes como la luz, la calefacción o la subida de los alimentos?

De ahí que ya haya establecimientos de hostelería de la provincia que estén barajando cerrar entresemana y abrir exclusivamente los fines de semana o directamente, echar el cierre para volver en la temporada alta que marca la Semana Santa y el verano. «Tener disponibles habitaciones y no tener gente», agrega Cabezón, está empezando a no ser sostenible debido a los grandes costes de mantenimiento. 

Este otoño, insiste Beatriz Calavia, presidenta de la Asociación de Turismo Rural de Soria (TurSoria), está resultando, además, «superflojo y no sólo por la micología, que este año es escasa», apunta. También, añade Cabezón porque los consumidores empiezan a retraer el gasto en previsión de que lo peor de esta nueva crisis económica está próximo. «Desde los hogares se ha visto muy resentido el ocio. Ahora se gasta en él lo justo y poco», agrega Beatriz Calavia, que destaca que, pese a la situación adversa, muchos alojamientos rurales tienen que continuar abiertos para tratar de mantener algún tipo de ingreso.

De hecho, apunta el presidente de Asohtur, aunque ahora los fines de semana de momento están funcionando bien, «hubo un frenazo en septiembre» que cortó de lleno una campaña estival que, en general, resultó bastante buena, pero cuyos beneficios fueron menores de lo deseable por la incidencia de la alta inflación en energía, alimentos y otras materias primas fundamentales para el sector hostelero. Y, en este sentido, «no hay colchón», la pandemia ya dejó casi a cero las reservas para afrontar las malas temporadas. «La verdad es que llevamos ya muchos hachazos», reconoce Pablo Cabezón. 

altos costes. A ello se unen los importantes costes que soportan en los últimos meses como consecuencia de la escalada de precios. Sólo los costes en luz y calefacción se han elevado en establecimientos de turismo rural como el de la presidenta de TurSoria un 50% y a ellos se suman en muchos casos  el aumento de las hipotecas que los centros turísticos. «Es que ha subido todo», se lamenta Beatriz Calavia. Además, insiste Asohtur, con la llegada del frío y la menor cantidad de horas de luz natural característica del último trimestre del año se prevé que los gastos en electricidad y energía calorífica aumenten. 

Las expectativas de que la situación cambie a mejor son escasas a corto e incluso a medio plazo mientras el principal elemento distorsionador de la economía, el conflicto bélico en Ucrania, continúe activo. 

Si los fines de semana están siendo buenos para el sector de la restauración, «a pesar de que falta el incentivo de las setas, que también ha perjudicado», matiza el presidente de Asohtur, la temporada no está siendo tan positiva tanto para hoteles como para centros de turismo rural. Y, aún ayuda que la meteorología está siendo clemente. «Cuando empiece el mal tiempo también será un problema», afirma Pablo Cabezón. 

En el caso de los establecimientos rurales, la temporada está siendo un desastre comparada con lo que suele ser un otoño 'normal'. Los fines de semana están funcionando mal. Para el puente de la Constitución las reservas, de momento, van flojas; un poco mejor, afirma, en el caso de «Navidad y Nochevieja». Sólo el próximo puente festivo de Todos los Santos en torno al 1 de noviembre está generando un importante movimiento en el sector hostelero de la provincia. Según Asohtur las reservas en hoteles alcanzaban esta semana el 93% en Soria capital y en las localidades más turísticas de la provincia. 

contención de precios. Precisamente para incentivar el turismo y a pesar de la fuerte subida de costes que está experimentando el sector se está tratando de contener los precios al consumidor. El presidente de la Asohtur destaca el importante esfuerzo que está realizando en este sentido la hostelería soriana. Si en provincias vinculadas al litoral de playa el incremento ha alcanzado incluso «un 60% en zonas como Baleares», asegura Pablo Cabezón, en Soria apenas se ha repercutido la inflación «una media del 5%». El objetivo: no perder posible clientela.  

En las casas rurales de la provincia este año «se han tocado muy poquito los precios», explica la responsable de TurSoria, pero no se podrán contener mucho más. «Desde luego el año que viene tendremos que subir», augura Beatriz Calavia. ¿Serían necesarias ayudas? «Sí, pero es que todo esto está golpeando a todos los sectores. Todos las necesitamos», argumenta el responsable de la agrupación que aglutina a la hostelería soriana. «Todo es una cadena, este es un problema general», alega Pablo Cabezón.

ayudas generales. La hostelería entiende que la situación es muy diferente a la crisis que vivieron durante los peores momentos de la covid-19. Si acaso, insisten, medidas generales que permitan rebajar el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (RPF) o las cuotas de autónomas «que beneficien a la empresa en general», insiste el presidente de Asohtur. «Incentivar el consumo de energía no funciona, porque ya hemos visto que el problema persiste», matiza. 

Desde TurSoria también se pide un mayor control de los establecimientos rurales ilegales «que siguen campando a sus anchas en esta provincia», recalca Beatriz Calavia.   «Y a nosotros se nos exige toda la normativa del mundo», alega la responsable de entidad, supone un daño importante al sector.