La hostelería no encuentra a 7.000 trabajadores cualificados

SPC
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El sector reconoce que esta crisis se viene gestando durante los últimos años por el abandono de las administraciones a la formación dual de la profesión y lamentan que «no se podrá revertir a corto plazo»

Una camarera atiende una mesa en la terraza de un bar de la ciudad de Burgos. - Foto: Christian Castrillo

El sector hostelero de Castilla y León se enfrenta a una reestructuración forzosa por la galopante falta de personal cualificado para trabajar en los locales de la Comunidad, y que viene a poner la puntilla a un problema que el sector arrastra desde hace varios años. Entre 6.000 y 7.000 empleados, entre camareros, cocineros, jefes de sala, oficinistas, personal de hoteles, albergues, hostales, siguen sin aparecer y las empresas hosteleras no consiguen sortear este déficit de profesionales. Una situación que «no se podrá revertir a corto plazo» y que supondrá una «reestructuración» de todo el sector, según reconoce a Ical, el presidente de la Confederación de Hostelería y Turismo de Castilla y León, el burgalés Fernando de la Varga. «ya no llegamos a tiempo, porque estamos en el gran tsunami», dijo el responsable patronal, que recuerda como la pandemia, la crisis energética, la guerra de Ucrania, el encarecimiento de materias primas y la falta de personal han puesto al sector contra la pared.

Una situación que hoy pondrán en conocimiento del consejero de Industria y el director general de Turismo, Mariano Veganzones y Ángel González, que transmitirán a la Confederación de hosteleros las «estrategias y planteamientos a futuro» del nuevo Gobierno. En cualquier caso, De la Varga lamenta que ya dieron la voz de alarma hace más de un año, sobre este problema generalizado en toda España. A raíz de esto, asegura, empezaron a trabajar con el anterior Ejecutivo regional a través del Diálogo Social «muy enfocado a la formación, porque tenían claro que en poco tiempo iba a explotar esta burbuja», pero la convocatoria de elecciones lo paralizó y llevan meses esperando al nuevo equipo para reiniciar los trabajos.

«El problema viene de muchos años atrás porque al sector prácticamente no se le había tenido en cuenta y carece de una formación dual reglada capaz de absorber sus necesidades», añade De la Varga, que cifra en «casi 40.000» los establecimientos hosteleros que están funcionando en Castilla y León, y que ahora están pagando estas carencias desde hace una década, cuando estalló la anterior crisis.

Realojo de la construcción

El presidente de los hosteleros autonómicos explicó que en la crisis anterior se produjo un ajuste y realojo de los despidos de la construcción en la hostelería, pero en durante la pandemia de la covid-19, el personal cualificado hostelero «se refugió en la industria ante la incertidumbre» lo que «ha provocado no solo la falta sino la fuga de trabajadores del sector».

En este contexto, remarcó la paradoja de que «está en juego» un volumen enorme de empleo pese a los elevados niveles de paro, una situación que se repite en numerosos sectores empresariales, lo que «debería hacer que el Gobierno se replanteará qué está ocurriendo». «No hay personal cualificado y ya solo buscamos gente con actitud, aunque no somos los únicos, la falta de mano de obra es generalizada en otros muchos sectores empresariales», lamentó.

Salarios

El responsable de la Confederación de Hostelería y Turismo de Castilla y León defendió que se trata de un sector «muy atractivo cuando se conoce» porque es «muy dinámico, a pié de calle», pero tiene el «hándicap» de que cuando todo el mundo está de ocio el hostelero trabaja, algo que a la gente joven no le atrae. En cuanto a los salarios, afirmó que no suponen un problema, porque, según reveló De la Varga, laComunidad cuenta con los mejores convenios de toda España, con León a la cabeza, y «aquí se cobra más que en Madrid». 

En este sentido, aseveró que es el «menor de los problemas» porque se irá ajustando a la realidad con hiperinflación, y acabará repercutiendo como el resto de costes en el producto final y «acabaremos viendo cafés y cervezas al precio de París». Asimismo, constató que cada día «mejora» en el sector el aspecto de la conciliación, y les gustaría que avanzase mucho más pero «para ese hace falta personal para ajustar horarios y eso es la gran carencia».

Lamentó las «leyendas urbanas» de los fraudes generalizados en la contratación dentro de la hostelería, algo que «no corresponde a la realidad» y que se refleja en el bar de toda la vida, en el que se conoce al personal de siempre, al propietario y a sus camareros. 

Pérdida de inversiones

Fernando de la Varga afirmó que por culpa de esta situación, en Castilla y León se están perdiendo muchas inversiones en el sector hostelero, sobre todo, las que requieren de contratación de mucha mano de obra para poder llevarlos a cabo, a lo que se suma que se producirán «cierres progresivos de negocios de segunda o tercera generación» porque «no tiene relevo y al no haber profesionales cualificados es difícil la cesión o el traspaso». «Este tipo de negocio se muere», resumió el responsable patronal.