El coronavirus sigue su tendencia a la baja y agosto consolida el fin de la séptima ola. Tras dos años y cinco meses de pandemia, la 'gripalización' del virus parece estar más cerca.

En lo que va de mes, Soria ha registrado menos de 200 nuevos positivos, frente a los más de 1.600 que hubo en julio, cuando la transmisión se descontroló impulsada previsiblemente por el fin del uso de las mascarillas y por las fiestas de San Juan.  

La incidencia ha bajado de forma notable y en el hospital, donde llegó a haber medio centenar de pacientes covid en julio, cada vez ingresan ya menos personas por culpa del virus, lo que ha permitido avanzar en la desescalada. De hecho, ya ni siquiera hay una planta «exclusiva» para atender el coronavirus. Tras 29 meses con al menos un ala dedicada a covid y con los buzos y la doble mascarilla puesta, la sexta planta se ha liberado de atender en exclusiva a los pacientes con el virus y la denominada zona 'sucia' ha desaparecido. Ahora, dado que el grueso de los pacientes que ingresan lo hacen por otro motivo pero, al hacerles el cribado, se detecta que son positivos en covid-19, cada uno va a la planta que le corresponde (Urología, Digestivo, Traumatología...) y allí se adoptan las medidas de prevención oportunas. 

¿quién ingresa ahora? «El paciente que está ingresando ahora es un paciente mayor de 80 años pluripatológico, que tiene alguna complicación de su enfermedad crónica y que se descompensa probablemente por la infección (aunque es probable que se descompensaría también sin ella porque son pacientes muy pluripatológicos). Son pacientes que, al hacer el cribado de ingreso, vemos que es un paciente positivo. Ese perfil representa el 90% de los ingresos», especifica la directora médica del Área de Hospitalización y Medicina Interna de la Gerencia de Asistencia Sanitaria de Soria, Marta León. «Luego, hay algún paciente que, por algún cuadro de inmunodepresión crónica (principalmente pacientes tumorales, hematológicos...), cogieron la infección hace dos o tres semanas, se mantienen positivos y siguen haciendo fiebre y, con el tiempo, se sobreinfectan», añade. Y un tercer perfil son «personas que no se han vacunado y que ingresan con una neumonía, aunque lo cierto es que generalmente ya no es una neumonía tan agresiva como las que se veían en las tres primeras olas», advierte la coordinadora de Medicina Interna, quien lleva atendiendo coronavirus desde que estalló todo en marzo de 2020. Los datos evidencian que hoy la mayoría de los ingresos ya no son «por covid» sino «con covid».De hecho, concreta, «de cada seis ingresos, uno puede ser por covid y cinco con covid». 

Hay menos casos graves «y los cuidados durante el ingreso también son menos complejos», añade León, quien indica también que «las altas también son ahora más rápidas en gente joven, aunque en gente crónica y pluripatológica tienen la estancia media de su enfermedad descompensada». 

Es evidente que el comportamiento del virus ha ido cambiado y ahora es «menos lesivo», afirma la internista, que admite que precisamente esa evolución, así como lo aprendido en estos dos años de pandemia, permiten avanzar hacia lo que se ha denominado la 'gripalización' del covid. De hecho, asume ya que «ha venido para quedarse» y que, a partir de ahora, «se quedará como un cuadro catarral respiratorio de vías altas que se complica como puede complicarse cualquier otro virus». 

La situación se ha normalizado en el hospital pero, no obstante, en Medicina Interna son conscientes de que «es posible que después del puente festivo del 15 de agosto vuelva a haber otro repunte». «Esperemos que sean cuatro leves pero, no obstante, en el hospital estamos preparados por si fuera necesario», asegura León, quien recuerda que en julio ya hubo que escalar y «adaptar» la sexta planta casi íntegramente para covid. «Siempre los excesos se pagan y, cuando hay movimiento de población, siempre hay mayor probabilidad de que haya personas que precisen un ingreso», asume. Además, este año hay un incremento de la actividad notable provocado principalmente por el turismo estival. «Este año ni siquiera se ha vaciado la planta del Mirón que otros años se desocupaba porque no era necesaria. Y, en el servicio, ahora el 40% es gente de fuera», concreta.

¿Cómo se comporta ahora el virus ahora?

«Los cuadros son más leves y los cuidados durante el ingreso también son menos complejos. Ya no se pone ni terapia de alto flujo, por ejemplo. Se actualizó el protocolo de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica y ahora hay unas directices muy claras a seguir. El aporte de oxígeno se puede suspender en 48-72 horas, y las altas también son más rápidas», explica la internista Marta León.

Las nuevas subvariantes: El paso de la séptima ola ha dejado muchos contagios en la provincia y, también, ha propiciado el cambio de los síntomas más frecuentes de la enfermedad. Solo las nuevas subvariantes de Ómicron, BA.4 y BA.5, han sido confirmadas por los expertos como más resistentes a la inmunidad generada después de pasar el covid y también al vacunarse. Varios estudios señalan que los síntomas de BA.4 y BA.5 son menos graves y también reducen su duración a una media de cuatro días por los siete que duraba la primera subvariante de ómicron (BA.1).

Síntomas del covid ahora

Entre los principales síntomas actuales del covid se encuentran «la congestión nasal con mucha secreción nasal, con tos seca y algo de picor de garganta». Otros síntomas como la fiebre o la pérdida del olfato y el gusto eran bastante habituales hace meses, aunque se han vuelto menos frecuentes con las nuevas variantes. Y los cuadros gastrointestinales ya también han desaparecido. 

Hacia la 'gripalización'

Incidencia acumulada en estos momentos en Soria: 36.517. 

Es «evidente» que el virus ha ido cambiando en estos dos años. «Ha ido mutando cada vez a menos lesivo y más contagioso. Si hubiera virado a más lesivo, la población hubiese mermado mucho más», advierte León.

«El ambiente vírico ha cambiado mucho. Hubo un tiempo en que el coronavirus era el 'rey' y no había más virus. Ahora que se ha banalizado tendrá que convivir con la gripe, con otros virus y otras bacterias respiratorias propias de la estacionalidad del invierno... y ahí tendremos que ver cómo se comporta cuando se convierta en un componente más», aventura León, quien cree que se quedará «como un cuadro catarral respiratorio de vías altas». 

¿Cómo debemos actuar a partir de ahora?

«Igual que con el calor hablan de prevenir y de cuidar a los mayores, a los niños..., con el coronavirus pasa igual y hay que seguir insistiendo en la prevención. Porque, aunque es verdad que el virus parece que ha cambiado y los cuadros son menos graves, por estadística siempre va a haber alguno que va a ser grave, y a nadie le gusta que le toque y acabe haciendo una neumonía y en UCI. Por eso hay que insistir en la prevención, en seguir manteniendo distancias, estar al aire libre... pero hacer vida, porque ya no queda otra», emplaza la coordinadora de Medicina Interna.

La vacuna

Con 78.863 sorianos que han recibido el ciclo completo de la vacuna y 57.187 que tienen incluso la primera dosis de refuerzo, el siguiente paso es una segunda dosis ya implantada en varios países del entorno. Desde enero, las personas inmunodeprimidas ya la están recibiendo en España, pero aún no se sabe cuándo la recibirá el resto de la población. La cuarta vacuna sigue en evaluación por parte de las autoridades y ha generado debate entre los expertos sobre si es necesaria en toda la población y cuándo debería inyectarse. La ministra de Sanidad anunció en julio que la cuarta dosis de la vacuna contra el covid empezará a administrarse en septiembre.

Libres de covid, ¿por qué no se infectan?

«Aquí hay varios factores de confusión. ¿Es gente que no se contagia o gente que no se detecta la infección? Porque hay varias pruebas diagnósticas y hemos visto pacientes con test de antígenos negativos y PCR positivas; pacientes con PCR positiva y que, al hacerles la serología, sale negativo... Debe estudiarse porque, desde el punto de vista de Historia de la Medicina, todavía es poco tiempo y todavía es pronto». 

Mortalidad. ¿Cómo ha cambiado en esta séptima ola?

56 muertes desde julio relacionadas con covid. «Muere gente con covid, no por el covid como tal. Ahora, cuando hacemos un certificado de defunción, la 'causa fundamental' son principalmente las decompensaciones. Desde julio no hemos tenido ningún exitus por covid, sí con covid», matiza la coordinadora de Medicina Interna. «La mortalidad ha bajado muchísimo y en UCI, de hecho, es nula, porque ahora no hay pacientes en la Unidad de Críticos que ingresen por culpa del covid. Sí han podido ingresar pacientes por otro motivo y, al testarlos, salen positivos», especifica. 

Volver a contagiarse. Alta reinfección

«Los microbiólogos y los epidemiólogos consideran que, cuando un paciente ha tenido una infección por coronavirus, lo que se detecte en los primeros tres meses después de esa primoinfección siempre sigue siendo el mismo virus de inicio; pero ahora se han tipado algunas veces los virus y se ha visto que, en esos tres meses, los pacientes han podido tener dos cepas distintas. Así que ahora es muy frecuente la reinfección», apunta la responsable de Medicina Interna del hospital Santa Bárbara de Soria. Hay personas que lo han pasado hasta cuatro y cinco veces.

Los no vacunados. Algunos... ingresan

«Las olas han ido afectando a diferentes poblaciones pero siempre ha habido poblaciones del Este que no se han querido vacunar -por la barrera idiomática, por la desconfianza en el sistema, por miedo... - y han ingresado con una neumonía bilateral».

¿Qué ha cambiado?

«El virus ha cambiado y ahora estamos más actualizados en tratamientos, en terapias, en detección precoz... y hemos aprendido mucho en circuitos hospitalarios, a la hora de protegernos los sanitarios (ya no es necesario el mono, la doble mascarilla...) y, también, proteger en la calle...».

Si me infecto... vida normal y mascarilla

«Cualquier persona que sospeche que puede tener la infección porque tenga un cuadro catarral (tos, congestión...), que se cubra con su mascarilla si va a estar en un ambiente cerrado, pero que siga haciendo su vida normal.Eso sí, protegiendo siempre a los demás y, sobre todo, a los vulnerables».