El alcalde de Retortillo niega daños en la calzada romana

Sonia Almoguera
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El ingeniero y conocido divulgador Isaac Moreno destaca que el tramo de 100 metros afectado es irrecuperable e insta a evitar nuevos casos señalizando estas vías

La calzada romana afectada a la altura de Retortillo de Soria. - Foto: Cedida por Isaac Moreno

No ha habido daño a la calzada romana que unía Tiermes con Ocilis (la actual Medinaceli) a la altura de Retortillo de Soria. Al menos, eso es lo que mantiene su alcalde, Alberto Medina. La voz de alarma la dio hace unos días el ingeniero, historiador y conocido divulgador Isaac Moreno. Al menos 100 metros, casualmente los mejor conservados de esta antigua vía de comunicación, destaca el experto en ingeniería romana, habrían sido deteriorados durante los trabajos de arreglo de un camino rural. Tras la intervención, sostiene, el firme de la antigua calzada romana ha quedado rebajado «casi un metro» en altura, destruyéndose así el terraplén. «No hay arreglo posible», sentencia Moreno, que insiste en que las vías romanas constituyen un «patrimonio valiosísimo para atraer visitantes» a pueblos como Retortillo. De hecho, tres personas que habían acudido ex profeso desde diferentes puntos de España para contemplar esta vía romana soriana fueron los que le avisaron de la desaparición del tramo.

El primer edil de Retortillo, sin embargo, alega que no ha habido daño. En realidad, señala, «sólo lo hemos allanado [el terreno]. Nada más», declara Medina. El Ayuntamiento de esta localidad emprendió la reparación del camino sin saber que la intervención se toparía con la antigua calzada romana. «Unos 40 metros hacia delante se hizo una cata», explica el primer edil, y se interpretó que los trabajos para unir Retortillo y Torrevicente con este camino rural no afectarían a la infraestructura arqueológica. 

El problema, destaca el regidor, es que no había ningún tipo de señalización que pudiera advertir de la presencia de esta antigua vía. Obviamente, recalca Isaac Moreno, no ha habido mala intención, sólo un cúmulo de circunstancias que, unidas a la falta de señalización, han generado que se pierda un poco más del importante patrimonio histórico de época romana. El pasado mes de julio fueron también destruidos otros 200 metros de la antigua calzada que unía Clunia y Sasamón, a la altura de Lerma (Burgos). Como en Retortillo, a causa del arreglo de un camino rural. En cualquier caso, el alcalde de la localidad soriana insiste en que «no hemos movido tierra. El camino empieza más adelante», asegura. El objetivo de la obra, que el Consistorio realizó en colaboración «con la Diputación Provincial», confirma el primer edil, era mejorar un camino que tenía «baches» . 

Las roturaciones parcelarias del pasado y este tipo de «accidentes» se han convertido en las principales amenazas de estas prodigiosas obras de ingeniería romana de las que Soria, insiste Moreno, tiene buenos y valiosos ejemplos. De hecho, algunas  instituciones han hecho esfuerzos por  conservarlas. Es el caso de la Autovía del Duero A-11, que modificó su trazado para preservar siete kilómetros de la antigua calzada que, hace más de 2.000 años, unía Numancia y Uxama a la altura del tramo Venta Nueva-Santiuste. Pero también otros pequeños ayuntamientos luchan para encontrar soluciones que permitan preservar estos vestigios,como el de Alcubilla de Avellaneda, que busca mejorar la conservación de un kilómetro de vía romana, recalca.  

mapa. Para Isaac Moreno, muy vinculado a Soria y gran conocedor del patrimonio romano en la provincia, es vital que este tipo de destrozos no vuelvan a repetirse. Y para ello insta a la Junta de Castilla y León, que ya realizó un profuso mapa interactivo de las calzadas romanas en la región,a que lleve a cabo un plan de señalización de todas ellas.

Es algo en lo que coincide el alcalde de Retortillo, Alberto Medina, que muestra su disposición a colocar carteles que señalen el trazado de la antigua calzada romana. Tras el incidente, aún se conservan otros 200 metros, aunque, en este caso, detalla Isaac Moreno, en un estado muy deficiente. El destrozo de la vía en Retortillo, asegura el divulgador, no es el primero ni será el último. «Llevo 30 años viendo destruir cosas de todo tipo», apunta. Pero sí espera que este «accidente» sirva, al menos, para seguir avanzando en la concienciación sobre la importancia de conservar el patrimonio romano.