Orgulloso. Así es cómo se siente el patinador artístico Héctor Díez Severino tras conseguir la medalla de oro en la prueba libre de la Copa del Mundo Senior, celebrada el pasado 13 de agosto en Gotingen (Alemania).
A pesar de que no fuera una competición oficial, como el Campeonato del Mundo, la alegría por conseguir este triunfo se puede apreciar en las palabras del joven atleta soriano: «Había trabajado mucho durante toda la temporada y llevo todo el curso con muchos campeonatos y entrenando. Estoy muy contento al haber conseguido hacer buenos programas».
Para lograr este éxito, Díez destaca su actuación en el programa corto. Gracias a un combinado de saltos «bastante superior al resto», el soriano consiguió un gran número de puntos que le dieron ventaja de manera considerable en la clasificación.
Pero al igual que fortalezas, Díez también encontró flaquezas en su intervención. En el programa corto tuvo «una pequeña imprecisión» en uno de los saltos. Cuando se enfrentó a la segunda prueba, él asegura que hubo numerosos aspectos que pudo mejorar. Siguiendo con la autocrítica, asegura que hubo algún aterrizaje que no lo hizo del todo bien, además de varios pasos que le dieron menos nivel y una pirueta en la que no dio las vueltas mínimas. «Siempre hay cosas que se pueden mejorar», añade el atleta.
Pese a ello, pudo conseguir un total de 107,8 puntos, que les sirvieron para consagrarse como líder, superando por casi ocho puntos al segundo clasificado.
En una Copa del Mundo, con 18 años, tenía los nervios a flor de piel, pero Díez logró aparcarlos por un momento y controlar la situación. De hecho, asegura que salió «mejor que otras veces» a competir a la pista, pese a la magnitud del campeonato.
Para poder tener esa mentalidad, Díez trabaja muy duro con el fin de obtener grandes éxitos. La regularidad y la constancia son dos elementos claves para poder competir al más alto nivel. Él trabaja todos los elementos que quiere plasmar sobre la pista a lo largo de la temporada y, poco a poco, los va perfeccionando e integrando. «Trato de entrenar de manera continua, unas horas concretas de patines, de trabajar los programas con la música, con los elementos... y también hago horas de preparación física», señala.
Dentro de sus virtudes como patinador, hay dos elementos que debe de trabajar más en la preparación. Por un lado, el aspecto físico, algo fundamental para que el atleta pueda tener la resistencia y elasticidad necesarias para competir al máximo nivel. Por otro lado, la capacidad de interpretación, que es esencial en el patinaje artístico. Gracias a ello, Díez puede saber si esa idea que quiere transmitir está llegando a los jueces y al público a través de su actuación.
CANTABRIA. El joven atleta forma parte del Club de Patinaje Alexmar, de la localidad cántabra de Santa Cruz de Bezana. También estudia el grado de Biomedicina en la Universidad de Cantabria.
Para poder compaginar los estudios con los entrenamientos, el joven atleta sigue a lo largo del curso una estrategia: «Yo intento dedicar más tiempo a lo que más necesito, dependiendo de la época en la que me encuentro. Ahora, en verano, me centro más en entrenar, ya que dentro de poco tengo todos los campeonatos», explica el patinador. «Cuando estoy en época de exámenes, quizás hago alguna hora de patinaje, pero invierto más tiempo en el estudio. Más o menos me organizo siempre de la misma manera. Las horas de estudio las tengo establecidas y las de entreno pueden variar», añade.
A pesar de la gran carga de trabajo que conlleva compatibilizar tantas variables, Díez siempre tiene tiempo para bajar a Soria y ver a sus familiares y amigos. Suele aprovechar los periodos vacacionales o algún fin de semana que tenga libre para poder pasar un tiempo con su gente.
APOYOS. Aunque no fuera de manera presencial, sus familiares pudieron ver la actuación de Díez en directo a través de un streaming y las redes sociales. Tras el resultado, se mostraron muy contentos con el patinador.
Sin duda, fue una experiencia inolvidable para el atleta soriano. Si algo destaca de su vivencia en tierras alemanas es la compañía con la que contó a lo largo del campeonato, ya que estaba concentrado junto a todos los deportistas que conformaban la selección, además de su entrenadora, Alexia Rojo. Además, todo marchó sobre ruedas porque los entrenamientos en la pista alemana salieron «muy bien» y le encantó aquella localidad alemana.
Tras conseguir este triunfo, Díez no para y tiene la mirada puesta en nuevos objetivos. Este año le quedan por disputar dos torneos. En primer lugar, el Campeonato Europeo en Andorra del 31 de agosto al 10 de septiembre. En segundo lugar, en noviembre, podría participar en Buenos Aires en el Campeonato del Mundo. A pesar de no saber aún si estará convocado, tiene esperanza y expresa que «seguramente vaya».