'La palabra vestida y cantada' en cinco años

A.P.L.
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Unas 2.500 personas han pasado por el seminario del Museo del Traje y este año se abordarán temas diversos, como la Jota

'La palabra vestida y cantada' en cinco años

El Museo Provincial del Traje Popular, con el patrocinio de la Diputación Provincial de Soria, el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua y el Ayuntamiento de Morón de Almazán y la colaboración de SoriamuseuM, acoge este fin de semana (3 y 4 de diciembre) la quinta edición del seminario 'La palabra vestida' (o 'La palabra cantada' en algunas convocatorias). El estudio de la indumentaria popular e histórica centra las ponencias, comunicaciones y debates del seminario desde diversas disciplinas con la intención de «proporcionar a los asistentes una visión amplia y diversificada de la evolución del traje tradicional y de la moda cortesana, así como aspectos de su conservación, reproducción y uso actual». 

Enrique Borobio, técnico de Cultura de la Diputación, hace un balance muy positivo de estos cinco años en los que el seminario se ha convertido en «uno de los pocos foros sobre indumentaria histórica y popular», además de acoger la presentación de interesantes investigaciones. Este año participarán 50 personas (de Canarias, León, Palencia, Burgos, Valladolid, Aragón, Valencia, Andalucía, La Mancha...) y en este lustro han pasado unas 2.500 de todas las comunidades autónomas. En un repaso al programa, destaca las ponencias principales, como la indumentaria tradicional en el ámbito de la Jota, la tradición de Canarias, la exposición 'De Manolas y Toreros' y los trajes para recreaciones. En clave soriana, Borobio ofrecerá una comunicación sobre 'Cruzados górgoros y dengues entre Soria y los Cameros', que se suman a otras de gran interés de muy diversa temática y procedencia. 

«Llegar a la quinta edición es muy alentador porque cuando comenzamos no pensábamos que iba a tener tanta repercusión», destaca subrayando que las actas de cada edición se agotan enseguida, pero se pueden consultar en muchas bibliotecas y se siguen pidiendo desde instituciones.  

popular o típico. Julio César del Valle, coordinador de la candidatura de la Jota como Patrimonio Humanidad de la Unesco (primer se debe declarar Manifestación Representativa en España), aborda en el seminario el proceso para lograr esta distinción (en la que participan 15 comunidades autónomas) y la indumentaria asociada a este baile, como uno de los ámbitos que se desarrolla en el expediente. «Hay una dicotomía en prácticamente todo el territorio entre la indumentaria tradicional entendida como la moda popular de una época y en un contexto determinado y la invención o creación de los denominados trajes regionales, creaciones que surgieron a partir de la segunda mitad del siglo XX», por lo que el texto de su ponencia se refiere a 'Cómo se vestía y cómo nos vistieron'. 

En la indumentaria relacionada a la Jota hay una base que se inserta dentro de los códigos tradicionales, como el propio baile, pero dentro de esa generalidad «se empiezan a desarrollar todos los localismos y particularidades concretas de cada territorio, condicionadas por el aspecto geográfico, como si son zonas más o menos aisladas;  el clima; el aspecto social, político y económico; e incluso festivo». Eso en el contexto cultural, porque en el ámbito escénico se integra el traje regional, que «no sigue los cánones o los códigos tradicionales como tal, sino que está creado con una función meramente más estética y escénicas, con una sucesión de prendas que se han ido encontrando, en muchos casos descontextualizadas». «Se ha conformado una estética que a partir de la segunda mitad del siglo XX empieza a ser identitaria y ayuda a diferenciar entre provincias o incluso pueblos cercanos», apunta. El experto cree que la tradición tiene un problema de base, que es la aplicación de determinados conceptos y términos, porque la sociedad no distingue la indumentaria tradicional y el traje regional. «El expediente de la Jota está viviendo bien por ese motivo. Lo fundamental es tener en cuenta que la base de todo esto es la tradición, es de la que beben el resto de ámbitos», sentencia. 

Como ejemplo de «hasta qué punto tiene importancia la indumentaria asociada a la identidad o las impresiones tradicionales», habla que en la boda de Alfonso XII y María de las Mercedes, en 1878, acuden a Madrid de todas las diputaciones comparsas folklóricas ya ataviadas vistiendo la moda del país o con indumentarias tradicionales que en algunos sitios seguían vivas y en otros se conforman con prendas que tenían a su alrededor para conformar grupos de baile o folklóricos. «Es un aspecto que ya viene del siglo XIX, desde el RomanticismoDecimonónico, y tuvo mucho que ver esa visión que se dio de España al exterior, con seña de identidad y base popular muy interesantes», concluye el especialista, apuntando que en base a eso se ha seguido trabajando en los siglos XX y XXI, «con mayor o menor acierto». 

traje de labradora. Como comunicantes intervienen, entre otros, los valencianos Javier Marco y Antonio García, que presentan una investigación sobre el traje de labradora de Villar del Arzobispo. «Explicamos su origen histórico y cómo se configuró como traje típico. En un principio se basa en la moda de vestir de finales del siglo XVIII  y principios del siglo XIX y cuando pasa sirve para recreaciones en el pueblo y traje típico», detalla. Se compone de guardapiés de seda, justillo, pañuelo de ramos de oro, floque y joyería; y lo viste el grupo folklórico Salarejo. «Queremos reivindicar que ese traje típico se usaba en Fallas, cuando se hacían», por lo que piden la puesta en valor y el trabajo de investigación quedará plasmado en las actas.

Javier Marco conoció por redes el seminario y desde entonces no ha faltado. «Nos parece muy relevante lo que se aporta porque es un ambiente muy familiar, pero con gente muy interesada en la materia de toda España», destaca.