El amor de Álex Calvo con el arbitraje le viene de familia, "empecé porque mi padre era árbitro", recuerda el colegiado. Lo que comenzó hace 15 años como un hobby, "pitaba a nivel escolar", le ha llevado a donde no ha llegado ningún soriano, a la categoría 1 del arbitraje de baloncesto, "puedo pitar de forma fija en LEB Plata aunque puedo tener oportunidades en Oro".

Tras pitar en Liga EBA, la exigencia y la responsabilidad ahora aumenta, "la presión mediática es mayor". Lo asume con naturalidad, "el consejo que siempre me dan es que si pintando como hago hasta ahora he llego hasta aquí, debo seguir igual".
Este lunes pitará un amistoso de LEB Oro entre Valladolid y Palma. Y avisá no le temblará la mano ante este reto.