El Ayuntamiento de Soria ha contratado a una empresa para perfilar una auditoría que le ayude a concretar su propio plan de Zona de Bajas Emisiones (ZBE), un proyecto planteado desde hace mucho en su afán de «compromiso con el medio ambiente» para su puesta en marcha «en los próximos meses». Con ello se adelanta a las obligaciones de la nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que desde el pasado mes de enero obliga a incluir ZBE en todos los municipios con más de 50.000 habitantes y en los territorios insulares. Deben hacer lo mismo los municipios de más de 20.000 habitantes cuando la calidad del aire no sea satisfactoria. La norma incluye diferentes directrices en favor de la movilidad sostenible y su correcta implantación permitirá mejorar la calidad del aire y mitigar las emisiones de efecto invernadero. 

«No estamos obligados, pero está entre los objetivos de la Agenda 2030 y queremos cumplir la agenda», remarca la concejala de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente, Obras y Servicios del Consistorio capitalino, Ana Alegre. Explica que la actuación no pasa por «prohibir la entrada de coches, como se hace en Madrid», sino en «intentar controlar» el acceso de vehículos contaminantes «en zonas de carga y descarga, en aparcamientos, en zonas en las que no se pueda aparcar...». Para ello se ha hecho eco «de lo que los vecinos nos van diciendo» y se va a «estudiar el control de cámaras». «Estamos elaborando este plan a través de la auditoría, pero el proceso es largo porque contempla muchos aspectos; además, hay que educar y para eso se necesita tiempo», puntualiza la responsable municipal de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente.