Valladolid tendrá un centro de atención humanitaria, con 200 plazas, para la acogida «inmediata» de personas de otros países que solicitan asilo o protección internacional. El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha planteado este proyecto que defiende el Ayuntamiento de Valladolid porque sintoniza plenamente con las políticas municipales para procurar soluciones a los refugiados. Se trata de uno de los primeros centros que se construyen en España, según avanzó ayer el alcalde, Óscar Puente, junto a otros proyectos que ya están en marcha en Soria, Azuqueca de Henares (Guadalajara) y Albacete.
El Ayuntamiento considera que es un proyecto social y humanitario de vital importancia para resolver un problema que ahora se agrava tras la guerra desencadenada por Rusia en Ucrania, que ha provocado el mayor éxodo de refugiados desde la II Guerra Mundial. En la actualidad casi 900.000 ucranianos han huido a otros países y Acnur calcula que las personas refugiadas llegarán a cuatro millones. En todo caso, Puente dejó claro que el proyecto no es una «respuesta» a la situación que se vive ahora en Ucrania.
El centro, que debe estar operativo antes de diciembre de 2024, contará con 200 plazas y se asentará en una parcela municipal ubicada junto al Hospital Universitario Río Hortega, entre las calles Dulzaina y Carraca. Para atender a estas personas serán necesarios 15 trabajadores propios (entre asistentes sociales, abogados y otros profesionales) y 25 empleados externos para realizar diferentes tareas: seguridad, mantenimiento, lavandería y limpieza.
Precio de la parcela
La parcela, que será vendida al Ministerio a un precio que será una cuarta parte del valor de mercado, tiene una superficie de 11.381 metros cuadrados para construir un edificio, como máximo, de cuatro plantas, como informa Ical. Contará con una zona residencial, administrativa, servicios comunes, servicios de formación en idiomas e informática, para lograr el objetivo de la integración. También, dispondrá de zonas deportivas y de ocio, que podrán ser compartidas por el vecindario.
Óscar Puente subrayó el valor añadido que genera al entorno un centro de estas características, al calcular un retorno económico de cinco millones de euros al año. La mayor parte, precisó, será por el gasto corriente que ascenderá a tres millones con la adquisición de bienes (comida y todo tipo de artículos) en la ciudad. «Es un proyecto con un espíritu claramente solidario pero también egoísta por que Valladolid se beneficiará con su puesta en marcha», añadió.
El centro servirá de puerta de entrada durante un periodo de tiempo, que suele rondar los seis meses, con el objetivo de que estas personas se integren «plenamente» en la sociedad como tener un empleo, vivir y desarrollar sus proyectos vitales en Valladolid. «El equipo de Gobierno está completamente convencido que esta iniciativa se conecta, plenamente, con su ideología y sus señas de identidad por que siempre está abierto a ayudar a los más débiles, sean nacidos en Valladolid o fuera. PSOE y Valladolid Toma la Palabra tienen una vocación claramente internacionalista por que creemos en la igualdad del hombre, con independencia del lugar donde nace, en el que se desarrolla o viva», aseveró el alcalde de Valladolid, Óscar Puente.