El Seat 600 ha jugado un papel fundamental en el desarrollo de España. Gracias a este vehículo, las grandes ciudades se extendieron ya que permitió unir el centro con el extrarradio para llegar al trabajo.
Pequeño, maniobrable y capaz. El Seat 600 era ideal para la ciudad. Pero su significado iba mucho más allá. Se mostraba capaz para llevar de viaje a la familia media con todo su equipaje. Y si el matrimonio tenía cuatro niños y la abuela, viajaban todos. Eran otros tiempos. En 1957 el gran sueño era conseguir un coche propio. Estamos hablando del inicio de la motorización en España. La aceptación fue tan grande que, antes de iniciar la fabricación, la lista de espera ya superaba los dos años.
Con Seat llegó la movilidad urbana. En 1973, cuando estalla la crisis del petróleo, la casa ya tenía un coche utilitario como el 127, con tracción delantera. Sin embargo, había un espacio por debajo para un coche más económico, puramente ciudadano, con el espíritu del 600. Al modelo que nació en 1974 lo llamaron Seat 133. Su tamaño era similar al del 600, pero disponía de más espacio y capacidad de carga que el 850, y ya incorporaba cinturones de seguridad.
La vida del 133 fue exitosa, con más de 190.000 unidades vendidas, fabricadas para toda Europa. No obstante, cinco años después de iniciar su fabricación, un verdadero icono llamaba a su puerta: llegaba el momento del Panda.
Con un diseño sencillo e inteligente, el Panda cambió por completo la concepción del coche urbano. El motor pasó a la parte delantera y, gracias a ello, el maletero era gigante con 272 litros.
En febrero de 1982 Seat lanzó una versión del Panda denominada Marbella. Este concepto de coche urbano, sencillo y bien equipado, fue el que dio origen a finales de 1986 al Seat Marbella, que se produjo hasta el 7 de abril de 1998, durante más de 11 años. Su sucesor como coche urbano ya llevaba un año en el mercado, el Arosa.
Maletero pequeño, habitáculo grande. El Seat Arosa y se fabricó inicialmente en Alemania, convirtiéndose así en el primer modelo de la marca fabricado allí, antes de que a mediados de 1998 se trasladara la producción a Martorell.
En 2004 cesó su producción tras siete años y 200.000 unidades. Hubo que esperar hasta 2011 para volver a ver un Seat en el segmento A: llegaba el Mii, el coche idóneo para la ciudad. Ocho años después, la casa decidió lanzarlo en versión electrificada.
El catálogo de Seat siempre ha ofrecido el coche urbano más adecuado a su tiempo. Hoy, éste se llama Mii Electric. Más allá de maniobrabilidad extrema, ofrece el tipo de movilidad que necesitan las ciudades. Sin ruidos, sin humos, ocupando el mínimo espacio posible en la calle. De nuevo, el fabricante español marca la movilidad urbana. La nueva movilidad.