La llegada de Iñaki Bea al Numancia busca revertir una situación en el club que va más allá de lo deportivo.Con el equipo cerca de la zona de descenso, además de victorias, la entidad rojilla quiere un cambio de aires que renueve la ilusión en la plantilla y también en una afición exigente.

¿Cómo van los primeros entrenamientos con el equipo?

Estoy muy contento. Hay una buena predisposición al trabajo y también vi en Pamplona en el partido de Copa del Rey que el equipo trabaja desde la humildad. Los conceptos entrarán poco a poco, pero todo va bien.

¿Cómo se ha encontrado al vestuario tras la destitución de Diego Martínez?

Los jugadores que no jugaban estarán más contentos y los que lo hacían pues pensarán que se tienen que ganar el puesto porque no me conoce. La primera semana siempre hay un plus mayor de motivación en ellos. 

Sabe que la exigencia del Numancia es grande. 

Cuando alguien llega a este club ya sabe que hay un plus más de responsabilidad porque hay una historia detrás que dice que es un club grande que ahora no está donde debería. Yo soy muy competitivo y tiene que haber exigencia igualmente. 

Definió la plantilla como un «equipazo».

En el día a día podré ver carencias, pero lo que he visto es muy bueno. Es una pena que haya lesionados, pero tenemos un equipazo y desde el cuerpo técnico tenemos que meter ese gen competitivo, sobre todo a esa parte ofensiva para que pise más área, pero que los centrales sean valientes.

Al equipo le falta gol. ¿Era esclavo del sistema?

Yo tengo muy claro a lo que quiero jugar. 4-4-2 o 5-3-2 que conocéis de Machín. Pero más allá me gusta un equipo agresivo, valiente, que hablemos de nosotros. Tenemos que creer y que lo antes posible la gente que nos vea en Los Pajaritos sepa lo que se va a encontrar, jugar a lo que ellos quieren. 

Parece que ha estudiado lo que quiere la afición.

Soy del norte y creo que tenemos el mismo gen. Creo que al final es la idiosincracia de los vascos y los sorianos. Quizá por el frío la gente le da más importancia a entrenar sin estar parado, ejercicios más enfocados en el juego. 

Pasó muchos años con Mendilibar. ¿Ha hablado con él estos días?

No suele coger el teléfono, pero hemos hablado. Tengo muy buena relación y busco transmitir en el campo.

Como central era contundente y agresivo. ¿Los suyos serán iguales?

También era lento y con dos pies como tiestos (se ríe). Pero me gustaba defender en campo contrario, y eso lo quiero para mis centrales, ser capaces de eso.

¿En el banquillo tiene esa agresividad?

Me gusta ser intenso, estar encima de ellos, apretándoles, pero desde el estímulo positivo, porque muchas veces el jugador se desconcentrar y hay que estar ahí.

¿Conseguirá el equipo el ansiado ascenso?

Ojalá.La temporada es muy larga y más allá del Castellón todo está muy igualado. Podemos enlazar resultados que nos lleven a conseguir victorias para estar arriba.