El gran robo de Inglaterra

Ramiro González
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'El duque' cuenta la historia real de un jubilado inglés que entró en la National Gallery y sustrajo un cuadro de Goya para reivindicar los derechos de los pensionistas en su país

Jim Broadbent, mundialmente conocido por ser el padre cinematográfico de Bridget Jones, es el protagonista de este largometraje. - Foto: Movistar

Como todos sabemos, debido a la pandemia sufrida hace tres años en todo el mundo, muchas películas se quedaron sin poder estrenarse en la pantalla grande y fueron pasando de forma inmediata a las distintas plataformas, protagonistas de un cambio muy importante en el consumo del séptimo arte que se conocía hasta ese momento. De hecho, Movistar ha creado una sección titulada De Estreno Directo, por la que pasan muchas de estas producciones que aquí hemos recomendado. El duque, de la que vamos a hablar ahora, es un nuevo ejemplo.

En 1961, un taxista de 60 años llamado Kempton Bunton (Jim Broadbent) se encontraba agotado, cansado de los continuos maltratos del Gobierno de la época hacia los ancianos. Podría decirse que Kempton era un libertario, y decidió llevar sus reivindicaciones hasta las últimas consecuencias.

Así, realizó un viaje a Londres y una noche entró en la National Gallery, donde robó un importante cuadro de Francisco de Goya. El acontecimiento se convirtió en portada de los principales medios de comunicación. Kempton envió una serie de mensajes a las autoridades diciendo que estaba dispuesto a devolver el cuadro, siempre que cambiara la situación respecto a determinados abusos que se producían contra los jubilados de su país. Como se suele decir, el resto de la historia se convirtió en leyenda, y la leyenda...

Roger Mitchell, responsable de películas inolvidables como Notting Hill o Mortdecai, regresa al género que mejor se le da para contarnos una historia deliciosa. El dúo protagonista, Jim Broadbent y Helen Mirren (Oscar por The queen) en el personaje de la sufrida esposa de Kempton que lucha todos los días porque su marido deje de ser un empedernido Peter Pan, cumple a la perfección con lo que se espera de ellos. 

Sin duda, la cinta nace de la comedia y está planteada como tal. Hay numerosos momentos que son de auténtica carcajada, pero lo cierto es que una vez más, el cine retrata la propia vida real adentrándose en las cuestiones sociales más acuciantes de aquellos momentos, como podía ser la licencia televisiva que se exigía para ver la BBC. 

No obstante, cuando las risas cesan, nos damos cuenta de que el fondo de este largometraje es dramático, porque nos transmite la precariedad de una pequeña familia en una remota región de Inglaterra, pero lo hace con sentido del humor y desprendiendo un gran cariño por los personajes. 

Cambio de gustos

El duque es una de esas películas que hace una década, posiblemente habría triunfado de sobra en cualquier multisala, pero los tiempos van cambiando, y con ellos los gustos, para desgracia de los que amamos profundamente el cine.

Aun así, las plataformas están suponiendo una gran oportunidad para encontrarnos con esa gran variedad de géneros que se está perdiendo. Para todos aquellos que disfruten de una buena comedia, para los que quieran pasar un rato muy agradable y además conocer una historia repleta de curiosidad, El duque es sin duda su película.