En España, de unos 20.000 bomberos, menos del 1% son mujeres. Y en nuestra provincia encontramos a dos de ellas, jóvenes que inician su andadura profesional en el parque de Almazán. Una de ellas es Marta Jiménez, ingeniera de Diseño Industrial de formación, pero bombera de vocación. Tras formarse en el parque adnamantino el pasado verano, ahora ocupa una plaza de interina. "Hay que estudiar y entrenar, hay que ser buena en ambas cosas, no te sirve de nada ser un 'coquito' si no pasas unas pruebas físicas ni viceversa", asegura esta gaditana.

Ana Parra, de Jaén, es la segunda de las bomberas del cuerpo provincial de la Diputación de Soria, donde cubre una baja por paternidad. "Había decidido que quería ser fisioterapeuta, porque me había lesionado una rodilla y me gustó mucho la profesión, y estaba enfocada en eso y la verdad es que no tenía ni idea de ni cómo se accedía a bombero, ni sabía que hubiera mujeres bombero", asegura.

Las dos están opositando para conseguir una plaza fija y forman parte de ese poco más de 0,8% de bomberas que hay en España. Consideran que "es un trabajo que podemos hacer cualquiera que esté preparado, tanto una mujer como un hombre". "Los compañeros nos tratan igual que a cualquier otro", añaden.

Ejemplos de que la igualdad entre hombres y mujeres avanza poco a poco también en el ámbito profesional.