Corren tiempos difíciles especialmente para quienes viven del sector servicios. Sus puertas llevan demasiado tiempo cerradas con lo que ello supone. Pero para desahogarlos un poco, en la provincia de Soria ya se están produciendo los primeros ejemplos de 'caseros generosos'. En concreto, en Ágreda. 

En la villa moncaína son varios los arrendadores que han decidido no cobrar los alquileres de sus locales. Una medida que supone un ligero alivio para los pequeños autónomos que dicen, sin embargo, que no es suficiente.

Es el caso de Juan Manuel Ruiz, quien desde hace treinta años regenta junto a su mujer María Jesús el Bar Los Arcos. Ahora, con las puertas cerradas, sin cafés que servir ni quinielas que sellar, sus ingresos son cero. Por eso, su casero le perdona la renta íntegra mensual hasta que todo acaba. Se muestra agradecido porque, según confiesa, es la única ayuda que ha recibido. "El Estado promete, promete, pero de momento no llega nada. El paro, la Seguridad Social...", lamenta.

Primeros ejemplos de 'caseros generosos' en Ágreda

Idéntica situación vive Maribel Sevillano, con 2 bares -El Garito del Eve y Pub Chester- también sin actividad. Pero sus dos arrendadores han decidido rebajarle la cuota del alquiler. "Que si podemos aguantar entre los dos mal, mejor que no uno peor, porque cerrado hay muchos gastos", asegura Patrocinio Jiménez, uno de sus ‘casero solidarios’. Sin embargo, Maribel dice que "estoy agradecida de que me hayan bajado la renta, pero cerrados a cal y canto, seguimos teniendo los gastos de autónomos y de otras cosas, y esto no se puede aguantar mucho tiempo".

Un horizonte que no ve nada halagüeño otro hostelero de Ágreda al que han eximido de pagar la renta de su local, en este caso el Bar Mesón Queiles. "Se perderán las fiestas de la Virgen, se pierden las comuniones... A a ver a mí cómo me explican que abramos, porque dicen que abran los autónomos, ¿cómo abrimos? ¿dos en el bar y dos en la calle esperando?", se pregunta José Luis Jiménez.

Momentos difíciles para los que los gestos solidarios no bastan.