José Luis Alonso de Santos, Premio Max de Honor 2022

SPC
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El jurado le otorga este reconocimiento "por su amor a la comedia, su vasta trayectoria como dramaturgo y su gran labor de investigación en la teoría teatral"

José Luis Alonso de Santos, Premio Max de Honor 2022 - Foto: LUIS CAMACHO

El Comité Organizador de los Premios Max de las Artes Escénicas otorgó hoy por unanimidad el Premio Max de Honor 2022 al dramaturgo, director escénico, divulgador e intérprete José Luis Alonso de Santos por su carrera en el campo de las artes escénicas. El galardón se le concede "por su amor a la comedia, su vasta trayectoria como dramaturgo y su gran labor de investigación en la teoría teatral". Además, se le considera la "voz" de una generación del teatro independiente y experimental español.

El dramaturgo vallisoletano recibirá el galardón el próximo 6 de junio en el Teatre Principal de Maó durante la ceremonia de entrega de la XXV edición de los Premios Max-Menorca de las Artes Escénicas que organiza la Fundación SGAE con la colaboración del Govern de Illes Balears, el Consell Insular de Menorca, el Ayuntamiento de Maó, la Fundació Fomente de Turisme Menorca, el Ministerio de Cultura y Deporte, a través del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música (INAEM), el Grupo Eulen y Ernest & Young. La ceremonia será retransmitida por La 2 de RTVE, a partir de las 20 horas, a través del Canal Internacional y de RTVE Play.

José Luis Alonso de Santos nació en Valladolid en 1942. El Premio Max de Honor se suma a una serie de reconocimientos entre los que destacan el Premio Nacional de Teatro (1986) y la Medalla de Oro de Teatro de Valladolid (1993), y el Max a Mejor adaptación o versión de obra teatral por Yo, Claudio en 2005. Actor de teatro, director y dramaturgo, ensayista y divulgador, ha compaginado a lo largo de más de 60 años de carrera su faceta como escritor con la dirección y la gestión de espacios vinculados a las artes escénicas, como la RESAD, la Compañía Nacional de Teatro Clásico (espacio escogido para esta entrevista) y la Academia de las Artes Escénicas.

La pasión por el teatro le surge en la Universidad, cuando ingresó en el Grupo de Teatro de la Universidad Complutense. La constitución del Teatro Experimental Independiente en 1968 marcarían toda su forma de hacer y considerar el teatro, más cercano a la crítica social, con una selección de montajes de efervescencia política y de vanguardia que integraban su interés por la filosofía, la psicología o la sociología con el análisis, el estudio y la búsqueda de nuevos lenguajes.

Pero sería con la fundación de Grupo Teatro Libre en 1971 con la que daría el salto a la dramaturgia y la dirección: "Lo de la vocación es una cosa extraña", comenta quien recibiera el Premio Nacional a la Vocación Artística en 1972. Su primera obra '¡Viva el Duque, nuestro dueño!' supuso su primer gran éxito de crítica y taquilla. Desde entonces, sus textos giraron por toda España, gracias a las interpretaciones de la familia que había conformado en Grupo Teatro Libre y a su gran obsesión por llegar y generar nuevos públicos.

Una sucesión de obras de signo político, psicológico y experimental comenzaron a ser su seña de identidad, con la que burlaba la censura de la época, muy combativos contra el régimen pero que también sirvió para darles notoriedad.

En la memoria quedan algunos de sus textos más relevantes de esta época como 'La verdadera y singular historia de la princesa y el dragón' (1980), 'Del laberinto al 30' (1980), 'El álbum familiar' (1982) o 'La última pirueta' (1986). Un trabajo que le valdría el Premio Nacional de Teatro (1986), reconocido ya como la voz de una generación.

Precisamente, de esa obsesión por acercar el teatro a nuevos públicos, alcanza Alonso de Santos su mayor popularidad. Su pluma empieza a escribir sobre nuevas inquietudes, más cercanas a la sociedad de su tiempo, logra erigirse "voz de víctimas" y encumbrarse como uno de los más destacados dramaturgos del siglo XX en España.

Pero si hay que destacar dos obras que ejemplifiquen esta filosofía estas son 'Bajarse al Moro' (1982) y 'La estanquera de Vallecas' (1981), dos piezas de comedia, esperpénticas que en sus adaptaciones al cine que dejan hoy un poso de nostalgia entre los espectadores. Dos obras monumentales, que le han permitido llegar a un público que no está tan habituado al teatro. Piezas con tintes quinquis, tan actuales hoy en día, que a través de la comedia nos hablan de la marginación, de los problemas sociales de la España de los 80 y que aún perduran hoy.    

Ha sido galardonado, entre otros, con los premios: Tirso de Molina (1984), Mayte (1985), Nacional de Teatro (1986), Rojas Zorrilla (1986), Medalla de Oro de Teatro de Valladolid (1993), Muestra de Autores Contemporáneos de Alicante (2005), Max (2005),? Castilla y León de las Letras (2009)6? y Nacional de las Letras Teresa de Ávila (2010). Fue nombrado letraherido en 2019 por el Ayuntamiento de Valladolid. ? En 2021 fue galardonado con el premio a toda una vida dedicada al teatro por la Federación Española de Teatro Universitario.  

En los años anteriores el galardón ha recaído en Gemma Cuervo (2021); Nacho Duato (2020); Concha Velasco (2019); José Sanchis Sinisterra (2018); Salvador Távora (2017); Lola Herrera (2016); Rosa Maria Sardà (2015); María de Ávila (2014); Ana Diosdado (2013); Julia Gutiérrez Caba (2012); José Monleón (2011); Josep Maria Benet i Jornet (2010); Miguel Narros (2009); Víctor Ullate (2008); Fernando Arrabal (2007); Pilar López (2006); José Rodríguez Méndez (2005); Francisco Nieva (2004); Alfonso Sastre (2003); José Tamayo (2002); Antonio Gala (2001); Adolfo Marsillach (2000); Antonio Buero Vallejo (1999) y en el Teatro de la Zarzuela (1998).