A pan y agua -Samuel Martínez Tobar (guitarra), Biel de Miguel Ayllón (bajo), Nacho Carnicero Santiago (batería) y Álvaro Martínez (guitarra y voz)- es uno de los grupos que aportan savia nueva al rock soriano, ya que ninguno de ellos pasa de los 20 años. Han tocado ya en varios conciertos, incluso en verano de 2021 en el SoriaRock, y ahora están pensando en sacar su primer disco, a cuya preparación dedican «unas cuantas horas de ensayo» en una cochera de la zona del Cañuelo. Comparten espacio con otras formaciones, como La cochera rock, Non Gratta, Alimaña H. C., Metal Barbies, Pangea, Arima, Sub Cero y Hard Tao.
Lo más curioso es que este grupillo, que escogió su nombre en una «lluvia de ideas» en la que hubo otras propuestas más gamberras, lleva ya cinco años «dando caña». En 2017 comenzaron a tocar en el instituto y a juntarse en las casas o en los locales de la contrarrecta. De aquella época recuerdan el apoyo que les brindó el profesor de música del Machado, Jorge Jiménez, que «era como nuestro manager». Con el inicio de la pandemia se lanzaron a alquilar este nuevo local de ensayo (cada uno pone 17 euros al mes para costearlo) y al salirles menos conciertos, empezaron a pensar en la posibilidad de sacar un disco componiendo temillas nuevos.
ESTILO MUSICAL. Como Pilar, la abuela de Samuel, siempre dice que tocan «roz», es lo que ellos responden de broma siempre que se les pregunta por su estilo musical. Pero, ya en serio, confiesan que fusionan hard rock, punk, ska, reggae, flamenco... «Tenemos muchas influencias de grupos que nos gustan (Extremoduro, Delincuentes, La Polla Records, Ilegales, Lehendakaris...), hay mucha mezcla de todo», de rock español a rock inglés.
Además de haber podido estar en el SoriaRock del pasado año, al que esperan poder volver en próximas ediciones, al principio montaban jams en el Espolón, «aunque no iba ni el Tato», y después participaron en varios conciertos, también en El cielo gira y en las fiestas de Navaleno. «Si ya era difícil estar en conciertos antes de la pandemia, ahora más...», lamentan los integrantes de A pan y agua en su lugar de ensayo, entre instrumentos y amplis y decorado según sus gustos musicales.
Ahora se centran en el disco: «Está en proceso. Serían temas que hemos ido tocando en los conciertos y los que surjan...». Les costaría unos 1.000 eurillos y «mucho sudor y lágrimas», admiten entre risas. Tendrán que compaginarlo con el trabajo y los estudios, ya que a algunos les espera a final de curso la EBAU. «El Bachillerato se ha notado mucho, porque antes quedábamos todos los viernes. Ahora nos estamos recuperando después del parón de Navidad, pero también hemos tenido algún conciertillo privado, en los que tocamos versiones y que nos sirven para financiar el disco. A petición del consumidor», indican los cuatro jóvenes en la cochera. Uno de sus temas más conocidos es Sangre y mierda, que puede escucharse en todas las plataformas digitales.
Ilusión no les falta y, a pesar de su juventud, siguen preparando su debut discográfico y ofreciendo las actuaciones que puedan. La aventura que comenzaron siendo todavía unos adolescentes continúa para poder hacerse un hueco en el panorama musical soriano. Y no quieren despedirse sin decirnos que participan en el disco recopilatorio que se está preparando con formaciones de la tierra, liderado por Dani Penacho 'Montufo', que lleva por título VivaSoriha. Y, por cierto, recordar que The Wildborns presenta disco en la Audiencia el día 3.