El verano llena la Soria vaciada

A.I.P
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De 88.884 a 222.242 'vecinos' en agosto. Las vacaciones estivales y las fiestas populares multiplican la población por 2,5 en la provincia

El verano llena la Soria vaciada - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez Eugenio Gutiérrez Mart

Si la cifra de la población estacional máxima que registra la 'Encuesta de Infraestructura y Equipamientos Locales' de 2021 del Ministerio de Política Territorial y Función Pública fuera el dato del padrón, el reto demográfico soriano se encararía desde otra perspectiva. Agosto es el mes en el que los pueblos de la provincia y de toda la geografía española se llenan. Tanto es así, que el número de habitantes se multiplica por  2,5. En términos porcentuales, el aumento es del 150%. Así, a 1 de enero de 2021 el dato de población del Instituto Nacional de Estadística (INE) para Soria era de 88.884 habitantes [un año después descendió levemente a 88.747], mientras que el tope de 'vecinos' en el ejercicio pasado se elevó a  222.242. Y esto suele ocurrir en el octavo mes del año que acaba de empezar y que, tras dos años de paréntesis pandémico, arranca con esas fiestas patronales que reúnen a familias enteras en sus lugares de origen y a grupos de amigos.

Desde luego, llama la atención cómo crecen algunos municipios (ver tabla adjunta). ¿Cómo es posible que Alcubilla de las Peñas, al sur de la provincia, apenas supere el medio centenar de empadronados y alcance hasta 800 'pobladores' en su punto máximo, con 213 viviendas familiares y ocho plazas de turismo rural? ¿O que Oncala, municipio de Tierras Altas con 71 habitantes, sea capaz  de acoger a 620 personas en verano, en sus 127 domicilios y 11 plazas de hostelería? La respuesta está en la diáspora que hace décadas marcó los designios de los sorianos y en el poder de atracción que mantienen sus raíces.

en la ribera. En el caso de otros municipios, además de aquellos hijos del pueblo que vuelven para abrir sus casas de verano, llenas hasta finales de agosto, también influye, sustancialmente, el turismo. Por ejemplo, El Burgo de Osma, según la citada encuesta, cuenta con padrón de 5.038 habitantes y llega a una población estacional máxima de casi 16.000, es decir, multiplica por tres. Pero es que, además de las 4.300 viviendas familiares que anota la estadística, dispone de 544 plazas hoteleras y 44 en alojamientos rurales. 

- Foto: Eugenio Gutierrez Martinez Eugenio Gutiérrez MartEn la Ribera del Duero, asimismo, sobresale San Esteban de Gormaz. Con un padrón de 2.956 habitantes, el pueblo se multiplica por más de 3,6 hasta alcanzar una 'población' de 10.709 personas. La villa sanestebeña tiene registradas 3.054 viviendas familiares, si bien el municipio también ofrece 83 plazas hoteleras y 188 de turismo rural. Cabe poner el acento que en 2021 fue uno de los finalistas en el concurso 'El pueblo más bello de Castilla y León' que convoca CyLTV. 

Todo suma. También el calendario estival soriano. Y el de San Esteban de Gormaz, por ejemplo, es de lo más completo. El último fin de semana de agosto se celebra el Mercado Medieval, una cita que congrega a cientos de visitantes. Se da la circunstancia de que este año, el 6 de agosto, la  DO Ribera del Duero celebrará su 40 aniversario en la localidad [ver páginas 28 y 29] y también vuelve la Regata del Campeonato de Edad de Piragüismo y el descenso del Duero. Hay que añadir que, entre otros eventos, el 20 de agosto recalará la Vuelta Ciclista Junior a la Ribera del Duero. Sin duda, agosto es un buen mes para San Esteban de Gormaz, pero septiembre no es menos con las fiestas patronales en honor a la Virgen del Rivero y el Santo Cristo de la Buena Dicha (del 7 al 11). 

En la misma comarca ribereña, Langa de Duero 'pasa' de los 683 censados a 3.100 pobladores, lo que implica que se multiplica por 4,5. En este caso, la vida regresa a las 944 domicilios familiares contabilizadas. Hay que contar con 36 plazas hoteleras y 17 en casas rurales.

en la sierra pela. Otro municipio a destacar es Retortillo de Soria, que puede situarse, como tantos otros, ejemplo de la despoblación más despiadada. Con un padrón de 156 habitantes, alcanza los 2.081 como máximo estacional, lo que implica que multiplica por más de 13 su ocupación 'vecinal'. Pero es que contó con 819 habitantes en 1970. La estadística indica que existen 491 viviendas familiares (tiene una docena de pedanías), ocho plazas hoteleras y nueve en turismo rural. 

en pinares. Pinares es una de las zonas más turísticas. Un exponente claro es Vinuesa, que crece exponencialmente este mes. La Pinochada, el 16 de agosto, está declarada Fiesta de Interés Turístico Regional, y atrae a multitud de visitantes, no solo a los de origen visontino. Los datos del Ministerio de Política Territorial y Función Pública señalan que tiene un padrón de 847 habitantes y alcanza su máximo con 5.055. En este caso, multiplica la población casi por seis que 'residen' en las 840 casas familiares, en 217 plazas hoteleras y 187 de turismo rural.

Hay que resaltar también en Pinares a Molinos de Duero. Con un modesto padrón de 158 habitantes es capaz de sobrepasar el millar en verano, que ocupan 235 viviendas y 125 plazas de hostelería. Y algo similar ocurre en el municipio vecino de Salduero, con un padrón de 152 habitantes alcanza en verano los 900, que habitan en 160 casas y 58 plazas hoteleras.

en el valle. Es una de las zonas estrella para el veraneo y el turismo. Cualquiera de sus municipios puede ser reflejo de ello. Sin ir más lejos, Valdeavellano de Tera tiene un censo de 202 habitantes y su población máxima estacional es de 750 (por 3,7), con 216 viviendas familiares y nada menos que 123 plazas en alojamientos.

En Sotillo del Rincón aún es más claro el incremento, ya que la población se multiplica por 5,1, pasando de  176 a 910 'pobladores', que habitan en 243 casas y 151 plazas de hostelería.

Y El Royo, uno de los municipios que escribieron la historia de los indianos, pasa de 272 censados a 2.004  pobladores en verano, con 433 viviendas y 50 plazas de turismo rural.

en el sur provincial. Sin embargo, el municipio más grande de la provincia -sin contar con la capital- no destaca por su aumento poblacional en verano. Almazán, con un padrón a 1 de enero de 2021 de 5.477, registra su pico más alto con 7.729 'habitantes' (multiplica por 1,4), con 3.960 domicilios y cabida para 273 turistas en hoteles y casas rurales.

Por el contrario, Berlanga de Duero se convierte en un hervidero en el mes de agosto. Con 842 empadronados, sube hasta los 5.010, por lo que crece casi por seis su población, que reside en 1.122 viviendas y 143 'camas' en hoteles y casas rurales.

También Arcos de Jalón 'revive' en agosto. Con 1.454 habitantes se multiplica por más de cinco, para llenar 2.453 viviendas familiares y 161 plazas hosteleras. Cabe puntualizar que el municipio tiene 19 pedanías -algunas despobladas- entre las que se encuentra Iruecha, localidad rayana con Guadalajara conocida por La Soldadesca, única representación de lucha entre moros y cristianos que se celebra en Castilla y León el penúltimo sábado de agosto y que fue declarada en 1991 Fiesta de Interés Turístico Regional. 

en tierras altas. El epicentro de esta comarca, símbolo de la despoblación, no es de los municipios que más afluencia registra en los meses estivales. San Pedro Manrique tiene su tope en 1.292 'vecinos', mientras que su padrón cuenta con 623 habitantes. El número de casas familiares suma 612, además de 38 plazas hoteleras y 121 de turismo rural.

Hay que hacer hincapié, como se indicaba al inicio del reportaje, en Oncala, que aumenta sustancialmente su población de 71 a 620 personas (multiplica casi por nueve), que residen en 137 casas o duermen en once 'camas' de establecimientos.

Un caso similar es del Villar del Río, con 144 habitantes en su padrón y un máximo de 845, alojados en 413 viviendas familiares y 62 plazas en alojamientos rurales.

en el moncayo. Ni Ólvega (con 3.675 empadronados y una población máxima estacional de 4.800) ni Ágreda (3.026 censados y un 'tope' de 5.410  'vecinos') destacan por ser de los pueblos en los que se dispara la población en la temporada estival. Sin embargo, otros como Noviercas multiplican casi por cinco su ocupación  'habitual', al pasar de 154 a 725 personas en su punto álgido.