Julia Navarro

ESCAÑO CERO

Julia Navarro

Periodista y escritora


Un minuto cuarenta y nueve segundos

11/01/2023

Laurent Sourisseau nunca olvidará ese minuto cuarenta y nueve segundos de una mañana de enero del 2015 en París. En ese tiempo solo pensaba en qué segundo le arrebataría la vida aquel comando islamista que asaltó la sede de la mítica revista Charlie Hebdo por haber publicado una caricatura de Mahoma.

Aquella terrible experiencia la plasmó en un libro y la ha vuelto a recordar en una entrevista publicada por Vanessa Graell en El Mundo.

Pero tantos años después lo que más me ha llamado la atención de todo lo expresado por Riss, que así es como se le conoce al joven director de Charlie Hebdo, es su reflexión, acompañada de decepción, sobre el papel que está jugando la izquierda en nuestra sociedad y la influencia de las redes sociales.

Él, un hombre de izquierdas y comprometido con los valores que durante décadas defendía la izquierda europea, opina que ésta ha abandonado combates imprescindibles como es el de la libertad de expresión dejándose contagiar por el movimiento "woke", ya saben la cancelación de todo lo que se considera políticamente incorrecto. Se atreve además a calificar este movimiento de reaccionario y razones no le faltan en sus argumentos. Considera que el movimiento woke se sustenta en unos dogmas incompatibles con la libertad de pensamiento y de expresión, en definitiva con la libertad misma. Y siente que buena parte de la izquierda tradicional francesa traicionó en su día a Charlie Hebdo y sigue traicionando a lo que esta revista representa. De igual manera apunta que los valores de la República Francesa, que se basan en la defensa de la libertad y del laicismo, están siendo obviados por esa misma izquierda que asiste temerosa a un intento de islamizar la sociedad.

Me parece que no deberíamos de desdeñar esta reflexión de Riss porque, efectivamente, vivimos en la dictadura de los políticamente correctos que lleva a restringir la libertad de expresión y, además, va imponiendo un cada vez menos sutil velo de miedo.

He escrito en otras ocasiones que la distopía que nos cuenta Orwell en su libro "1984", donde aparece un Ministerio de la Verdad desde donde se vigila que los ciudadanos acepten y acaten las "verdades" oficiales. Todo aquel que cuestiona las verdades oficiales pasa a ser un enemigo a destruir.

Actualmente vivimos en una sociedad donde en Universidades prestigiosas se decide que determinados autores no deben de ser estudiados ni conocidos porque sus comportamientos públicos o privados no se corresponden con los cánones de lo que hoy se considera políticamente correctos. E incluso en Ontario, en la civilizada Canadá, hace unos meses se llevó a cabo una "quema" de libros considerados políticamente incorrectos.

Y sí, sorprendentemente, muchos sectores intelectuales, amén de políticos, de la izquierda, participan activamente en estas nuevas formas de censura que ponen en peligro la libertad de expresión tan duramente conquistada.

Las reflexiones de Riss no deberían caer en saco roto; por eso leer "Un minuto cuarenta y nueve segundos" supone una sacudida a la conciencia de quienes defendemos la libertad de expresión como un pilar fundamental en democracia.

Durante un minuto cuarenta y nueve segundos un grupo de islamistas segaron la vida de doce periodistas por haber hecho de Charlie Hebdo un espacio de libertad sin ataduras ni fisuras.

Muchos ciudadanos salieron en su día bajo el lema "Yo soy Charlie". Pero Riss lamenta que entre ellos no estuvieran y sigan sin estar buena parte de la izquierda y sin embargo si lo hicieran las fuerzas de la derecha democrática.

Así que no es baladí preguntarse en voz alta por lo obvio y es por qué la izquierda está abandonando el combate por la libertad y en contra de cualquier tipo de censura y se ha apuntado al movimiento woke.