Hace un año, los titulares destacaban que el diésel y la gasolina se habían encarecido un 25% desde primeros de enero de 2021. El Informe de Supervisión de Estaciones de Servicio de la Comisión Nacional de Mercados de Valores y de la Competencia (CNMC) situaba en el precio medio de la gasolina sin plomo 95 en 1,442 euros/litro en septiembre del año pasado. Un año después, aunque los consumidores notan cierto alivio a la hora de repostar en comparación con los picos de este 2022, el litro se sitúa en 1,630 euros. Eso sí, sin contar con la bonificación de 0,20 euros por litro aprobada por el Gobierno la pasada primavera y que entró en vigor el 1 de abril. Con este descuento casi se habría igualado el precio con el del noveno mes del pasado ejercicio.
Un ejemplo práctico demuestra la evidencia del esfuerzo que han asumido los consumidores, que tuvo su punto de inflexión cuando comenzó el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. La evolución se constata cotejando los tickets de una de las estaciones de servicio de la capital soriana para llenar el depósito del mismo vehículo desde primeros de marzo. Así las cosas, con 15 euros, el 4 de marzo de este año, solo se podían adquirir 8,830 litros, a razón de 1,699 euros el litro, mientras que solo siete días después la escalada ya parecía imparable y el coste se situó en 1,869 litros (con 40 euros poco más de 21 litros para el depósito de este turismo).
Y llegó el primero de abril y esa 'rebaja' de 0,20 euros por litro aprobada incluida en el plan de choque del Ejecutivo para paliar las consecuencias de la guerra en Ucrania. En concreto, en la gasolinera del ejemplo se aplica desde entonces el 'bono inmediato' en el importe final a pagar. Es decir, en un repostaje de 15 euros a 1,810 euros el litro, el consumidor sufragó 13,34 euros, 1,66 euros menos. A finales de abril, se abarató ligeramente la gasolina sin plomo 95 y el día 24 su precio era de 1,780 euros el litro (1,580 con la bonificación). El 3 de mayo el precio no había variado... y ya el día 11 retomó el ascenso hasta llegar a 1,800 euros el litro, de modo que con 46,23 euros (contando el bono inmediato) el repostaje fue de 28,900 litros.
Diez días después, el litro de gasolina 95 se colocó en 1,880 euros (26,80 euros para adquirir 15,960 litros, según los comprobantes conservados), mientras que el penúltimo día de mayo el precio ya había llegado hasta los 1,990 euros el litro, por lo que con 19,79 (con el descuento de 0,20 euros por litro) tanto solo se puso surtir el depósito con 11,060 litros. Parecía una locura que se superaran los dos euros por litro, pero ocurrió. El 5 de junio subió hasta 2,010 euros... y el día 11 ya estaba en 2,100 euros, por lo que para adquirir 11,910 litros se pagaron 22,62 euros. Fue cediendo, poco a poco, a 2,090 euros el litro el 18 de junio, el mismo precio que el 5 de julio... ya el día 19 del séptimo mes del año el litro había bajado a 1,950; a 1,880 el día 25, que se mantuvo el 1 de agosto, el máximo del mes por el cliente del ejemplo, ya que el 9 de agosto ya se rebajó a 1,800; a 1,760 al día siguiente; y a 1,750 el 29 del pasado mes. Ya en septiembre el abaratamiento del combustible es más evidente, y el día 5 el litro de gasolina 95 estaba a 1,690 y esta misma semana el coste ha bajado 1,630 euros el litro, 1,430 euros con el 'bono inmediato' de descuento, por l o que se paga igual que hace un año.