Odón Alonso, un pionero de la Generación del 51

S.Almoguera
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El biógrafo del creador del Festival Otoño Musical Soriano, Fernando Pérez Ruano, ensalza el compromiso y el afán de divulgación que el maestro tuvo siempre con la música de su tiempo

Odón Alonso, un pionero de la Generación del 51 - Foto: E.G.M

Ni los pataleos del público, incluso en el Teatro Real de Madrid, le amilanaron. Odón Alonso fue siempre «muy genuino, muy propio», y su compromiso al servicio de la difusión y la promoción de la música clásica española contemporánea estaba por encima de todo, incluso de su propia fama. De ahí que para el historiador musical y su principal biógrafo, Fernando Pérez Ruano, el maestro Alonso sea mucho más que el «abanderado artístico» de la conocida Generación del 51. Fue, en su opinión, casi un integrante más, pese a no ser compositor, junto a autores como Antón García Abril, Cristóbal Haffter o Luis de Pablo, entre otros. «Odón Alonso piensa que los directores de orquesta deben interpretar la música de los compositores de su tiempo», destaca Pérez Ruano, lo que va a ser vital para darlos a conocer (y educar a un público poco acostumbrado a lo nuevo). Lo hará, incluso, sacrificando «muchos éxitos personales». Su figura, apunta el biógrafo del 'alma mater' del Festival Otoño Musical Soriano (FOMS), fue determinante «y muy importante para la música española» que surgió a partir de mediados del siglo XX. 

Y no lo tuvo fácil, como destacó Pérez Ruano en la mesa redonda sobre su figura que tuvo lugar este jueves 22 de septiembre en el marco del FOMS y que contó también con la participación de José Luis García del Busto y José Luis Temes. El público (fundamentalmente madrileño porque en el resto del país, precisa el historiador musical, no existía una programación sinfónica estable) era poco permeable a los cambios y no estaba acostumbrado  a los nuevos sonidos que predominaban ya en la escena musical internacional. «Se prefería escuchar por enésima vez la Novena sinfonía de Beethoven», expone, que dejarse sorprender por las composiciones de unos jóvenes que hacían una música muy vinculada a las vanguardias europeas. 

Odón, insiste Pérez Ruano, fue «muy pionero» y, en su opinión, una parte importante del éxito que pronto comenzarían a lograr autores (hoy ya clásicos )como García Abril, Haffter o De Pablo se debe a su apuesta por la música española contemporánea. «Triunfaron en España gracias a Odón y gracias también a éste se exportaron al resto del mundo», apunta este historiador que sigue viendo en este Otoño Musical Soriano la huella imborrable del maestro Alonso. En aquellos tiempos en los que ya era uno de los directores de orquesta más reputados del momento, Alonso rechazaba conciertos «más convencionales», mejor remunerados y con éxito asegurado por otros más modestos en los que podía estrenar obras de los compositores de la Generación del 51 con los que compartía misma formación en el Real Conservatorio de Madrid. Ese «altruismo» que siempre presidió la carrera de Odón Alonso hizo que, poco a poco, la música de estos compositores españoles fuera calando y triunfando no sólo en España, sino también en festivales extranjeros como el de Puerto Rico o México, donde el maestro Alonso las dio también a conocer. «En los círculos musicales siempre se ha dicho que no había compositor español que le ofreciera una partitura que Odón no estrenara», comenta con infinito cariño su biógrafo.  

«referencia». Fue así como, insiste Fernando Pérez Ruano, Odón Alonso se convirtió en «referencia de todo lo nuevo que, en materia musical, salía en España» y, sin pretenderlo, agigantó su propia leyenda como director de orquesta. «Cristóbal Haffter y De Pablo fueron los más vanguardistas y los más difíciles de entender y siempre estuvieron muy agradecidos» al apoyo que les brindó Alonso.

Lo hizo por «verdadera fe y devoción» a unos músicos de los que  acabaría siendo gran amigo y que, con el tiempo, quedarían unidos también a la propia trayectoria del Festival Otoño Musical Soriano. Porque un «enamorado de Soria» como Odón Alonso continuaría forjando la historia de la música clásica contemporánea española a través de los encargos especiales que les propuso desde el propio Festival. En la primera edición del Otoño Musical Soriano, en el año 1993, tiene lugar el estreno absoluto de Canciones del Alto Duero, una composición de Antón García Abril que el propio Odón Alonso dirige con la Orquesta Clásica de Madrid y la participación de la soprano María Orán. Su compromiso con la música contemporánea española se extendería a muchos otros compositores y hasta el último de los conciertos que dirigió Odón en el Festival soriano. «La apuesta por la música de su tiempo fue permanente, hasta el final», recalca Pérez Ruano. 

Su compromiso, su lucha en favor de la música continúan vivos a día de hoy, insiste Pérez Ruano, a través de festivales como el de Soria que él creó como expresión de su propio cariño a la provincia soriana a la que tantos lazos afectivos y familiares le ligaron. 11 años después de su muerte, el Festival Otoño Musical conserva precisamente ese afán por difundir y promover  la música actual que el maestro Odón Alonso inculcó al Otoño, celebra Pérez Ruano. Esta semana se ha estrenado, por ejemplo, New dawn, de Óscar Navarro, con la orquesta de RTVE, formación que tantos años dirigió el maestro.