"El problema del agua es su distribución"

Charo Barrios
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Giulio Boccaletti repasa en su nueva publicación el recorrido del preciado líquido por la historia de la humanidad y explica su relación con este elemento clave en la naturaleza

El escritor italiano descarta por completo que el ‘tesoro’ se pueda llegar a agotar.

Uno de los elementos principales para la existencia de vida es el agua. Pero, a su vez, este recurso también es el epicentro de cuestiones políticas y sociales

El escritor italiano Giulio Boccaletti aborda en su libro Agua: Una biografía (Ático de los Libros) el recorrido del preciado líquido por la historia de la humanidad y nos explica su relación con este elemento fundamental de la naturaleza. Es un experto en la gestión de recursos naturales y en la sostenibilidad medioambiental. Y es que, como el mismo reconoce, lleva «15 años asesorando a gobiernos nacionales y grandes compañías e instituciones de todo el mundo sobre asuntos de seguridad del agua». Una actividad que le hizo entender que «el agua recorre todas las esquinas de la sociedad y la economía», y por eso quiso «revelarlo de una manera que fuese accesible para el público general».

El futuro de este recurso de vital importancia está debatiéndose hoy más que en ningún momento anterior, y este se encuentra en manos de los estados y sus instituciones. El agua seguirá manteniendo el carácter de bien público por excelencia, según el experto, «porque la experiencia que hemos desarrollado como sociedades modernas es de una experiencia de agua accesible; ninguno de nosotros tiene que irse con un cubo para abastecerse, la inmensa mayoría de nosotros no lo hace».

La «seguridad hídrica» marca el desarrollo de un país. «Aquellos que viven en lugares que no presentan capacidad estatal ni los recursos todavía andan kilómetros para conseguir agua y aspiran a estar en la situación de los países desarrollados», insiste el transalpino. 

En cuanto a temas de escasez, el literato aboga por la tranquilidad al asegurar que el problema del agua no es de agotamiento, sino de una incorrecta distribución: «No es que se vaya a consumir y ya no habrá más; la cantidad de agua es la misma en los últimos 3,8 billones de años, solo que se ha distribuido de manera diferente».

«La distribución está cambiando más rápidamente de lo que podemos adaptar nuestras infraestructuras, y eso es lo que está causando la tensión actual por este recurso tan preciado», sentencia un Boccaletti que traslada seguridad en cada reflexión. 

El ser humano interviene, a su juicio, decisivamente en el reparto de cualquier recurso natural y también en provocar vulnerabilidades en este aspecto. Asimismo, el cambio climático, según nos cuenta el autor del libro, «va a ser muy discriminatorio en cuanto a quién es vulnerable y quién no». «Muchas de las instituciones del planeta sobrevivirán y se ajustarán, mientras que otro gran número de entidades, más frágiles y con menos capacidad de adaptación, donde los contratos civiles no pueden aportar ningún tipo de seguridad, no saldrán hacia adelante».

«Para muchas personas en muchas naciones, el cambio climático no es el problema. Lidiar con el propio clima es el escollo fundamental a gestionar», indicó Boccaletti sobre una cuestión que trasciende a todos los niveles de la sociedad y afecta a la propia distribución del agua.

Mirar hacia afuera

En esta línea, considera imprescindible que los países más ricos no se olviden de las poblaciones más desfavorecidas a la hora de implementar las iniciativas oportunas para frenar esta amenaza ambiental. También señala que se trataría, además, de un error claro de estrategia.

Boccaletti, concluyendo su exposición, afirma de manera contundente que «Si no ayudamos a los países más vulnerables a solucionar sus problemas, se presentarán en nuestras puertas. ¿Y por qué no lo harían? Yo lo haría. Si no hubiera otra opción, yo iría donde pudiera conseguir una vida mejor».