El impacto de la covid-19 en la economía de Castilla y León ya tiene su gran cifra: 5.000 millones de euros. Esta es la cifra que perdió el PIB autonómico durante el pasado año, cuando se hundió un 7,9 por ciento y anotó la peor cifra económica de los últimos ochenta años. Un retroceso que, como punto de comparación, supone duplicar el descenso registrado en 2012, el peor año de la anterior crisis económica. La presentación ayer de la Contabilidad Regional del 2020 sacó a la luz la crudeza con la que la pandemia ha arremetido contra el tejido productivo autonómico, sobretodo durante el segundo trimestre, cuando el confinamiento y el parón de toda actividad no esencial llevó la caída del PIB autonómico hasta casi el 20 por ciento. «Se trata de un descenso muy relevante», evidenció el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, que detalló que Castilla y León perdió en 2020 todo el crecimiento acumulado en los tres ejercicios anteriores (2017, 2018 y 2019) a lo que se une que habrá que esperar a que pasen los años 2021 y 2022 para poder recuperar lo perdido en el año del mayor impacto de la pandemia.

En términos de empleo, la Comunidad perdió durante el pasado año un cinco por ciento, lo que equivale a 50.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo menos. Estas fueras las grandes cifras que detalló el consejero, que, de cara a la recuperación, reconoció que a partir del segundo trimestre desde este año el PIB comenzará a registrar incrementos en tasa interanual y confió en que el año se cerrará con crecimiento, aunque no lo suficiente para compensar la caída de 2020. 

Una recuperación que se vislumbró ya a finales del pasado ejercicio, cuando la económica autonómica retrocedió un cuatro por ciento, una cifra que, aunque negativa, mejora las del segundo (-18,7%) y tercer trimestre (-5,5%). «El año acabó mejor de lo que acabó la media del conjunto del ejercicio que se ha visto lastrado por ese segundo trimestre», explicó el consejero que evidenció que 2020 ha ido «a mejor» a medida que pasaban los meses desde el segundo semestre.

El PIB retrocede un 7,9% y registra la peor caída en 80 años

Además, Carriedo remarcó como la Comunidad se ha comportado ‘mejor’ que la media nacional,  y su pérdida del PIB ha sido menos intensa que a nivel estatal, si bien admitió que los datos no satisfacen a la Junta porque la caída de la actividad ha sido «muy importante», máxime «en un sólo ejercicio».
Sectores

Desmenuzando los datos autonómicos, solo el sector primario logró salir ‘bien parado’ del 2020, y experimentó un crecimiento del 8,7%, gracias al tirón de la producción agraria en plena pandemia. Ya en números rojos, el conjunto de la industria decreció un 6,9 por ciento, la construcción anotó la mayor caída con un descenso del 12,1 por ciento, que choca con el incremento del año anterior (3,1%), mientras que los servicios disminuyeron un 8,3 por ciento debido a la importante contracción de los servicios de mercado, que cayeron un 11,6 por ciento este año. Desde el punto de vista de la demanda, el descenso del PIB en 2020 viene explicado por una menor contribución de la demanda interna (-8,1 por ciento), mientras la demanda externa, sin embargo, anotó una mayor contribución este año (0,3 por ciento) que en el anterior (-0,7 por ciento).
Fondos europeos

Por último, el consejero volvió a reclamar ayer al Gobierno la convocatoria del Consejo de Política Fiscal y Financiera para que corrija los criterios del reparto de los fondos europeos de recuperación, dado que los actuales son «injustos» con Castilla y León.