Ya hace tres años que un joven de tan solo 15 de la localidad de El Royo recibía una llamada que le cambiaría la vida. La Fundación Alberto Contador captaba a Antonio González para su equipo de promesas, sobre el papel, los mejores del país. «Fue una oportunidad que no podía dejar escapar», reconoce el ciclista recién cumplida su mayoría de edad. Lo hace además en una temporada de transición complicada.
Tras conseguir grandes triunfos en 2021 como el subcampeonato de España Junior en pista, su paso a la categoría sub-23 ha supuesto un gran cambio en su trayectoria. «Tampoco me está costando tanto como pensaba», manifiesta. «Es el momento de saber si en unos años puedo ser un profesional o no llego a tanto», analiza desde una perspectiva muy optimista.
Por el momento se encuentra en Italia, donde participa en la Colli Rovescali, una prueba de 155 kilómetros donde deberá poner a prueba la evolución de un año de madurez que Antonio González está asumiendo desde una visión muy adecuada.
cAmbios. Fueron varias las veces que Antonio González tocó la gloria en categoría junior, una temporada, la pasada, en la que saboreó con frecuencia las mieles de la victoria. «Fue una gran año, lo disfruté muchísimo», comenta con una sonrisa. Sabía que era el prólogo de una etapa determinante en su carrera, y se ha preparado física y mentalmente para afrontarla en las condiciones adecuadas y óptimas.
Ahora, en categoría sub-23, compite de manera frecuente con las edades élite. «Puedo estar corriendo con ciclistas de más de 30 años, deportistas que tienen ya muchísimos kilómetros en las piernas», afirma. Las carreras de tres horas han pasado a más de cuatro. «Puede parecer poco, pero es en esos 60 minutos finales cuando se decide todo», avisa. Debe administrar todas sus fuerzas de una forma diferente.
Esa adaptación se la ha tomado con buena filosofía. «Soy consciente de que ahora tengo que trabajar mucho para poder estar a esa altura, pero también es cierto que me quedan otras tres temporadas en sub-23», analiza. Tiene mucho margen de mejora, una situación que le otorga una gran confianza. «Solo tengo que entrenar y seguir acumulando kilómetros, es la forma más natural de ir ganando fuerza y resistencia», detalla.
Toda esta nueva situación la afronta bajo el amparo de la Fundación Alberto Contador. «Espero que el próximo año sigan contando conmigo», comenta de forma esperanzadora. «Cuando ves los listados de estas temporadas, se puede comprobar que algunos ya son profesionales», cuenta. «Por ejemplo, Juan Ayuso (ahora en UAE) ha competido conmigo», reseña.
Por otra parte, está asumiendo una labor de ciclista de equipo que le servirá en el futuro. «Las carreras las ganan los conjuntos, uno solo lo tiene prácticamente imposible», afirma el ciclista de El Royo. «La gran mayoría trabajan para sus líderes de equipo y ese papel es el que tengo ahora con compañeros que son buenísimos», reconoce.
Es la etapa final como promesa. Antonio González busca alcanzar la meta del profesionalismo, un sprint que se ve más que capacitado para ganar.