Una anomalía con mucho ritmo

Sara Borondo
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Tango Gameworks trae por sorpresa un shooter imaginativo con estilo propio

Una anomalía con mucho ritmo

Pocas veces un juego se anuncia el mismo día del lanzamiento, pero si se hace en el momento oportuno el factor sorpresa añade un extra de satisfacción a un buen juego. Es el caso de Hi-Fi Rush, un título que llegó a Xbox Gamepass (Xbox y PC) a finales de enero, durante el Developer's Day de Microsoft, de la mano de Tango Gameworks, un estudio de Zenimax  (la misma empresa dueña de Bethesda) y, por tanto, de Microsoft.

Decir Tango Gameworks (The Evil Within, Ghostwire Tokyo) es hablar de Shinji Mikami, figura clave del desarrollo japonés y creador de los juegos de terror ya mencionados o de Resident Evil pero también en títulos de acción como Madworld o Vanquish con Platinum Games. Mikami arriesga casi siempre en sus juegos, y en este caso se la ha jugado de manera decidida con un juego con un estilo colorido y de dibujo animado en un mundo futurista en el que las mecánicas hack and slash se combinan con las de un juego de ritmo.

Tango ha combinado muy bien ese batiburrillo tan alejado del estilo en el que suele moverse. Chai es un alegre chaval que sueña con ser estrella de rock. Cuando le están colocando un brazo robótico se produce un accidente y el iPod que llevaba en el bolsillo se fusiona con su corazón, por lo que se convierte en una anomalía que intentan eliminar los mismos que lo han creado.

El ritmo pasa entonces a formar parte de la vida de Chai más que nunca, la música rige toda la acción de la pantalla, desde el momento en que hay que golpear hasta las animaciones de los personajes: si se golpea siguiendo la canción el daño y la puntuación aumentan y se potencian las esquivas, todo parece una coreografía bonita de ver. No es obligatorio, pero sí muy conveniente. Para aquellos jugadores que no tienen un buen oído musical hay pistas visuales e incluso se puede colocar en la interfaz una guía con el ritmo al que hay que golpear. Es muy útil sobre todo en las primeras horas del juego.

Hay temas propios y otros licenciados (entre los grupos del repertorio están Nine inch Nails o The Prodigy). El excelente doblaje al castellano es la guinda para un juego con personalidad y mucha diversión aderezada con humor y llena de referencias a videojuegos, películas y series. Todos los personajes tienen carisma, desde los ochenteros jefes enemigos hasta el gato robótico 888.

Como suele ser habitual en los juegos de ritmo, al final de cada misión aparece una puntuación en función de cómo se haya desarrollado esa fase, lo que potencia la rejugabilidad de Hi-Fi Rush tanto como el hecho de intuir que hay zonas a las que se puede acceder en una segunda vuelta. Hay secciones de plataformas, sobre raíles, de combate puro... El aburrimiento no tiene lugar entre tanta acción y variedad y la combinación de la jugabilidad rítmica y el hack and slash absorbe por completo la atención al jugador en todo momento. Una gran sorpresa para comenzar el año.

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