Carmen Hernández

Carmen Hernández

Periodista


Una ley de ida y vuelta

05/11/2022

Resulta que la Ley de la Memoria Democrática va a crear unos cuantos puestos de trabajo en los consulados españoles para que puedan atender a los nietos de republicanos exiliados que soliciten la nacionalidad. Estoy en Córdoba (Argentina) y, solo aquí, van a contratar a tres personas. En esta zona, hay muchos descendientes de compatriotas que llegaron huyendo de Franco; como Alberto Ferreyra, director del museo de la estancia jesuítica de Jesús María, que guarda una bandera roja, amarilla y morada como si fuera un trozo del alma asturiana de su abuelo.
Esperemos que esta Ley permita, también, desclasificar documentos secretos. Por ejemplo, los expedientes de cientos de españoles asesinados o secuestrados por la dictadura militar argentina entre 1976 y 1983. El 30 de septiembre de 1982, se presentó, ante el consulado español de Buenos Aires, el primer habeas corpus colectivo en representación de treinta víctimas españolas del terrorismo de estado de la Junta Militar. Hoy, se sabe que más de novecientos desaparecidos en aquellos años de horror y represión eran de nuestro país o hijos de españoles. Las víctimas argentinas tienen nombres y apellidos, se las considera y se las recuerda en Museos de la Memoria como el de Córdoba. Está en un callejón entre el Cabildo y la Catedral sobre el que cuelgan fotos de asesinados y desaparecidos. Ahí, he visto pararse a una maestra al frente de un grupo de escolares. Les estaba diciendo: «…Venían agentes del gobierno y se los llevaban presos sin que hubieran hecho nada. Los encerraban y, muchas veces, ya no se sabía más de ellos… «¿Los secuestraban?» – pregunta un niño- Y,¿Por qué?». «Porque un gobierno de dictadura es muy malo y liquida al que se le opone»– responde la maestra- Los traían atados y con los ojos tapados para que no supieran dónde estaban; pero algunos lograban ubicarse en el centro de Córdoba al oír las campanas de la Catedral…».  Así se cuenta la historia. ¿Seremos capaces?