"El virus sigue estando ahí, hay que tenerlo en cuenta" 

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Eugenio Latorre, de Residencias Grupo Latorre, atribuye al desconocimiento que existía sobre el coronavirus los errores que, tanto desde las administraciones como desde los centros residenciales, se hayan podido cometer durante la pandemia

"El virus sigue estando ahí, hay que tenerlo en cuenta"  - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

El Grupo Latorre gestiona en la provincia ocho residencias de mayores, en la capital, Berlanga de Duero, El Burgo de Osma, Vinuesa y Serón de Nágima, y otro más en Quintanar de la Orden, en Toledo. Eugenio Latorre hace balance de lo que ha supuesto la COVID-19 en estos centros, cuya incidencia ha sido dispar aún aplicando el mismo protocolo en todos ellos. Ya desde la calma de esta especie de tregua que ha concedido el SARS-CoV-2, Latorre apunta a que, irremediablemente, las residencias tendrán que incidir en la parte sanitaria tras esta experiencia.

Tres meses después del estallido de la pandemia del coronavirus, ¿en qué fallos, propios y ajenos, cree que se incurrió que para que la COVID-19 se cebara en las residencias?

Haciendo balance, no sé si son fallos o no, pero la realidad es que todo el mundo pensábamos que era una gripe y no mucho más, como han reconocido las autoridades sanitarias. El principal problema ha sido el desconocimiento del virus, al que había que hacerle frente desde el primer momento. Fuimos aprendiendo sobre la marcha, atendiendo a las autoridades sanitarias que nos asesoraban en lo que podían, intercambiábamos impresiones y modificábamos las actuaciones. Al principio no había medicamentos, solo se actuó con paracetamol, luego se fueron incorporando en función de la situación que nos iba dejando el día a día.

¿Atribuye a ese desconocimiento sobre el virus que se produjeran errores en determinadas actuaciones?

Sí, hay cosas que no se han hecho bien, pero es que no se sabía cómo actuaba el virus, incluso ahora hay cuestiones ilógicas que no tienen mucha explicación, a todo el mundo no le afecta igual, hay que gente que convive que uno es positivo y el otro no... son cosas que no se explican. 

¿Se deberían haber limitado antes las visitas a las residencias?

Posiblemente, hubiera sido una de las medidas más efectivas, pero no lo achaco a un mal hacer de nadie, sino al desconocimiento. Nosotros intentamos cerrar antes y nadie, a la sociedad en general, le parecía bien que se limitaran las visitas. Desde las autoridades nadie nos dijo que cerrásemos y nosotros cuando empezamos a tomar medidas la semana de antes, los propios familiares no lo veían muy bien. Dos o tres días antes de confinarnos, no lo veíamos así de crudo. Pero todo el mundo.

¿Se relajó la administración a la hora de determinar esa prohibición?

Si se hubieran tomado las medidas antes, habría ido todo mejor. Pero también creo que en la administración no tenían conocimiento, si hubieran sabido de la realidad de este virus, habrían tomado esas medidas. Nos pilló a todos muy de golpe. Para hacernos una idea, hicimos una previsión de material que creímos que tendríamos sin conocimiento, por todo lo que compramos, y a los diez días ya no teníamos prácticamente nada. Nos aprovisionamos, principalmente, de guantes, que es lo que más usamos, y pensamos que igual había para cinco años. Y el consumo fue brutal porque era necesario. 

La consejera de Sanidad, Verónica Casado, admitió que se dio orden de evitar el traslado de los residentes a los hospitales en el pico de la pandemia, al parecer, para protegerlos y que se optó por trasladar la sanidad a estos centros. ¿Fue acertada esta medida? ¿Se hubieran salvado más vidas de haberse derivado más ancianos a los hospitales?

Cuando desde Sanidad se tomó esa medida, tendrían algún criterio más que lo que nos cuentan a nosotros. Los hospitales estaban a tope. La verdad es que crearon el equipo COVID que nos ha dado un soporte dentro de lo que podían hacer en una provincia como Soria con todas las residencias que hay, pero nos vino muy bien. Si hubiéramos podido llevar al hospital a algún residente más, pues no sé si se hubieran salvado más porque este virus es muy agresivo. No sé si en el hospital habrían podido hacer algo por ellos.

Algunas voces apuntan a que las residencias fueron hospitales de campaña. ¿Comparte esta opinión?

Al fin y al cabo, cuando venía el equipo COVID te planteaban tratamientos que teníamos que suministrar en las residencias, entonces... hospital de campaña... hasta cierto punto. Contábamos con los recursos que contábamos porque, por mucho que quieras, una residencia no puede ser un hospital. Desde luego, estoy seguro de que en todas las residencias se han tomado medidas sanitarias y han afrontado esa responsabilidad.

¿En qué situación se encuentran en la actualidad las residencias del Grupo Latorre?

Hemos tenido de todo, centros en los que no ha habido ningún caso, otros con una afectación mínima y otros con más positivos. Hemos hecho todo lo que hemos podido, pero algunos no se han podido salvar, es el dolor que siempre te queda. No ha sido por escatimar esfuerzos. Desde aquí, mi más sincero agradecimiento a la plantilla del Grupo Latorre porque todos se han dejado la vida, ha sido posible pasar esto gracias a ellos, no han escatimado en esfuerzos, ni un minuto de su tiempo, se han dedicado en cuerpo y alma. Mucha gente nos muestra ahora el agradecimiento, reconforta mucho ese reconocimiento.

Ahora mismo tenemos todos los centros a cero, en ninguno hay contagiados. El último positivo cumple esta semana 15 días desde la prueba y es asintomático, lo damos por recuperado. Seguimos con las mismas medidas de seguridad y con la misma intensidad en el trabajo. 

Los centros residenciales de la capital estaban casi completos al terminar el año, ¿cómo están ahora?

Esta pandemia ha afectado también a la gente que recibe ayuda a domicilio. Hemos hecho ahora un ingreso de urgencia, con la autorización pertinente de la Junta, por supuesto, y ahora estamos teniendo bastantes solicitudes, pero tenemos echado el freno porque nosotros no queremos ingresar y porque la Junta solo lo permite en casos necesarios. El protocolo que nosotros mismos como empresa nos marcamos es, de momento, no tener nuevos usuarios hasta estabilizar la situación. El virus sigue estando ahí, hay que tenerlo en cuenta. 

Está sobre la mesa el debate en torno al modelo residencial, ¿en qué sentido, a su juicio, debe cambiar?

Hay que tener claro que las personas que peor salud tienen, ahora mismo, están en las residencias. En cuanto a modelo, Castilla y León era la Comunidad pionera en la atención individualizada y funcionaba muy bien. El problema es que se estaba actuando más sobre la parte social que en la sanitaria. Esta crisis nos deja ver que no se tiene que dejar de lado la parte sanitaria y hay que trabajar en el modelo sociosanitario, sin dejar de lado ninguna de las dos partes. 

Puede haber cambios como los habrá en el resto de la sociedad. Quizás las macrorresidencias no son ahora mismo el mejor modelo, nosotros siempre hemos defendido los centros pequeños, todo va a variar mucho. Y a las residencias, por supuesto, nos va a afectar.

Aludía con anterioridad al ingente esfuerzo realizado por el personal de las residencias...

Sin excepción así ha sido, si esto ha salido adelante es porque la gente ha trabajado al 250%, ha habido profesionales que lo han dado todo sin saber a lo que se arriesgaban. Las residencias han recibido muchas críticas, pero la contención que se ha hecho en las residencias ha sido lo que ha permitido que el resto de las personas hayan podido acudir al hospital. Si las residencias hubieran utilizado los servicios sanitarios como lo ha hecho cualquier otro ciudadano, no sé lo que habría pasado. Las residencias han sido el arma que han tenido para contener el sistema sanitario.

¿Cambiará el perfil del personal de las residencias? Había problemas para encontrar trabajadores antes de la pandemia, ¿se ha complicado?

Nosotros al ser un grupo grande nos hemos distribuido y hemos tenido plantilla. Siempre le hemos dado importancia al personal sanitario y, de hecho, a pesar de implementar los servicios sociales, hemos considerado que los sanitarios eran una pata importante para prestar un buen servicio. Seguiremos apostando por ello, pero cada vez es más difícil encontrar sanitarios. En nuestra plantilla tenemos bien cubierto este servicio.

¿Tienen aún muchas bajas?

Hubo un momento con bastantes bajas, pero prácticamente no hay ninguna. Nosotros creamos nuestro propio equipo COVID. Nos desplazábamos en una furgoneta un responsable de la empresa, una enfermera y dos auxiliares, personal voluntario se apuntaba, y ese equipo iba a las residencias que tenían más necesidad. En todos los sitios no empezó a la vez y entre nuestras residencias nos vino muy bien. Y fue en un momento en el que no disponíamos de mucho personal sobrante para desplazarnos.

¿Ha sido mucha la inversión?

Sobre todo en material. Tenemos unas facturas importantes, bastante altas, sobre todo en     EPIs. Lo asume la empresa, no vamos a repercutir nada a los usuarios. A parte de lo que nos daba la Junta, hemos tenido que hacer mucha inversión. Compramos tres máquinas de ozono, material desechable constantemente... Hubo que contratar trabajadores para cubrir las bajas, que no ha sido nada fácil porque no había. Hemos tenido gente de Burgos, Valencia, Elche, Toledo... gente con mucha voluntad, es de agradecer que hayan querido venir. El Ayuntamiento de El Burgo de Osma puso el albergue a disposición de las residencias y fue una facilidad para ofrecer alojamiento gratis cuando venía alguien de fuera. Fue una ayuda fabulosa. También colaboró el Seminario. En cada municipio se ha puesto lo que se podía. En Vinuesa el Ayuntamiento estuvo en todo momento cercano, en Berlanga de Duero no ha hecho falta porque no ha habido casos...

Si se siguieron las mismas medidas en todos los centros, ¿a qué cree que responde que en unos hubiera varios afectados, como en Vinuesa, y en otros, ninguno, como en Berlanga?

Es lo que decía. El protocolo era el mismo, los materiales eran para todos los mismos, todo exactamente igual... en unos sitios, cero casos, y en otros sí ha habido. ¿Cómo se entiende? No hay una explicación lógica que explique el por qué. Para todos era muy desconocido y a día de hoy no hay tanto conocimiento.

Decía que las inversiones que ha tenido que realizar la empresa no va a repercutir en los usuarios. Si en un futuro hay que reforzar los centros desde el punto de vista sanitario, ¿subirán los precios de las plazas?

No. A nivel sanitario nuestras residencias están dotadas del personal necesario porque le damos mucha importancia. Vamos a intentar mantener el precio y el servicio, aunque sea más complicada la atención a los usuarios. La idea es no tocar los precios.

¿Ha habido muchas familias que se han llevado a casa a ancianos?

Alguna. Si la gente hubiera sabido a lo que se enfrentaba, quizás hubieran tomado medidas los propios familiares, pero nos pilló de sopetón a todos.

En Castilla y León, así como en otros puntos de España, se ha creado la Plataforma de Afectados por la Gestión de las Residencias, ¿qué opina?

Entiendo que el que ha perdido un familiar en una situación muy dura y difícil está en su derecho de pedir responsabilidades y, sobre todo, de aclarar un poco qué ha ocurrido. Seguramente, no todo se ha hecho bien, pero estoy convencido de que lo que no se ha hecho bien ha sido por el desconocimiento que había sobre esto.

¿Cómo les ha pasado factura a los usuarios el confinamiento?

Físicamente se les nota, anímicamente, por supuesto, también. Intentamos estar con ellos, solucionar sus problemas. El otro día, por ejemplo, compré una gorra, un sombrero, un abanico, unos vasos para pastillas... me fui con un listado largo con lo que pedían en ese momento. Esos detalles son importantes. Han sido muy fuertes, en todo momento han conocido la realidad, han colaborado al máximo, no han puesto una sola pega. Y han pasado lo suyo.

¿En qué punto se encuentra el proyecto del hospital que el Grupo Latorre ejecuta en Los Royales?

En este tiempo hemos estado trabajando, no al mismo ritmo, por supuesto. Hemos tenido problemas con técnicos y equipamiento que venían de Europa, que no han llegado. Lleva un buen ritmo, aunque posiblemente se nos retrase la apertura. A ver si podemos avanzar en estos dos-tres meses y al finalizar el verano está en marcha. 

La pandemia ha puesto de manifiesto las debilidades del sistema sanitario, ¿se ha evidenciado también la necesidad de un recurso sanitario de este tipo en Soria?

Soria necesita más recursos sanitarios, privados o públicos. Con los responsables del hospital he hablado y dicen que si, en condiciones normales, echaban de menos tener un hospital al lado, como un hermano pequeño, ni te cuento ahora en la pandemia. En Soria carecemos de ciertos servicios sanitarios y con este proyecto se verán aumentados. Ha habido ciudades que han usado un hospital privado para casos no COVID y les ha facilitado mucho el trabajo. Aquí hubiese venido muy bien. 

¿En qué medida se va a modificar el proyecto del hospital para adaptarse a las exigencias marcadas por la pandemia del coronavirus?

Tenemos espacios muy amplios. Ahora claro que tendremos que hacer alguna pequeña modificación para adaptarnos a la normativa COVID.