Hace ahora dos décadas comenzaron en El Burgo de Osma las primeras obras de la Autovía del Duero en Soria, concretamente con la construcción de la variante de la localidad. En la actualidad, los ocho tramos planteados en la provincia aún no se han finalizado, ya que faltan por ponerse en servicio cuatro: Los Rábanos-La Mallona (en tramitación), Venta Nueva-Santiuste (en obras y el próximo que abra en 2022), El Burgo de Osma-SanEsteban (en obras y también prevista su puesta en funcionamiento este año) y Langa de Duero-Aranda de Duero (igualmente, en tramitación). 

Este tramo de 9,5 kilómetros se construyó en dos años con un presupuesto de 33,5 millones de euros. «La travesía de El Burgo de Osma presentaba una intensidad de tráfico de unos 4.300 vehículos al día, que unido a la existencia de importantes edificaciones consolidadas en ambas márgenes, la convertían en peligrosa, lo que hizo aconsejable construir una variante de población que incrementase la seguridad vial», recogía el anuncio oficial de la finalización de las obras y de supuesta en funcionamiento. La tramitación había comenzado en noviembre de 1997 con las órdenes de estudio del proyecto.

El por aquel entonces alcalde de El Burgo de Osma y también en la actualidad, Antonio Pardo, afirma que la variante ha supuesto un avance en «seguridad» porque «se ha desviado el numeroso tráfico que pasaba por el centro del pueblo, con un colegio, un instituto y actividades de todo tipo en la travesía de la N-122, que partía el pueblo y suponía un riesgo importante». Igualmente, «se mejoró la circulación ,pues se hizo una variante desdoblada de la futura Autovía del Duero en su primer tramo, aunque al principio se contemplaba como una variante convencional, como la de San Esteban o Langa de Duero». Pardo recuerda que cuando se celebró la exposición de Las Edades del Hombres en 1997, con José María Aznar en el Gobierno, pasó por El Burgo Francisco Álvarez Cascos, ministro de Fomento, entre otros, a los que se les solicitó que se paralizara el proyecto de la variante convencional para hacer el nuevo estudio de trazado de la Autovía del Duero y que se incluyera la variante de doble vía. 

«Nos dio también un motivo de optimismo, de cara a que poco a poco se pudiera poner en marcha la autovía, que está tardando muchísimo... Estamos esperando a que llegue abril o mayo para que se abra el tramo Santiuste-Venta Nueva, que eliminará el paso por El Temeroso, Torralba, Valdealvillo... y mejorará la comunicación con la capital y de la capital con Valladolid», destaca el alcalde. En cuanto a los negocios, «había más miedo de lo que realmente ha producido. Que pasen vehículos diariamente puede generar actividad económica, pero también caos de circulación. Y El Burgo ya era una referencia turística, la gente ya venía expresamente». En definitiva, la variante ha supuesto «una mejora en la calidad de vida» y «un efecto dinamizador».

reivindicación «legítima». El secretario de Estado de Infraestructuras, Benigno Blanco, aseguró en la inauguración de las obras que se atendía «una reivindicación absolutamente legítima de la provincia de Soria» para conectar a la capital soriana con otras provincias de la región, algo que 20 años después aún no se ha conseguido. Por su parte, el consejero de Fomento de la Junta de Castilla y León, José Manuel Fernández Santiago, se cumplía «un objetivo político fundamental para Soria: cancelar un déficit histórico en infraestructuras». Señaló, además, que la última encuesta del CIS revelaba la importancia que para los castellanoleoneses tenían las actuaciones en esta materia, ya que un 37% de los ciudadanos de la región habían percibido una mejora en los dos años anteriores... 

Los responsables políticos se refirieron a los planes viarios de las administraciones central y autonómica vigentes, hablando de 2010 como fecha tope para concluir esa autovía de Soria a Valladolid. Sin embargo, quedan cuatro tramos, dos más retrasados.