La nueva presidenta de la Confederación Hidrográfica del Duero, María Jesús Lafuente, apostó hoy en Valladolid por el "principio de la precaución" a la hora de poner en marcha obras hidráulicas. "Cualquier obra debe contemplar los escenarios del cambio climático y la necesaria elaboración del impacto ambiental, lo cual exige también tener en cuenta el análisis del coste, no solo monetario sino también la eficacia", aseveró.

En su discurso tras la toma de posesión del cargo que tuvo lugar en la Delegación del Gobierno en Castilla y León, Lafuente añadió que el "principio de precaución" exige también "minimizar" la exposición de unos ecosistemas fluviales que son ya "muy vulnerables". En todo caso, abogó por conjugar la reducción de los impactos del cambio climático sobre la población, el medio ambiente y la actividad económica.

La nueva responsable del organismo de la Cuenca, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, aseguró que el agua es un elemento "esencial" para la población, por lo que defendió que la CHD sea una herramienta "activa" para ayudar a lograr este objetivo. En este sentido, citó, según recogió la Agencia Ical, la necesidad de priorizar los regadíos, algo que se hace en Castilla y León. También, se refirió al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que incluye "importantes" cantidades de dinero para la modernización de regadíos y el Perte de digitalización del agua, que impulsa el uso de las nuevas tecnologías de la información en el ciclo integral del agua para mejorar su gestión, aumentar su eficiencia, reducir las pérdidas en las redes de suministro y avanzar en el cumplimiento de los objetivos medioambientales. 

Citó que en 2023 se lanzarán convocatorias de ayudas para administraciones y entidades competentes en el ciclo urbano del agua pero también habrá fondos para la digitalización y los regadíos. 

En presencia de la delegada del Gobierno de Castilla y León, Virginia Barcones, y los consejeros de Medio Ambiente y Agricultura, Juan Carlos Suárez-Quiñones y Gerardo Dueñas, entre otros, precisó que la política del agua en el Duero "gravita" ya y lo hará "totalmente" antes de finales de año en torno al Plan Hidrológico del Duero, a través de su tercer ciclo para el periodo 2022-2027. "Nos tiene que conducir hacia una nueva política del agua, basada en una participación ciudadana proactiva que se asiente en la transmisión constante de la información a la sociedad para que la gobernanza de la Cuenca sea transparente a los ojos de sus habitantes", añadió.

María Jesús Lafuente señaló, según Ical, que su primer "compromiso" será con los alcaldes y alcaldesas al recordar que la CHD tiene que ser la casa "de todos" y "para todos", por lo que el organismo tendrá las puertas abiertas para recibirlos, escucharlos y ofrecerles soluciones. "Nosotros, la CHD, somos de donde hay un río y allí estaremos a pie de loma y valle, a pie de tierra, para intentar comprender sobre el terreno lo que les preocupa y lo que reivindican para sus pueblos", precisó.

En ese sentido, aseguró que habrá continuidad en la forma de gestionar la CHD que ha llevado a su caso su antecesora Cristina Danés, además de contar con la colaboración estrecha de la comisaria de Aguas, Diana Martín, que ha estado al frente de la Confederación entre junio y octubre. 

Lafuente reconoció que llega a un puesto que entraña una dificultad "enorme" por que "nunca llueve a gusto de todos". "Hablo de lluvias, pero por desgracia, venimos de tiempos de escasez de precipitaciones y vamos a épocas de incertidumbre por culpa del cambio climático. Solo a unos pocos se les ocurre negar la evidencia por que el cambio climático está aquí y es letal", significó. Puso el ejemplo de lo que ocurrido este verano en la provincia de Zamora con los "atroces" incendios forestales, el aumento de casi tres grados de la temperatura media del verano (20,1 frente a los 22,9 registrados en 2022) y la merma de las precipitaciones entre junio y agosto (que han pasado de los 71 en las últimas tres décadas a los 38 litros por metro cuadrado de los meses pasados). A ello se suma, apuntó, las previsiones de la Aemet que hablan de un otoño caluroso y seco y es más que probable que también lo sea en invierno.