«Si no te ayuda la suerte, 
ayúdale tú a la suerte» 
(Apio Claudioel Ciego)

Frase lapidaria de este personaje romano, primer autor conocido de la literatura latina, importante político de la 'Res Publica' romana y ejemplo de grandeza y sencillez. Ha pasado a la historia como ejemplo de lucidez y arquetipo de unos hombres que sacaron al mundo del nivel tribu y lo auparon a nivel estado. Lo que llamamos Occidente es el mayor logro histórico (con todos los defectos) que ha catapultado al Hombre hacia la Libertad: Salir del nivel 'tribu' y auparlo al nivel 'estado', sustituyendo la tradición tribal por la Ley, garantía de la libertad de todos.  Esta fue la gran hazaña de Roma, ese pueblo genial que hizo posible la existencia de Europa, la Cultura Occidental, el planeta como patria de Todos y para todos. 
Apio Claudio El Ciego, labrador del Lacio, fue nombrado Dictador de la República Romana en el año 286 a. c. Durante los seis meses de su 'dictadura' Apio con su autoridad y sabiduría salvó a la Res Publica. Al finalizar el periodo de su ejercicio, con una grandeza y humildad que han pasado a la historia como ejemplo del político logrado, volvió a su rincón de labriego y continuó con su humilde oficio de labrador. 
Hoy, con este modelo de progreso que nos toca vivir, hemos perdido muchas perspectivas de grandeza; hemos olvidado palabras como 'humildad', 'disciplina', 'sencillez', 'grandeza',  'ideales'…  
Nos hemos quedado incluso sin semblanzas, sin biografías de grandeza a imitar; todo es noticia, todo es biografía a ras de suelo; los/las modelos aparecen en biquini o taparrabos.
No hay que olvidar que también los romanos definieron a la Historia como «maestra de la vida». Hoy estamos haciendo la barrabasada de ir quitando la historia de los curricula educativos.
Apio Claudio también nos advierte: «Cada cual es el constructor de su propio destino». 
Casi nada.