El empresario catalán Teodoro García Giménez, jefe ejecutivo del grupo empresarial TGT especializado en la producción de quesos, es desde el 16 de septiembre y según el Boletín Oficial del Registro Mercantil, administrador solidario de la empresa Saiona (Quesería Vasca S.L) ubicada en Ólvega (Soria). Esta empresa, está vinculada a través de otros cooperativistas a la instalación de una macogranja de 20.000 vacas en la localidad de Noviercas (Soria), promovida por Valle de Odieta. 

El cooperativista y uno de los promotores de la iniciativa, Alberto Guerendiain Azpiroz, no quiso confirmar a ICAL el paso de activos a este grupo inversor, y se limitó a corroborar que Valle de Odieta no ha cambiado de accionariado y que sí se ha producido un cambio en otra empresa de la que es partícipe.

Varias fuentes vinculadas al mundo de la empresa ratificaron a la agencia ICAL que el grupo catalán habría adquirido una parte del accionariado de Saiona, la cooperativa de quesos de Ólvega, conformada, en un principio, por ganaderos navarros. Algunas fuentes elevan el porcentaje de la adquisición al 51 por ciento. Ello le permite a su titular, Teodoro García Jiménez, convertirse en administrador solidario de la misma, junto con los antiguos responsabls.

Esta empresa, que hace cinco años se instaló en Ólvega y cuyos socios promueven la vaquería de Noviercas preveía abastecerse de la leche que se produjera de la macrogranja. La empresa recibió 6,2 millones de euros de subvenciones de la Junta de Castilla y León para su impulso.

De este modo, Saiona estaría conformada, según el Registro Mercantil, por tres administradores solidarios, representantes y gestores como son Teodoro García Giménez, Alberto Guerendiain Azpiroz y Jesús María Echarriz Azpiroz.

La cooperativa de origen navarro Valle de Odieta registró, en julio de 2018 en la sede de la Junta de Castilla y León en Valladolid el proyecto para la construcción en Noviercas (Soria) de la explotación ganadera más grande de Europa, con 20.000 vacas. El proyecto del negocio lácteo todavía está pendiente de obtener la declaración de impacto ambiental. 

Valle de Odieta preveía invertir 93 millones de euros y la generación de 250 puestos de trabajo. La empresa necesitaba para ello 900 hectáreas de terreno para ubicar su vaquería, de las cuales 598 pertenecían a 93 propietarios y 280 eran de titularidad municipal.

Hace tres años esta cooperativa adquirió el terreno de propiedad privada y pagó un diez por ciento de su valor a sus propietarios. Tras ello, Valle de Odieta registró las tierras a su nombre y dejó el uso de las mismas a los vendedores hasta que pagara el cien por cien del valor o tuviera los permisos para construir la vaquería. El contrato también contemplaba que a los tres años, es decir, en 2020 debería pagar el 90 por ciento o devolver la tierra a los propietarios.

Algunos afectados han corroborado a ICAL que la cooperativa navarra no les ha pagado lo que adeuda, y uno de ellos que vendió 250 hectáreas e intentó recuperar su propiedad, tal y como contemplaba el contrato, se ha visto involucrado en un proceso judicial para impedirlo, emprendido por Valle de Odieta.

La cooperativa ha propuestos a los expropietarios pagarles un diez por ciento más de su valor y controlar la propiedad hasta 2023, nueva fecha en la que comprará el conjunto de hectáreas.