El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, confió ayer en que el apoyo de la Junta al cooperativismo permita aumentar su profesionalización y «ganar dimensión» al sector, con el objetivo de pasar de 2.900 a 3.500 millones de facturación anual, según expuso durante el Consejo Rector de la Unión Regional de Cooperativas Agrarias de Castilla y León (Urcacyl), que se celebró en la sede de Avigase, en Valverde del Majano (Segovia), y al que también acudió el consejero de Agricultura y Ganadería, Jesús Julio Carnero.

Mañueco situó al cooperativismo agroalimentario como «eje central» de un sector estratégico, como es el primario, y recalcó su compromiso para que sea «cada vez más fuerte, ya que es motor de desarrollo rural y lucha contra la despoblación».

En este sentido, trasladó al Consejo Rector de Urcacyl algunas de las nuevas líneas de ayuda, a las que se suman otras ya convocadas. Entre ellas, citó la dirigida a la mejora profesional, con incentivos de hasta 5.000 euros al asociacionismo de jóvenes y mujeres titulares de explotaciones; otra encaminada al lanzamiento de nuevos productos o servicios o para entrar en nuevos mercados, con hasta 2.000 euros; y una tercera que incrementa su partida para favorecer los acuerdos interoperativos entre distintas cooperativas, que pasa de 15.000 a 25.000 euros.

Junto a los presidentes de Avigase, Luis Fernando Palomo, y Urcacyl, Fernando Antúnez, el jefe del Ejecutivo autonómico destacó que modernizar las cooperativas agroalimentarias, dimensionarlas y profesionalizarlas es «esencial para el futuro de Castilla y León, para generar empleo y actividad económica en el mundo rural»; y reiteró su «firme compromiso» con el desarrollo rural y los servicios públicos en los pueblos, entre los que reseñó la sanidad, educación y servicios sociales, pero también el transporte, a través del bono rural gratuito a la demanda, la extensión de la banda ancha, las medidas en vivienda o la conciliación para las familias, según informa Ical.

La «importancia del cooperativismo», continúo Mañueco, se traduce en que en muchas provincias son «la empresa más importante». Además, significó su «fortaleza» y aprovechó para hacer un reconocimiento al sector agroalimentario, la transformación y la distribución, que «han sido fundamentales desde el inicio de la pandemia».

Para concluir, agradeció las aportaciones del sector al plan de cooperativismo agroalimentario. «Con el mazazo de la covid-19 se está afrontando el futuro desde sólidas bases y la seguridad sanitaria, que permiten una recuperación económica con optimismo», sentenció.

Informe de situación.

Por su parte, el presidente de Urcacyl, Fernando Antúnez, trasladó a Mañueco la «situación» del cooperativismo autonómico, que aúna a 48.000 socios en sus 130 entidades, de los que un 18,6 por ciento son mujeres y uno de cada diez, jóvenes; mientras que da empleo directo a 3.193 trabajadores, un 22 por ciento mujeres. «Entre las empresas que más facturan en cada provincia siempre hay una cooperativa; y en el top 10 nacional hay cuatro de Castilla y León. Tenemos un sistema cooperativo que si no existiera habría que inventarlo», defendió.

Igualmente, explicó que fija población y contribuye al desarrollo socioeconómico del medio rural, si bien se enfrenta al reto del relevo generacional, la incorporación de jóvenes y mujeres y una mayor dimensión. «Lo hemos pasado mal con la pandemia, sobre todo las más encaminadas al canal Horeca», expuso Antúnez, quien mostró su preocupación por la «dificultad de trasladar a la cadena de distribución los costes que soportan nuestros ganaderos».