La segunda oportunidad de Dani Mateo

S. Recio
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El adnamantino correrá una maratón en abril con una preparación a contrarreloj en la que será su última bala para estar en Budapest

La segunda oportunidad de Dani Mateo - Foto: E.G.M

Cuando Dani Mateo se quedaba en la Maratón de Sevilla sin la mínima para el Mundial de Budapest, lanzaba un mensaje. «Me lo jugaba todo a una carta, pero no lo he conseguido», lamentaba después de no conseguir su objetivo.  En ese momento debía replantearse toda la temporada, reconociendo que no había tiempo para preparar los más de 42 kilómetros de esa distancia antes del mes de abril, fecha tope marcada por la Federación. Por suerte, si algo es el adnamantino es tozudo. «Voy a intentarlo, esto es a lo que me dedico y no veo motivo para no hacerlo», cuenta con naturalidad. Con la Maratón de Hamburgo el próximo 23 de abril como referencia (aunque no lo puede confirmar), Dani Mateo cuenta con pocas semanas para preparar ese asalto a la mínima.

La decisión. La decepción durante los días posteriores a Sevilla era total en Dani Mateo. «Siento que todo esta bien, mi familia, mi entrenamiento, mi estado físico», detalla. «Por eso me fastidia más no poder lograr el objetivo, todo está perfecto en mi vida», lamenta. Se fustigó durante pocos días, los que tardó en hablar en el CAEP con su entrenador, Enrique Pascual Oliva.

En esa conversación la decisión llegaba de forma natural. «No me podía quedar con el remordimiento de no haberlo intentado todo», reconoce el adnamantino. «Esto es a lo que me dedico», explica. «Mi hermano esta mañana ha cargado un camión entero en la granja, es su deber esté como esté y eso mismo me lo aplico a mí», manifiesta. Su familia siempre está presente, es el faro que le guía.

Dos decepciones podrían ser muchas, aunque Mateo no lo ve así. «¿Qué puede pasar, que no lo consiga?», se pregunta a sí mismo. «Eso me lleva a la misma situación en la que estoy justo ahora», cuenta con aplastante lógica. Quizá uno de sus puntos positivos en esta contrarreloj hasta la maratón sea que la presión no es la misma. No se puede decir que tenga nada que perder, pero está claro que tiene mucho que ganar.

La preparación. Con mucha naturalidad, Dani Mateo confiesa que sus problemas físicos pueden condicionar sus entrenamientos en las próximas semanas. «Tengo una lesión, pero por el momento me deja entrenar», explica. Lo hace en un nuevo terreno para él. Cuenta con menos semanas a las que utilizó en  los entrenamientos para sus otras siete maratones.

La parte mental puede ser la más sencilla. «No creo que la motivación lo sea todo», aclara el de Almazán. «Esto es a lo que me dedico, pero tengo una nueva posibilidad», reconoce. Psicológicamente, para cualquier atleta, tener una fecha marcada en rojo siempre guía en el duro día a día. «Existen varios casos de deportistas que han corrido con cuatro semanas de diferencia logrando buenos tiempo», manifiesta. 

Dani Mateo cuenta ahora mismo con ese margen. Un mes para dar la vuelta a la temporada, una nueva oportunidad que, de lograrlo, sería para él la culminación a su duro trabajo. «Puede sonar mal, pero si lo logro solo pensaré: olé tus huevos», sentencia. Solo queda ir a por ello.