La Barriada, el sueño familiar de los Sanjuanes

N.Z.
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Madre e hijo tenían claro que serían jurados y que sería en su barrio de siempre

La Barriada, el sueño familiar de los Sanjuanes - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

Alberto Molinero Blázquez e Isidora Blázquez Pérez llevaban años «fantaseando» con la posibilidad de ser jurados de la cuadrilla de El Salvador, su barrio, y el Martes a Escuela de 2018 dieron el paso para asumir el cargo en las fiestas 2019. Ese año «no pudo ser» porque había más parejas apuntadas y no les tocó en el sorteo, así que lo intentaron de nuevo para 2020, y tocó. Desde entonces, mantienen la «ilusión» intacta y, a pesar de estos dos años de espera por culpa de la pandemia, ellos siempre han sido «optimistas». De hecho, hubieran estado dispuestos a «sacar adelante las fiestas» en cualquier situación. «Si había fiestas, nosotros tirábamos para adelante», asegura la jurada. Porque «habíamos asumido la responsabilidad», justifica el jurado. Nunca han dudado del 'sí' y su compromiso se vio devuelto por los vecinos ya en el Catapán, cuando vivieron un día «muy emocionante». «La gente, mayores y jóvenes, venían a agradecernos que había fiestas, decían que éramos héroes», recuerda entre risas el jurado, quien recalca que el regreso de San Juan «es responsabilidad de todos, no solo de los jurados». Porque si algo tienen claro los jurados de El Salvador es que estas fiestas son del pueblo y, precisamente por ello, su cuadrilla siempre está abierta para sus vecinos.

Tenían que ser ellos, madre e hijo, porque son «los más sanjuaneros de casa». Y tenían que ser de la Cuadrilla de El Salvador, porque es su «barrio de siempre». «Yo he nacido en una casa de la Barriada, mi madre ha tenido siempre el bar 'Tú yo' y, aunque le llevaban siempre Santa Bárbara y La Blanca, El Salvador es la cuadrilla del barrio, es nuestra cuadrilla», justifica la jurada, emocionada por los recuerdos. «Yo me he criado aquí, he jugado en la plaza de La Paz…», añade el jurado. El 'sentimiento Barriada' es clave y, de hecho, la jurada sabe que el Lunes de Bailas será «especial» para ella por esa conexión que podrá tener con sus vecinos. Para Alberto, su  'día' es el Jueves La Saca y, aunque este año no lo podrá hacer andando «como siempre», sabe que lo va a vivir «de forma diferente pero especial». De hecho, ambos confían en que este año llegarán los doce novillos.

Visitar la cuadrilla de El Salvador es 'empaparte' de espíritu sanjuanero. Por el amor a San Juan y al barrio que desprenden los jurados pero, también, porque el local es especial. De su decoración se ha encargado con mimo el jurado, que ha dedicado «muchas horas» para que no falte detalle. Su amor al arte le ha facilitado el 'trabajo'. Su objetivo era «plasmar» cómo viven ellos los sanjuanes, pero hacerlo de una forma especial, sobre un «elemento representativo». Eligió botas de vino, que se convierten en lienzos gigantes de dos metros que cuelgan sobre las paredes. Y en cada una  de ellas, con la ayuda de María José Albo, ha pintado un día. En la pared del fondo ha hecho un homenaje al traje popular, con una pequeña exposición en vidrieras. Y entre pieza y pieza, un recuerdo a las peñas, representadas en muñecas fofuchas que emergen sobre hilos de luz. «El santo antes tenía un bastidor pero me apetecía que estuviera siempre con flores, así que lo hemos metido como dentro de un árbol para que esté siempre florido», explica. Otra de las paredes se dedica a la fachada del 'Tú y yo', sus «raíces» con barrio, y a «quien más nos ha inculcado las fiestas», explica el jurado. El retrato de la abuela Isidora 'supervisando' la fiesta emociona a la jurada. No faltan los banderines, los farolillos... que «dan alegría y toque festivo». 

La emoción está a flor de piel en esta cuadrilla, especialmente cuando se habla de su equipo. «Los secretarios, Conchi y Agustín, son el motor de todo. Ellos y su familia. Y los cuatros, colaboradores...», relata agradecido Alberto, quien admite que «lo más bonito de ser jurado es el apoyo desinteresado de la gente». La jurada añade a su hermana, su cuñada... pero no se olvida de nadie de las cerca de 150 personas que tienen detrás y que son garantía de fiesta.