Crecen los usuarios habituales del centro de coworking

Sonia Almoguera
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El espacio de trabajo colaborativo municipal de la calle Zapatería busca seguir dinamizando sus instalaciones abriendo su aulario a centros educativos y a eventos empresariales

Crecen los usuarios habituales del centro de coworking - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

Su llamativa fachada en la calle Zapatería y el ‘boca a boca’ en las redes sociales se han convertido en los principales reclamos del Espacio de Trabajo Colaborativo y Participación Ciudadana que el Ayuntamiento de Soria inauguró hace ya tres meses en el ‘corazón’ del Casco Viejo. En este tiempo ha conseguido hacerse con un grupo de usuarios fijos (aproximadamente el 25% del total) y, concitar también por las vacaciones a un buen número de ‘teletrabajadores’ esporádicos que han aprovechado para pasar el verano en la capital. Aún así, apunta la concejala de Educación en el Consistorio soriano, Lidia Sanz, el ‘corto plazo’ pasa por dar muchísima más «actividad» a este espacio con un programa de aula abierta que buscará crear interacciones entre el mundo empresarial, el escolar y los propios emprendedores que hacen uso de sus instalaciones. 

El objetivo es que este centro no se estanque, que siga siendo algo vivo, «dar más contenido y promoverlo», insiste Sanz, al tiempo que sirva de punto de referencia para que el colectivo estudiantil vea que el emprendimiento puede ser una interesante salida laboral. De ahí que el departamento municipal de Educación vaya a cursar invitaciones a los centros educativos sorianos para que utilicen el salón de usos múltiples como aula para sus propias actividades lectivas, especialmente en «los últimos cursos de ciclos formativos». También se propiciará que las empresas puedan celebrar en este enclave municipal encuentros o reuniones de forma gratuita, sólo a cambio de que, en un altruista ‘quid pro quo’, colaboren con el centro ofreciendo charlas o talleres dentro de su ámbito de actuación profesional que ayuden a mejorar las competencias y la formación de los usuarios y emprendedores asentados en el centro de trabajo colaborativo.

En este espacio, asegura la concejala de Educación en el Consistorio soriano, «cabe todo» siempre bajo el objetivo de potenciar cuantas más «sinergias» mejor. 

Y es precisamente en esa vertiente de ‘punto de encuentro’ en la que también se han depositado muchas de las esperanzas en este nuevo espacio de coworking. «Queremos que haya interrelaciones, que se sume, que se generen sinergias de crecimiento», insiste Lidia Sanz, y que los usuarios de estas instalaciones, que hasta el 1 de enero de 2022 serán de uso gratuito, puedan cooperar en la realización de proyectos y acciones de emprendimiento. 

En este sentido, el hecho de que la sede de Semillero de Empresas se haya trasladado también a este mismo emplazamiento no es casual y responde a ese afán de seguir propiciando una ‘retroalimentación’ mutua con los proyectos de emprendimiento como denominador común. 

seis puestos dobles. Como el propio Semillero gestionado a través de un convenio con la Cámara de Comercio e Industria de Soria, el Espacio de Trabajo Colaborativo de la calle Zapatería que coordina Nieves Molero cuenta con seis puestos que permiten la labor individual o de microempresas con un trabajador. Las instalaciones se dividen en una zona central de trabajo en la que se encuentran los diferentes puestos dotados con conexión a internet y servicios como impresora o escáner, pero también taquillas para dejar material o incluso el préstamo de ordenador si no se dispone de él. Esta zona se complementa además con una pequeña área de reuniones cerrada, «para cuando se necesita trabajar o conversar con más intimidad», explica Jesús Patiño, técnico de la Cámara de Comercio. 

Concebido bajo la premisa de la «flexibilidad» de los espacios que pueden acotarse o ampliarse en función del aforo o las necesidades, dispone también de una gran sala polivalente que cuenta con la última tecnología para facilitar presentaciones técnicas (dos cámaras, una de ellas conectada directamente al proyector) y equipos que permiten la emisión en directo. «Se está ya usando bastante», explica Patiño. Y la idea es que se utilice aún más a través del programa con centros educativos y empresas, pero también por asociaciones de cualquier tipo. Al fin y al cabo, agrega, éste también es un entorno pensado para la participación ciudadana.

precios «mínimos». Aunque durante el verano el perfil mayoritario de usuarios fue el de ‘teletrabajadores’ sorianos residentes fuera de la provincia, ya entrado el otoño se observa un cambio de tendencia y ahora es predominante el colectivo de trabajadores autónomos. El horario de apertura es de 9.00 a 14.00 y de 16.00 a 19.00 horas de lunes a jueves y de 8.00 a 15.00 horas los viernes. No se descarta modificarlo y, en este sentido, está previsto instalar un sistema de acceso electrónico que permita a los usuarios habituales acoplar el uso de las instalaciones a sus necesidades laborales en otras franjas horarias. 

Para la concejala de Educación, que a partir del próximo año su utilización deje de ser gratuita no tiene por qué traducirse en una ‘huida’ de los usuarios que, actualmente, están empezando a dar actividad a este recinto. «Son cantidades mínimas que no tienen que asustar. En base a lo que vayamos detectando», insiste, se podrán poner en marcha facilidades de pago atendiendo a cada caso. De momento, las tarifas planteadas (el canon fijo mensual tendrá un coste de 100 euros) que tendrán aplicación a partir del 1 de enero ya contemplan importantes descuentos que alcanzarán la rebaja del 75% para aquellos emprendedores que hayan creado su empresa hace menos de dos años y del 40% en el caso de que estas mercantiles lleven ya una trayectoria de entre cinco u ocho años. 

Para los teletrabajadores que regresen a Soria a vivir habrá además un descuento del 50% durante los dos primeros años. Pero, además, se podrá alquilar un puesto por un euro a la hora con la opción de adquirir bonos de uso de 10 horas (seis euros), entre otras ofertas. El centro no ha hecho sino dar sus primeros pasos pero, insiste Lidia Sanz, lo ideal sería que el uso fuera lo suficientemente «dinámico» como para que el número de usuarios fijos permitiese una importante ‘bolsa’ de usuarios no permanentes. Y todo con la vista puesta en que pronto se quede pequeño. Eso, destaca la edil, sería la medida del éxito.