El soriano Rafael Álvarez apunta a Tokio

Sergio Recio
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El portero de la Complutense de Hóckey con raíces en Ólvega buscará estar con la selección en los Juegos Olímpicos

El soriano Rafael Álvarez apunta a Tokio

Es habitual ver a Rafael Álvarez Revilla disfrutando de Ólvega cada fin de semana que su agenda se lo permite. Ya sea jugando al fútbol, disfrutando de la naturaleza o simplemente pasando un rato con sus amigos, es un habitual de la localidad durante todo el año fruto de sus raíces maternas.

Lo que muchos no sabrán es que gracias a su vida en Madrid y a su profesión, portero de hockey hierba, está a tan solo unos meses de disfrutar de sus primeros Juegos Olímpicos. Ha sido convocado, y ya es habitual, con la selección española, «solo con el hecho de estar en una lista previa a Tokio ya estoy contento», reconoce el olvegueño, «es un objetivo al que no me imaginaba aspirar en mi último año como sub-21, pero está ahí», reconoce.

A sus 23 años buscará estar en el Campeonato de Europa de Holanda que se celebra a partir de 4 de junio. Si entra en esa convocatoria estaría con toda probabilidad en los Juegos Olímpicos, un sueño por el que peleará hasta el último segundo.

El colegio. Hay que remontarse a cuando Rafa tenía 12 años para encontrar su primer contacto como el hockey hierba, «fue gracias a un profesor que jugaba en División de Honor de este deporte». Se trataba de Roberto Gómez que en las clases de Educación Física daba las primeras nociones a sus alumnos, «lo teníamos como actividad extra escolar y el primero que se animó fue mi hermano mayor». 

Comenzó a entrenar junto a Alejandro, su hermano gemelo, «y lo que más nos llamó la atención es que podíamos jugar con los mayores porque teníamos tres años menos». Después se desplazaban para ver a su profesor competir y ahí Rafa se enamoró de la portería, «veía a los porteros con las protecciones y parecían robots, entonces yo le decía a mi madre que quería ser un robot como ellos», recuerda ahora.

Su progresión fue espectacular y a los 16 años ya era un habitual de las categorías inferiores de la selección española. Llamó la atención de los entrenadores por su sobriedad en la portería, «soy bastante técnico y aparento poco nerviosismo en la portería». Una forma de competir que llama la atención, «no sueles verme hacer palomitas porque suelo estar bien colocado y eso es lo que más se valora a nivel selección, puede que visualmente no llame la atención pero para los que saben es lo ideal».

Ahora fruto de una gran madurez ha cerrado la temporada con la Complutense en su mejor momento. El próximo año busca seguir en Madrid, un lugar del que tuvo que marcharse y volver para llegar a ser la referencia en la portería en la actualidad.

El camino. La carrera de Rafa comenzaba en Madrid, «en mi primer año ya comienzo a entrenar con el filial del Club de Campo y después a los 17 años paso al primer equipo de la Complutense». Un par de años después y con el objetivo de sumar minutos se marchaba a Bilbao para ser un habitual en la portería, «quería que me siguieran llamando con la selección y aunque fui a un equipo de la segunda categoría logramos el ascenso».

Después volvió a la Complutense con el que esta temporada ha culminado la liga en quinta posición, «hemos quedado por debajo de los cuatro grandes y hemos realizado un gran año». A nivel personal todavía ha sido mejor, «tiene pinta de que me quedaré aquí un año más, después tengo la ilusión de poder jugar en países de mucha tradición como Holanda o Bélgica».

Pero antes de ese momento su destino pasa por Tokio, «voy a trabajar todo lo posible y hacer todo lo que esté en mi mano para lograrlo pero esta convocatoria es un premio a mi trayectoria durante esta temporada». Un trabajo que puede culminar en su primera participación en la cita más importante a nivel deportivo.